Celulitis, prevención y tratamiento

 

 

Llamamos celulitis a una acumulación excesiva de grasa en la zona externa de los muslos que afecta principalmente a las mujeres y que preocupa desde el punto de vista estético. Pero médicamente hablando, el término es inexacto; sería más correcto hablar de hidrolipodistrofia, aunque nadie recurre a esta palabra.

 

 

No hay que confundir la celulitis con una cierta cantidad de grasa localizada, que es normal encontrar en las caderas de las mujeres y cuyo objetivo es disimular los salientes óseos y musculares, dando una forma redondeada que proporciona armonía al cuerpo femenino. Cuando esta grasa aumenta en exceso empieza el desorden: aparecen tramas de tejido fibroso, hay retención de líquidos que provoca dificultades circulatorias y aparece, finalmente, la temida “piel de naranja”. En este punto la celulitis ya está instaurada. Sin embargo, no aparece de un día para otro, sino que se trata de un proceso lento y progresivo.

 

CAUSAS

Un noventa por ciento de las mujeres están genéticamente predispuestas a padecer celulitis. En algunas latitudes como el norte de Europa o África, la incidencia es mucho más baja. Esto nos demuestra que la celulitis está ligada, entre otras causas, a factores hereditarios y constitucionales. Sin embargo, el factor genético por sí solo no da lugar a celulitis a menos que se interpongan alguno o algunos de los siguientes factores:

 

Factores hormonales.  Éstos son evidentes si tenemos en cuenta que la celulitis afecta mucho más a la población femenina.  Por otra parte, la incidencia de celulitis aumenta en las fases más significativas del ciclo hormonal como la pubertad, el embarazo o la menopausia, así como durante la toma de anticonceptivos orales.

 

Factores dietéticos. Aunque hay una relación clara entre sobrealimentación y aumento de peso, la relación entre sobrealimentación y celulitis no está tan clara; todos conocemos a alguna mujer obesa que no tiene celulitis y a otra que, por el contrario, padece celulitis a pesar de estar delgada.  De ello se deduce que la celulitis tiene más relación con los hábitos tóxicos (alcohol, tabaco) y con una alimentación inadecuada que con el exceso de comida.

 

Factores circulatorios. Cuando existe alguna alteración del sistema circulatorio como varices, piernas pesadas o dificultad de drenaje linfático (eliminación de líquidos) a la altura de las piernas, aparece una mayor tendencia a la celulitis.  A veces se produce un círculo vicioso: a peor circulación, mayor celulitis; a mayor celulitis, peor circulación.

 

Factores posturales. Una exageración en la curvatura de la zona lumbar provoca distintas alteraciones en el cuerpo, como una tendencia a adelantar la cabeza y el cuello y un abombamiento del abdomen.  Estas posturas distorsionadas son otra causa de celulitis.

 

Factores psicológicos. La experiencia nos dice que la celulitis afecta en mayor medida a mujeres emocionalmente inestables, con problemas de ansiedad e insomnio.  La explicación es que la presencia de algunas sustancias del sistema nervioso que parecen influir en la distribución de la grasa en el organismo aumentan en ciertos casos de angustia.

 

 

CÓMO SE FORMA LA CELULITIS

La celulitis aparece lenta y progresivamente. Si no intentamos prevenirla o detenerla aumentará con los años. El curso de su evolución suele coincidir con la actividad hormonal femenina.

 

En las primeras etapas, que en mujeres predispuestas pueden comenzar incluso en la pubertad, la piel de las zonas donde se acumula la grasa aparece espesa y con cierta tensión, debido a que el tamaño de las células grasas aumenta demasiado. Con el paso del tiempo y en estadios sucesivos, empiezan las alteraciones circulatorias y la formación de nódulos fibrosos, apareciendo la llamada “piel de naranja”.

 

TIPOS DE CELULITIS

No todas las celulitis son iguales ni evolucionan del mismo modo. Pueden variar según la constitución de la persona y los hábitos higiénicos y dietéticos. En la práctica se observan tres tipos de celulitis:

 

- Celulitis compacta. Es dura al tacto. Cuando se toca se aprecia una tenue estructura granulosa bajo los dedos. Parece como si estuviera adherida al músculo, ya que no se modifica en posición acostada. Si se presiona, puede doler. Se localiza en la mitad inferior del cuerpo, sobre todo en los muslos y en la zona interna de las rodillas. Suele afectar a mujeres jóvenes que muchas veces no son obesas, ni siquiera tienen sobrepeso, conservan un buen estado físico y poseen una buena musculatura.

- Celulitis edematosa. En ella se aprecia una consistencia pastosa. Duele con solo tocarla e incluso a veces sin tocarla. Suele ir asociada a problemas circulatorios en las piernas como retención de líquidos, varices o pequeñas venas varicosas, sensación de pesadez de piernas, calambres y tendencia a los hematomas al mínimo golpe. Afecta a los muslos, pero en casos muy avanzados también podemos encontrarla en la zona que va del tobillo a la rodilla, dando entonces aspecto de columna a la pierna.

 

- Celulitis blanda. Es blanda, esponjosa, se mueve al pasar de la posición de pie a la acostada, nunca duele y suele situarse en la parte interna de los muslos y en los brazos. A menudo se asocia a una musculatura atrófica y a una piel con estrías. Es bastante frecuente a partir de los cuarenta años en mujeres sedentarias, aunque también puede ser resultado de la evolución de una celulitis compacta no tratada o consecuencia de un adelgazamiento mal llevado (con demasiada rapidez o siguiendo un tratamiento inadecuado).

 

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

La prevención se basa fundamentalmente en corregir, en la medida que sea posible, los factores que predisponen a la celulitis.

 

Alimentación

Los aspectos dietéticos a tener en cuenta en caso de celulitis consisten básicamente en seguir una alimentación correcta y equilibrada. El régimen solo será bajo en calorías cuando realmente exista un exceso de peso; si el peso es normal bastará modificar los errores alimenticios.

 

Existe un conjunto de indicaciones que suelen ser muy eficaces a la hora de paliar el riesgo de celulitis. Son las siguientes:

 

- Repartir la ración alimentaria diaria en tres o más comidas, sin olvidar nunca el desayuno (el desayuno ideal es a base de fruta, cereales y yogur).

 

- Comer a diario alimentos ricos en fibra, principalmente frutas y verduras frescas.

 

- Disminuir el aporte de grasas al organismo y sustituir las grasas de origen animal por las de origen vegetal, como el aceite de oliva.

 

- Beber unos dos litros de agua al día (también pueden ser infusiones)

 

- Comer con poca sal para evitar la retención de líquidos.

 

Por el contrario, algunos hábitos predisponen a la aparición de celulitis. Son los siguientes:

 

- Comer mucho durante la cena y poco o nada en el desayuno.

 

- Consumir productos de pastelería o bollería.

 

- Beber más de dos cafés al día.

 

- Tomar demasiadas grasas de origen animal (carnes de cerdo, embutidos, quesos, etc.)

 

- Comer muy rápido, sin masticar bien los alimentos.

 

En caso de sobrepeso, habrá que tener en cuenta las siguientes indicaciones:

 

- Hacer una dieta cuya continuidad sea fácil.

 

- Procurar no descender nunca de las 1000 calorías diarias sin supervisión médica.

 

- Mantener un equilibrio alimentario.

 

- No perder más de cinco kilos al mes sin control médico.

De este modo, no tendremos nunca el disgusto de encontrarnos con zonas fláccidas o áreas que han pasado de una celulitis dura a una celulitis blanda, y que no hayan remediado el problema.

 

Masajes

El masaje es muy interesante para mejorar la elasticidad de la piel. Los trastornos circulatorios que existen en personas predispuestas a la celulitis se pueden controlar mediante el masaje. En celulitis ya establecidas habrá que asociarlo a otras técnicas.

 

El drenaje linfático es el más recomendable porque estimula la circulación linfática, reduciendo el edema o acúmulo del líquido que presenta la celulitis edematosa y blanda. Consiste en pases muy suaves y rítmicos por la zona que debe tratarse.

 

Hay que evitar los masajes fuertes y violentos, ya que no deshacen la grasa y pueden provocar una relajación del tejido conjuntivo y la aparición de hematomas o moretones (que provocarían alteraciones tanto estéticas como funcionales).

 

Hidroterapia

La aplicación de chorros de agua, los baños de burbujas y los masajes subacuáticos son un tipo de masaje que, en vez de aplicarse con las manos, se realizan con el agua. La hidroterapia contribuye a reafirmar la piel y a prevenir y reducir la celulitis. Las terapias termales, aunque por sí solas difícilmente eliminarán una celulitis avanzada, son muy interesantes para potenciar otros tratamientos como puede ser la aplicación de barros sulfurados, bromo yodados, con fangos marinos o con algas.

 

Plantas medicinales

Las plantas medicinales para el tratamiento de la celulitis pueden aplicarse a nivel tópico, es decir, sobre la piel o tomar por vía interna en forma de infusión.

 

Hay bastantes plantas que pueden ser eficaces. A continuación se detallan algunas de las más recomendables.

 

- Fucus (Fucus vesiculosus) es un alga con alto contenido en yodo. Administrada por vía interna parece estimular el metabolismo energético, ya que reduce la grasa corporal.

 

Aplicada localmente ejerce un efecto tonificante y descongestivo que ayuda a reducir el volumen del tejido adiposo.

 

- La hiedra (Hedera hélix) y el enebro (Juniperus communis) producen sobre la piel un efecto rubefaciente que estimula la circulación superficial, lo cual es muy beneficioso para la celulitis.

 

- Cola de caballo (Equisetum arvense) posee propiedades diuréticas que la hacen adecuada para combatir la celulitis con retención de líquidos. Al mismo tiempo, por su alto contenido en sílice, ejerce un efecto remineralizante que ayuda a combatir la flaccidez.

 

Oligoelementos

Los oligoelementos son sustancias minerales que necesitamos en cantidades ínfimas. Actúan como catalizadores de muchas reacciones químicas del organismo. En terapéutica se usan principalmente cuando hay alteraciones de tipo metabólico. Las preparaciones que contienen zinc, níquel y cobalto son útiles cuando existe un sobrepeso asociado a la celulitis.

 

CONSEJOS FINALES

Psicología. Evitar conflictos que provocan ansiedad, ya que se pueden traducir en accesos de bulimia, especialmente por los dulces. Si es necesario, podemos practicar técnicas anti estrés como la relajación, la meditación o el yoga.

 

Ropa. Hay que evitar las prendas demasiado ajustadas porque pueden representar un obstáculo para la circulación, sobre todo a la altura de las piernas, por lo que deben evitarse los calcetines apretados y las fajas.

 

Sueño. El sueño debe ser suficiente y reparador. Dormir siete y ocho horas al día reduce el nivel de estrés.

 

Tóxicos. Hay que disminuir al máximo el consumo de café, tabaco, alcohol, etc.

 

Tránsito intestinal. Hay que evitar el estreñimiento tomando alimentos ricos en fibra y bebiendo agua en abundancia.

 

 

Si tenemos una celulitis incipiente o queremos prevenir su aparición, nos serán de mucha utilidad algunos de los siguientes remedios que podemos elaborar en casa. En celulitis avanzadas, posiblemente necesitaremos ayuda externa.

 

 

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