Guía completa sobre lactancia materna

 

 

La lactancia es una de las funciones biológicas que ha persistido a través de los años como un método de alimentar al recién nacido.

 

En algunos países, esta tendencia declinó notablemente durante un periodo de tiempo, pero en las últimas décadas se ha observado un resurgimiento de esta práctica, quizás en parte, debido al deseo del ser humano de hacer las cosas de acuerdo al proceso natural.

En la actualidad, gracias a muchos estudios científicos, tanto los médicos como las madres saben que la alimentación natural del bebé otorga muchas ventajas desde el punto de vista físico y psicológico.

 

LACTANCIA MATERNA, CUESTIÓN 

DE SALUD PÚBLICA

La frecuencia y duración de la lactancia materna varía según los países y depende de factores médicos, sociales, culturales y económicos. En países en desarrollo una lactancia adecuada en duración y cantidad constituye la mejor garantía para disminuir la mortalidad infantil y asegurar una buena nutrición para el niño durante el periodo de mayor desarrollo cerebral.

 

DESVENTAJAS DE LA LACTANCIA 

CORTA

Además de aumentar la mortalidad infantil, afecta el crecimiento y el desarrollo del bebé, observándose un déficit en talla y peso que se inicia desde el primer año de vida y estos patrones podrían continuar hasta la edad adulta.

 

CAUSAS DE LA LACTANCIA CORTA

Ciertos estudios descartan algunas de las causas en las que usualmente se piensa como son: labores de la mujer fuera del hogar, nivel socioeconómico, escolaridad, C.I. materno y la hipogaláctica (1) real. La respuesta más frecuente es la “falta de leche”, que es poco clara y traduce la influencia de otros factores no estudiados.

 

Se mencionan factores como los anticonceptivos orales, los cuales se ha demostrado son dañinos para el niño y que además “cortan” la leche especialmente antes de los primeros 4 meses de lactancia. El uso de dispositivos intrauterinos no la altera. Sin embargo, la causa iatrogenica (2) parece ser la de mayor peso. Empíricamente se sabe que el médico y las personas del equipo de salud, debido probablemente a la gran demanda asistencial, prescriben leche de fórmula a la primera solicitud materna o porque el peso del niño está ligeramente debajo de lo normal. En un estudio donde se entrevistó a 3,000 madres en consultorios, se les preguntaba quién les había indicado leche de fórmula; 65% de ellas respondieron que siguieron las instrucciones dadas por el pediatra, enfermeras y/o matronas. El 32% lo hizo por iniciativa propia.

 

Numerosos autores creen que la profesión médica y los servicios médicos son por lo menos en parte responsables de la baja incidencia de la lactancia materna.

 

A menos que doctores, enfermeras y madres estén convencidas del valor de la lactancia materna, se les seguirá alimentando a los niños con leche de vaca.

 

VENTAJAS DE LA LACTANCIA NATURAL

Psicológicas. La lactancia natural otorga gran satisfacción tanto para la madre como para el niño. Debido a la intimidad que constituye esta práctica, la madre recibe gratificación y siente gran autoestima por su habilidad para alimentar por si misma a su hijo. Además, “inmuniza” al niño contra la ansiedad emocional y le ofrece equilibrio psíquico y sensatez en la visión de la vida. Dado que el pezón es una zona erógena, el acto de amamantar puede hacer aflorar un aumento del afecto materno por el niño.

 

Beneficios físicos para el niño. La leche humana está destinada por naturaleza al infante humano. Se sabe que contiene 150 elementos en equilibrio para promover un adecuado desarrollo del niño. La leche materna se asimila mejor, por lo que el niño puede aumentar su actividad y asegurar su madurez neurológica.

 

 

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1 Ausencia de leche sin ningún problema de salud o medicación. 

 

2 Alteración del estado del paciente producida por medicamentos.

 

Cuando un bebé es amamantado, los problemas de cólicos y regurgitación son mucho más escasos. Abundante evidencia empírica y muchos estudios publicados sugieren que la leche materna protege al niño de las infecciones. Esta protección puede deberse a la secreción de IgA (inmunoglobulina A) producida por la glándula mamaria.

 

Algunas enfermedades virales como parotiditis, influenza y polio pueden inhibirse por otros factores existentes, además de las inmunoglobulinas. La mortalidad y morbilidad infantil debido a diarreas por bacterias gramnegativos son muy reducidos debido a la existencia de lisozimas y factor bífidos que se encuentran en la leche humana. Disminuye además la incidencia de arteriosclerosis debido al alto contenido de ácidos grasos no saturados.

 

Beneficios físicos para la madre. Ayuda a contraer el útero postparto y a volver más rápido a su figura física normal; también disminuye la incidencia de cáncer mamario.

 

FISIOLOGÍA DE LA LACTANCIA

La secreción de leche no se ve afectada por la composición de la sangre, pero sí con la dieta de la madre. No está directamente relacionado con el sistema nervioso, sino que está controlado por el sistema hormonal, pero éste depende a su vez de factores nerviosos y emocionales.

 

La glándula mamaria está compuesta por tejido intersticial, grasa, tejido glandular o alveolos, ductos y senos lactíferos. El pezón no está firmemente adherido, sino que es protráctil y su elasticidad permite que pueda penetrar muy adentro de la boca del niño, de modo que la presión de las encías del niño se pueda ejercer en la periferia de la aureola que es donde se hallan los lagos o senos de leche. 

 

El epitelio secretor de las glándulas activas, está rodeado por una capa de células mioepiteliales que al activarse se contraen y estrujan la leche almacenada en los alvéolos, ductos y lactos de leche.

 

Las alteraciones anatómicas pueden limitar la habilidad para lactar, entre ellas se encuentran: grietas del pezón, ingurgitación mamaria, pezones invertidos, planos o ausentes.

 

PRODUCCIÓN DE LECHE Y “REFLEJO DE BAJADA”

La producción de leche pasa por dos etapas separadas: la secreción de leche hacia el lumen alveolar y en los conductos y la eyección o bajada desde los conductos hasta el pezón.

 

El estímulo más poderoso para desencadenar ambos mecanismos es la succión, pero como la bajada de leche depende de factores nerviosos no basta con la succión.

 

La succión produce un estímulo táctil y térmico en el pezón materno y éste llega a la hipófisis. La hipófisis anterior responde lanzando a la circulación una hormona, la prolactina, que al llegar al alveolo de la glándula mamaria activa su epitelio y produce los gránulos de leche que pasan a la cavidad alveolar. Hasta este momento, toda mujer normal es capaz de cumplir este ciclo esencialmente orgánico.

 

Al llegar el estímulo de la succión a la hipófisis posterior, éste lanza a la circulación otra hormona, la oxitocina, que activa las células mioepiteliales que rodean al alvéolo, conductos y lagos lactíferos produciendo la contracción de ellas y la bajada de la leche. Este ciclo es psicogénico y es el responsable del llamado “reflejo de bajada”.

 

 

El reflejo de bajada se produce cuando se ha logrado cierto nivel de oxitocina en la sangre. A veces, mínimas alteraciones emocionales o psicológicas pueden inhibir este reflejo e influenciar en la cantidad de leche que llega a la boca del niño. Es decir, la mujer puede ser buena secretora de leche, pero por factores nerviosos esta leche no brota por falta del “reflejo de bajada”.

 

Este reflejo es estimulado además de la succión por la relajación de la madre y la audición del grito del niño, mientras que estímulos adversos como temor, tensión, angustia, dolor, ansiedad, etc., lo inhiben.

 

El estímulo de la succión es el mejor galactagogo (3). Existe considerable evidencia en seres humanos de que al restringir la frecuencia de la succión se inhibe realmente la lactancia. Un estudio realizado por Illingworth demostró que al reducir el número de mamadas de 5 a 6 diarias produce el síndrome de “no tener leche suficiente” en cerca de 1/3 de las primíparas y multíparas que participaron en dicho estudio. Otro estudio realizado por Salber observó a 1,057 recién nacidos durante el puerperio y después de la pérdida de peso inicial: los que estaban con libre demanda mostraron una ganancia de peso mucho más rápida que los que estaban con el esquema de cada 4 horas.

 

Illingworth también observó que los niños alimentados con libre demanda, pedían con mayor frecuencia, habían ganado significativamente más peso al 9no día, y causaron la mitad de problemas de pezón a las madres. Al mes de edad un número muy significativo de ellos seguía alimentándose del pecho, a diferencia de aquellos que habían sido alimentados con un esquema rígido de horario.

 

Ahora bien, para que el estímulo de la succión sea efectivo, es necesario un niño normal y pezones aptos para la lactancia. Se sabe que la modalidad de succión del niño amamantado es diferente a la efectuada con las mamaderas. El niño introduce el pezón muy adentro de su boca, lo hace llegar hasta el paladar duro, por lo que es necesario que éste cumpla con el requisito de ser protráctil.

 

Los pezones mal formados, ya sean planos, invertidos o umbilicados no son protráctiles o lo son en escasa magnitud, pero muchos de los que aparentemente parecen normales lo son escasamente. Todo esto hace muy difícil el examen del pezón después del parto.

 

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3 Sustancia que provoca o favorece la producción de leche materna.

 

 

 

TÉCNICAS PARA LA LACTANCIA

EXITOSA

De los conocimientos de la anatomía y de la fisiología de la lactancia podemos extraer algunos factores importantes para la lactancia exitosa. El éxito depende de tres variables que se relacionan entre sí:

 

· Madre altamente motivada

 

· Niño saludable, cooperador y normal

 

· Médico conocedor del proceso y estimulador del mismo

 

La mayoría de las madres pueden amamantar, por lo que ellas deberían recibir consejo y estímulo. El médico no debe transmitir prejuicios personales. No todas las madres desean amamantar, pero aquellas que reciben motivación positiva de su médico y son físicamente normales pueden hacerlo. El médico debe ser tan diestro en la metodología natural como lo es prescribiendo biberones.

 

Las instrucciones en la técnica de amamantar se pueden dividir en tres fases: aptitud, período post-natal y duración.

 

1. Aptitud. Comenzar por tomar la decisión antes del parto, describir las ventajas y los principios más simples de la lactancia, examinar el pezón, disipar temores y dar confianza en cuanto a calidad de leche y capacidad para lactar.

 

Aconsejar que la succión comience lo más pronto posible después del parto y enseñar las técnicas de posición más adecuadas para evitar tensiones musculares y cefaleas de tensión post-amamantamiento.

 

2. Períodos Post-Parto

Succión precoz y frecuente; lo ideal sería antes de las 6 horas, ad livitum (cuando guste o desee hacerlo) y con la mayor duración posible desde el primer día. Si se insiste en un esquema de horario rígido, que éste sea a intervalos no mayores de 3 horas como máximo. Debido al contenido de alta calidad biológica de las proteínas de la leche y su escaso contenido en cenizas, se digiere y asimila rápidamente, es por ello que cuando las mamadas son frecuentes, el organismo del bebé se adapta mejor al tiempo de vaciamiento gástrico. Por otra parte, en el post-parto inmediato, el calostro estimula el peristaltismo intestinal previniendo la formación de tapones meconiales (obstrucción intestinal por acumulación de meconio espeso).

 

· Vaciamiento total. Estimula la producción de leche y el reflejo de bajada, se puede aconsejar la extracción manual con lo cual se previene la ingurgitación mamaria (cuando la leche y quizás el edema resultante de los sueros en el parto se acumulan en los pechos, haciendo que estén demasiado llenos) por retención de leche.

 

Es importante que la areola sea introducida muy adentro de la boca del bebé ya que ello facilita la salida de la leche almacenada en los lagos lactíferos cuando el niño ejerce una presión adecuada con sus maxilares.

 

· La ingesta de agua u otro tipo de líquido; a mayor ingesta mayor cantidad de leche hasta cierto límite, pasado el cual se produce mayor diuresis.

 

3. Duración. Es conveniente dar de ambos pechos cada vez y con una duración de hasta 10 minutos en el primer pecho. Se debe comenzar por el último pecho de la mamada anterior, ya que la leche residual más la que se ha ido produciendo en el intervalo de las mamadas aporta una mayor ingesta calórica.

 

La madre debería tomarse el tiempo suficiente, es decir, no dar de lactar “apurada”.

 

La madre debería descansar lo suficiente, si es posible, dormir una hora extra en la mañana y una siesta en la tarde.

 

También es recomendable una ducha caliente para aumentar el volumen de leche.

 

El uso de anticonceptivos orales está contraindicado ya que el estrógeno pasa a la leche y se han visto casos de ginecomastia y de masculinización en niñas, altera la diferencia sexual y puede producir esterilidad.

 

Posición Adecuada. La madre debe elegir la posición, ya sea acostada, sentada o semi sentada, lo importante es que debe sentirse especialmente cómoda. Hay que ser conscientes que la mayoría de las dificultades en la lactancia se deben a los métodos de alimentación y no a calidad o cantidad de leche. Una posición incómoda puede conducir a conductas irregulares y erráticas, lo que aumenta la irritabilidad.

 

NUTRIENTES DE LA LECHE MATERNA

Si se les da la oportunidad, los recién nacidos prefieren la leche materna a cualquier otra debido a que la criatura debe ejercer menos esfuerzo para obtenerla, es agradablemente dulce y huele a madre, entre otros factores. Además de ello, cambia de composición conforme la lactancia prosigue, haciéndose más cremosa al final de la tetada. Las prácticas sociales y también las hospitalarias pueden influenciar a la madre a escoger fórmulas preparadas de alimentación infantil sin que ella haya podido realizar, por su parte, una elección consciente sobre este aspecto.

 

Grasas. Los lípidos de la leche humana son mejor absorbidos que los de la leche de vaca o los de las fórmulas infantiles del mercado. Sin embargo, las fórmulas más modernas de la alimentación infantil se aproximan bastante al contenido lipídico de la leche humana puesto que se ha sustituido la grasa de mantequilla por aceites vegetales. Los recién nacidos pre-término absorben de manera deficitaria todo tipo de grasas, especialmente las de tipo saturado; pero este problema es menor en la lactancia natural o en las fórmulas que contienen triglicéridos de cadena media.

 

El mayor contenido en colesterol de la leche humana en relación con las fórmulas a base de aceites vegetales podría tener sus consecuencias en fases posteriores de la vida del individuo, quizás contribuyendo a la formación de sales biliares o en la formación de tejido nervioso, o bien induciendo a las enzimas que mejoran el metabolismo del colesterol en la fase adulta, aunque todo ello no está muy claro y necesita mayor investigación.

 

Las fórmulas alimenticias presentan un mayor contenido en ácido linoleico y ácidos grasos poliinsaturados, que en la leche humana tienen un promedio del 14%, y sus posibles efectos patológicos sobre el recién nacido a término son hasta hoy desconocidos. Los recién nacidos a pre-término pueden desarrollar una deficiencia en vitamina E, que se caracteriza por una anemia hemolítica si son alimentados especialmente con esas fórmulas ricas en grasas poliinsaturadas.

 

Proteínas. La cantidad de proteínas de las fórmulas es mayor que la que contiene la leche humana, y estas proteínas son cualitativamente diferentes a las de la leche materna. La relación caseína, albumina/-globulina en el suero de la mayor parte de las fórmulas es aproximadamente de 76:24, mientras que en la leche materna es de 40-60. La beta-lactoglobulina, que es la fracción más importante de la proteína tipo albuminoide de la leche de vaca, no existe en la leche humana, esta contiene la alfa-lactoglobulina (4). La metionina es el aminoácido predominante en la leche de vaca, mientras que en la leche humana hay una proporción relativamente mayor de cistina.

 

Esto es de especial importancia en el niño a pre-término, cuyo hígado es incapaz de transformar la metionina en cistina. Además de ello, la leche materna presenta un contenido mayor de taurina que las fórmulas. Más del 25% del nitrógeno de la leche humana se encuentra en forma de nitrógeno no proteico (NNP); en la leche de la vaca, el nitrógeno no proteico es de tan sólo el 6%. Un contenido mayor en NNP podría representar una ventaja para el crecimiento y el anabolismo.

 

Los niños de bajo peso al nacer crecen bien con fórmulas a razón de 117 calorías por kg de peso corporal, y su crecimiento es ligeramente menor con la leche materna; sin embargo, la leche materna es un alimento superior.

 

Hierro. La leche de vaca presenta mayor cantidad de hierro y menor de lactoferrina, que es una proteína ligada al hierro; el hierro de la leche materna, sin embargo, es mejor absorbido, y está presente en cantidades (0.2 - 0.3 u g/ml) suficientes como para cubrir las necesidades de los niños sometidos a lactancia materna exclusiva, como mínimo hasta que alcanzan el triple de su peso al nacer. Cuando a partir del sexto mes la lactancia materna ya no es exclusiva, el uso de fórmulas comerciales, en comparación con la leche fresca de vaca, reduce el riesgo de pérdidas hemáticas intestinales.

 

 

VENTAJAS INMUNOLÓGICAS Y ANTIALÉRGICAS

El calostro y la leche materna proveen al bebe de los leucocitos activos, de anticuerpos para las infecciones entéricas y de inmunoglobulinas IgA, IgM y IgG. Las infecciones respiratorias y de otro tipo son menores en los niños lactados por la madre. La lactoferrina de la leche materna presenta un efecto inhibitorio sobre los escherichia coli intestinales. La flora fecal de los niños alimentados por la madre es predominante en lactobacilus bifidus (5), mientras que en los niños alimentados con fórmulas se encuentran bacterias de putrefacción, como en las personas adultas.

 

Se sabe que la exposición precoz a la leche de vaca, así como a otros antígenos alimentarios, es una causa relacionada con los síntomas alérgicos de la segunda infancia y de la adolescencia. Cuando se tiene una historia familiar importante de alergias, los médicos suelen recomendar la lactancia materna.

 

Los estudios clínicos refuerzan la impresión clínica observada de que la leche materna protege contra la enterocolitis necrotizante, un tipo de diarrea infantil severa y frecuentemente fatal.

 

 

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4 Grupo de globulinas circulantes en el plasma que tienen cierta mobilidad eléctrica.

 

5 Las bífido bacterias se encuentran de manera natural en los niños recién nacidos alimentados con leche materna.

 

 

LECHE HUMANA CONSERVADA

Actualmente hay un renovado interés en alimentar con leche humana a los niños prematuros. Aunque la leche humana fresca contiene múltiples elementos que pueden mejorar la resistencia del niño a las infecciones, cuando ésta es almacenada o congelada, y cuando es tratada por el calor, los leucocitos activos se destruyen, y en el caso del calor, se desactivan las proteínas protectoras. Existe la necesidad de mejorar el método de tratamiento de la leche materna en los bancos de leche de los hospitales y clínicas.

 

Las enfermeras o las asistentas sociales en los hospitales pueden ser de gran ayuda para la madre primeriza, explicándole los aspectos fisiológicos de la lactancia, así como los de la relación suministro-demanda.

 

RECOMENDACIONES

A nivel hospitalario se recomienda que se realicen esfuerzos para eliminar los obstáculos que se pudieran presentar para la lactancia materna, uno de los cuales es la separación del niño de la madre durante las primeras 48 horas, y se debería permitir la lactancia materna de “libre demanda”.

 

A nivel comunitario se debe educar sobre la lactancia materna a todos los niños en edad escolar y estudiar la posibilidad de tener guarderías cerca de los centros de labores de las madres, con la finalidad de fomentar la lactancia de pecho.

 

FINALMENTE, Y A UN NIVEL MÁS GLOBAL, LA LACTANCIA MATERNA PUEDE SALVAR MUCHAS VIDAS EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO. LAS VENTAJAS ECONÓMICAS Y SANITARIAS DE LA LECHE MATERNA HACEN DE ELLA EL ALIMENTO ÓPTIMO TANTO EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO COMO EN LOS DESARROLLADOS.

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