TRATAMIENTO DEL SÍNDROME PREMENSTURAL

 

 

Junto a las plantas recomendadas aparecen otras no tan populares como la chiribita (Bellis perennis), raíz de zarzaparrilla (Smilax aspera), raíz de ñame (Discorea villosa) y la baya de sauzgatillo (Vitex agnucastus), así como la raíz de dong quai (Angelica sine) usada en medicina tradicional china.

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DIETA Y SUPLEMENTOS DIETÉTICOS

Carbohidratos refinados. En un estudio realizado sobre mujeres con alteraciones menstruales, se comprobó que tomaban hasta la mitad más de carbohidratos refinados que las que no padecían este problema. Los carbohidratos refinados son básicamente los azúcares y los cereales no integrales. Podemos citar el azúcar blanco o moreno, los bollitos o productos de pastelería, los dulces, las galletas, el chocolate, la miel, las frutas secas, los zumos de frutas, etc. El consumo de azúcar en las mujeres con alteraciones de la regla llega en algunos casos a ser hasta el triple que la mitad de la media de la población; por ello, si se hace un cálculo somero, se verá que conviene reducir este alimento como mínimo a la tercera parte.

 

Carne. Es preciso reducir su consumo. Las carnes no solo son ricas en grasas saturadas, sino que con excesiva frecuencia están adulteradas con estrógenos de uso animal, estrógenos que también tienen su efecto en la fisiología femenina.

 

Grasas saturadas. Hay que reducir el consumo de grasas saturadas. Por regla general, las grasas saturadas son las de origen animal como las presentes en la carne, la leche o los huevos, mientras que las insaturadas provienen del reino vegetal. Las grasas ricas en ácidos oleicos, linoleicos y linolénicos son bastante útiles y se encuentran en el aceite de oliva, de girasol o de lino de presión en frío.

 

Lácteos. Se recomienda además, disminuir en general el consumo de productos lácteos y valorar su calidad biológica. Las grasas de la leche pueden prevenir ciertas alteraciones menstruales, pero la manipulación de las vacas y la industrialización de la leche empeoran sensiblemente su calidad biológica. Debemos tener en cuenta que entre los distintos tipos de leche hay mucha diferencia; no es lo mismo una leche envasada, que dura meses y meses, que una leche recién ordeñada y hervida en casa. Las leches más procesadas son la condensada, la de larga duración y la leche en polvo. Las leches pasteurizadas y las que se agrian al cabo de pocos días son de la mejor calidad biológica. La leche de vaquería, que sale de las ubres y no de la botella, es sin duda la de mejor calidad, siempre y cuando estemos seguros de la buena crianza de las vacas, Aun así, debemos reducir en general el consumo de lácteos.

 

 

VITAMINAS Y MINERALES

 

 

Magnesio 

La deficiencia de magnesio es un hecho bastante frecuente en las sociedades modernas debido, entre otras razones, al monocultivo intensivo con abuso de fertilizantes y pesticidas. La deficiencia de magnesio suele causar un aumento del umbral a partir del cual se padece dolor. En un estudio realizado sobre mujeres con síndrome premenstrual se observó que la prescripción de magnesio reducía el nerviosismo, los dolores en los pechos y el aumento de peso de una forma muy significativa. Los alimentos más ricos en magnesio son: cereales integrales, algas, frutas, frutos secos, legumbres y verduras de hoja verde.

Vitamina A 

La vitamina A se forma a partir de los betacarotenos, pigmentos amarillos o anaranjados presentes en alimentos como la zanahoria. En general, son mucho más asimilables los betacarotenos que la vitamina A. Esta vitamina, al ser liposoluble (soluble en grasas), puede ser tóxica si se toma en dosis elevadas. Los betacarotenos, sin embargo, no presentan toxicidad por sobredosificación. Entre los alimentos más ricos en esta vitamina tenemos las zanahorias y los vegetales verdes.

Vitaminas del grupo B

Ya en 1940 se estableció una correlación entre la deficiencia de estas vitaminas y las alteraciones menstruales (específicamente en el caso de las alteraciones dolorosas y el exceso de menstruación). Cuando se pierde excesiva cantidad de sangre en la menstruación, los suplementos de vitamina B12 resultan necesarios para la formación de nuevos glóbulos rojos y la prevención de la anemia. Los alimentos más ricos en estas vitaminas son muy numerosos, ya que existen varias vitaminas en este grupo (B1, B6, B12, etc.).

Vitamina C 

El consumo regular de vitamina C mejora ciertos problemas de la menstruación como la menorragia o el síndrome premenstrual. Para que la vitamina C tenga una acción biológica más intensa, debe tomarse junto con unas sustancias denominadas “bioflavonoides”. En la mayoría de alimentos ricos en vitamina C están presente estas dos sustancias (como por ejemplo, en los cítricos). Por ello, la vitamina C de origen natural es más activa que las pastillas sintéticas de ácido ascórbico. La vitamina C estimula además la absorción de hierro y evita así la anemia, una de las consecuencias de numerosos problemas menstruales que cursan con el exceso de menstruación. Está presente en las frutas, en las verduras frescas y en algunas plantas medicinales.

Vitamina E 

Esta vitamina, denominada popularmente como la vitamina de la fertilidad y que químicamente es el alfa-tocoferol, también tiene un efecto beneficioso sobre las alteraciones menstruales. Se ha comprobado que reduce notablemente algunos síntomas asociados con la regla como el dolor de cabeza, la tensión nerviosa, la fatiga o la depresión. Alimentos como los aceites de presión en frío y las semillas oleaginosas, los frutos secos, el germen de trigo y los cereales integrales son relativamente ricos en vitamina E.

Vitamina K 

Es un elemento indispensable para mantener el equilibrio de la coagulación sanguínea. La toma de alimentos o de suplementos ricos en vitamina K puede mejorar las hemorragias menstruales excesivas o ciertos problemas premenstruales. Los alimentos ricos en vitamina K son la alfalfa, los aceites vegetales y las cerezas.

 

HIDROTERAPIA

La hidroterapia puede ser de gran ayuda para el tratamiento de muchas afecciones menstruales. Existen diversas técnicas recomendables para ciertos problemas, aunque hay una serie de características en común que deben tenerse en cuenta.

 

En primer lugar, hay que ser prudente en la utilización de agua fría, porque es excesivamente tónica y puede provocar procesos espásticos en la parte baja de la pelvis. En los procesos dolorosos del síndrome premenstrual o durante la regla, el agua fría debe utilizarse con moderación, ya que puede cortar la regla y aumentar la ansiedad y el nerviosismo. No conviene recurrir al uso de agua fría cuando se tiene la regla o el problema menstrual, pero sí puede utilizarse libremente en los períodos intermenstruales. De hecho, la duración clásica de las curas de hidroterapia era de 21 días, para que las mujeres pudiesen realizar el tratamiento termal entre regla y regla.

 

El agua caliente, por el contrario, es relajante y sedante, pero no beneficia cuando el problema se debe a una congestión en la pelvis, porque al dilatar las venas, puede retardar la aparición de la regla.

 

Baños de pies a temperatura alterna. Consiste en poner dos recipientes, uno con agua caliente y otro con agua fría. Se suele empezar con la fría (si no se tienen los pies fríos) remojándolos uno o dos minutos, para pasar al agua caliente durante dos o cuatro minutos; se practicará este cambio dos o tres veces, para acabar siempre con el agua fría. Este ejercicio estimula la circulación periférica (de las piernas) así como toda la circulación en la pelvis, que es donde desembocan las venas que recogen la sangre de las extremidades inferiores.

 

Baños de asiento. Los baños de asiento (en los que se sumergen los genitales y las nalgas) se aplican habitualmente con agua caliente a la que se han añadido plantas medicinales de acción descongestionante como corteza de roble, hamamelis, o llantén. Los baños vitales (baños de asiento fríos), deben reservarse para los períodos intermenstruales.

 

Caminar sobre el rocío. Si las circunstancias lo permiten, es muy útil caminar con los pies descalzos sobre el césped a primera hora de la mañana, antes de que el sol haya evaporado el rocío. Este tratamiento estimula el metabolismo general y la circulación. Cinco o diez minutos son suficientes. Si es invierno, después del ejercicio será conveniente secarse y abrigarse los pies.

 

FITOTERAPIA

Plantas emenagogas. El término “emenagogo” significa que facilita el inicio del flujo menstrual. Por lo general, la ausencia de menstruación o los retrasos se deben a una falta de tono en la musculatura uterina. Las plantas emenagogas tonifican esta musculatura cansada. Vamos a citar solo algunas de estas plantas:

a. La milenrama (Achilea millefolium) es de la misma familia botánica de la manzanilla y es quizás más específica que ésta en el tratamiento de la dismenorrea.

b. La retama negra (Sarothammus scoparius) es una de las plantas a utilizar en caso de hemorragias uterinas, por sus propiedades emenagogas y antihemorrágicas. Su principal alcaloide es la esparteína, que se usa también para regular las arritmias del corazón. Se trata de una planta de acción enérgica a utilizar con prudencia y bajo prescripción médica.

c. La ruda (Ruta graveolens) es la planta más conocida en el tratamiento de ciertas afecciones de la menstruación. Hay que ir con cuidado en la dosificación de la ruda, ya que se trata de una planta con acción emenagoga relativamente enérgica, que estimula y tonifica la musculatura uterina. Se recomienda especialmente en casos de reglas escasas o en períodos excesivamente largos, para facilitar la bajada de la regla. La ruda provoca espasmos, por lo que en casos de reglas dolorosas (producidas por espasmos) con un componente nervioso importante, el uso de ruda está contraindicado si no hay una prescripción médica específica para ello. Debido a su acción tónica uterina, está también absolutamente contraindicada durante el embarazo, ya que podría facilitar un aborto, y hay que tener en cuenta que no es tan fácil, en algunos casos, diferenciar un embarazo en sus fases iniciales de una amenorrea por otras causas.

d. La salvia (Salvia officinalis, S. sclarea) es una de las plantas más utilizadas en el tratamiento de afecciones menstruales. Se trata de una planta con toxicidad nula si se toma en forma de polvo o de infusión. El uso de aceite esencial de salvia se debería reservar al médico porque en dosis altas puede provocar convulsiones (la especie S. officinalis); algunos especialistas en fitoterapia recomiendan, en caso de utilizar los aceites esenciales, recurrir al de la salvia romana (Salvia sclarea), que no contiene thuyona, la sustancia que causa las convulsiones.

Plantas sedantes y antiespásticas

La melisa (Melissa officinalis) es un excelente espasmolítico (reduce el espasmo y la tensión muscular de origen nervioso). Su aceite esencial se usa en casos de amenorrea, de síndrome premenstrual y de todos aquellos procesos en los que el componente psíquico juega un papel importante.

 

Plantas antiinflamatorias

a. Las semillas de borraja (Borago officinalis), al igual que las de onagra, son ricas en ácido eicosapantenoico (EPA), un ácido graso que actúa sobre las prostaglandinas y reduce la inflamación y el dolor.

 

 

Las siguientes plantas contienen una proporción menor de estos ácidos grasos y su efectividad es más reducida:

b. La manzanilla (Matricaria chamomilla) ha sido utilizada desde hace siglos en el tratamiento de los problemas de las reglas. Su nombre latino de matricaria deriva de “mater” (madre, matriz, útero). Se emplea para tratar la dismenorrea y el síndrome premenstrual. Se trata de un remedio suave, de acción moderada, que en algunos casos puede resultar insuficiente, por lo que puede mezclarse con otras plantas de acción más enérgica. En estos casos se recomienda tomar la tisana bien caliente y beberla tranquilamente en pequeños sorbos.

c. La onagra (Oenothera biennis), planta prácticamente desconocida hace varias décadas, hoy en día es muy utilizada para diversos fines. Sus semillas son excepcionalmente ricas en ácido eicosapentanoico (EPA), un ácido graso de gran calidad y con altísimo interés terapéutico que actúa sobre unas sustancias denominadas prostaglandinas y reduce la inflamación y el dolor. El inconveniente de este producto es que es caro (las infusiones no son efectivas: hay que tomar el extracto graso de las semillas) y que se debe tomar en dosis elevadas y durante largos periodos de tiempo. No se trata, pues, de una planta medicinal en el sentido estricto de la palabra, sino de un suplemento dietético.

 

Plantas astringentes o antihemorrágicas

a. La bolsa de pastor (Capsella bursa-pastoris) a diferencia de las otras plantas antihemorrágicas citadas (la retama negra, el cornezuelo, la ruda), la bolsa de pastor no tiene problemas de dosificación ni toxicidad. Su actividad parece que se debe a la presencia de potasio y de compuestos derivados de la colina, e incluso se ha postulado que ciertos hongos que parasitan habitualmente esta planta podrían tener mucho que ver con esta acción sobre el sistema genital femenino. La bolsa de pastor se puede tomar en forma de tisana, poniendo dos o tres cucharaditas por taza y mezclándola habitualmente con otras plantas complementarias.

b. El senecio o hierba cana (Senecio vulgaris, S, Jacobea) recibe este nombre porque sus frutos presentan una pelusilla de color blanco. Su nombre se deriva de la palabra latina “senex” (viejo, senil) por la misma razón. Se trata de una mala hierba que puede encontrarse en los campos abandonados, en las cunetas o en los márgenes de los caminos. El senecio es rico en alcaloides como la senecionina, con una importante actividad antihemorrágica, por lo que se recomienda especialmente en las metrorragias. Sin embargo, algunos de sus alcaloides (de tipo pirrolizidínico) pueden tener toxicidad sobre el hígado si se utilizan durante períodos largos de tiempo. Solo puede administrarse por prescripción médica.

c. El pie de león (Alchemilla vulgaris) 

es quizás una de las plantas más conocidas para el tratamiento de los problemas menstruales. Su eficacia es parecida a la de la milenrama y pueden utilizarse indistintamente.  Aunque no sea una planta con una acción hormonal intensa, el pie de león estimula discretamente la formación del cuerpo lúteo al aumentar la liberación de la hormona LH, o luteotropina. Además, es una planta rica en taninos con acción astringente, por lo que se recomienda para preparar duchas vaginales en caso de metrorragias y flujos anormales, mezclándose en estos casos con otras plantas como la manzanilla, la salvia o la lavanda.

La lista de plantas útiles para estos problemas es extensísima, y para no extendernos demasiado la dejamos aquí.

 

Hay que tener en cuenta que la fitoterapia, y la medicina naturista en general, intentan mejorar la salud de manera global, por los que los tratamientos exclusivos para la amenorrea, la metrorragia o el síndrome premenstrual no pueden entenderse sin hacer una valoración general de la persona, tratando a la vez todos sus problemas o inquietudes. En este caso podríamos introducir plantas sedantes, las que se utilizan para mejorar la circulación, etc., por lo que la lista podría ser inacabable.

 

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