AVANCES DE LAS VACUNAS CONTRA EL COVID-19 Y SUS RIESGOSAS CONSECUENCIAS EN POBLACIONES DE ADULTOS MAYORES

 

La pandemia mundial que nos sorprendió en este año 2020 por causa del COVID-19, colocó a los gobiernos y a cientos de empresas y científicos alrededor del mundo, en una carrera prioritaria por crear una vacuna que brinde la esperanza de contener y erradicar el virus que tantos estragos ha causado y tantas vidas ha cobrado, que para el mes de septiembre de 2020, ya ha infectado a más de 27,6 millones de personas y ha cobrado la vida de casi un millón de personas en el mundo entero, según datos proporcionados por la Universidad John Hopkins de los Estados Unidos.

 

El proceso para la creación de una vacuna que sea segura, debe pasar por una fase preclínica en donde se pruebe la sustancia en animales, para posteriormente seguir con una fase I, cuyo ensayo se pruebe en un grupo menor de 100 personas; luego una Fase II,  cuya eficacia se pruebe en un grupo de entre 200 y 500 personas, para finalmente pasar a una fase III, que sea probada en una población de miles de personas, con pruebas aleatorias y comparaciones con placebos.

 

Para que la vacuna se pueda tener como segura, deben haberse culminado todas las fases, y actualmente, son pocas las empresas farmacéuticas que se encuentran más avanzadas en dichas fases, siendo las más adelantadas y esperanzadoras, las siguientes:  

 

- ChAdOx1 nCov-19 (Oxford- AstraZeneca): es la vacuna desarrollada por el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford en conjunto con el Laboratorio AstraZeneca, la cual en sus últimas fases obtuvo los resultados más alentadores hasta la fecha, produciendo anticuerpos neutralizantes en los pacientes voluntarios; sin embargo, el pasado 8 de septiembre de 2020, encontrándose en la fase III de pruebas en poblaciones de miles de personas, un paciente desarrolló una enfermedad grave, que ocasionó la suspensión momentánea de las pruebas, hasta que se realice una investigación independiente sobre el individuo para verificar las causas, y si hay o no, alguna relación con la vacuna.

 

- CoronaVac (Sinovac Biotech Ltd): vacuna desarrollada por la empresa China Sinovac Biotech Ltd, que entró en la última fase de pruebas en el mes de julio 2020, y ya ha sido suministrada a manera de ensayo, a decenas de miles de voluntarios, incluso a un 90% de los empleados de la empresa y sus familiares, como un programa de emergencia por el alto riesgo de exposición al virus; sin embargo, las respuestas inmunes fueron levemente menores en personas mayores, aun y cuando la empresa asegura   que la misma sí parece ser segura en ese sector de la población.

 

- Sinopharm: desarrollada mediante dos proyectos independientes chinos, a través del Instituto de Productos Biológicos de Wuham y el Instituto de Productos Biológicos de Pekín, junto con la farmacéutica estatal Sinopharm; basadas en un virus inactivado.

 

- Gam-COVID-Vac (apodada Sputnik V): desarrollada por el Instituto de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, de Rusia. Ha sido la primera vacuna en ser registrada a nivel mundial en fecha 11 de agosto de 2020 por el Ministerio de Salud de Rusia, lo cual generó controversia a nivel mundial por cuanto no se habían publicado aún los resultados del cumplimiento de todas las fases, con lo cual no está aún demostrada su eficacia y seguridad.

 

- mRNA-1273 (Biotecnológica Moderna Inc.): es la vacuna desarrollada por la empresa farmacéutica estadounidense Biotecnológica Moderna Inc., que se trata de un “pequeño fragmento del código genético del coronavirus”, capaz de provocar una respuesta inmunitaria. Actualmente, a inicios del mes de septiembre de 2020, entró en la fase final de pruebas, en donde de comprobarse resultados seguros y eficaces, podría estar disponible a finales del año 2020, para su uso generalizado.

 

- BioNTech-Pfizer: es la vacuna desarrollada por la empresa alemana BioNTech y la estadounidense Pfizer Inc., con cuatro variantes que consisten en un ARN mensajero sintético, cuyos fabricantes creen que es segura y podrán demostrar su eficacia por considerarla casi perfecta, a lo que consideran podrían estar obteniendo la aprobación regulatoria de emergencia para octubre de 2020. 

 

Ahora bien, vemos que son pocas las vacunas que han alcanzado a esta fecha la última fase probatoria; pero aparte de la carrera por su desarrollo y aprobación final, otra de las grandes preocupaciones es sobre si serán capaces de proteger a la población más vulnerable, la cual es la de la tercera edad, por tener un sistema inmunitario más frágil que pudiera ser perjudicial ante inoculaciones en contra de virus.

 

A este respecto, se generaron unas declaraciones devastadoras por parte del empresario estadounidense Bill Gates, sobre las cifras de mortalidad que ineludiblemente asegura traerán consigo las aplicaciones de las vacunas que se creen para atacar la pandemia del SARS-COV2. Este multimillonario empresario, creador de Microsoft, ha financiado con cientos de millones de dólares, al menos 7 proyectos de vacunaciones, con el objeto de acelerar el tiempo de las investigaciones, para finalmente escoger las dos mejores y crear la fábrica que las produzca. Sin embargo, advirtió que las vacunaciones actuales no funcionan en la población de ancianos, lo cual asegura traerá consigo muchas muertes; por lo que según él, lo ideal será crear una vacuna que produzca una “menor cantidad de muertes posibles”, siendo el mejor escenario según su criterio, al menos 1 muerte entre cada 10 mil personas vacunadas, lo que se traduciría en casi 800 mil muertes alrededor del mundo. Este devastador escenario sin duda alguna no parece ser la solución al problema.

 

Vemos así, que la titánica tarea por desarrollar la vacuna, lleva consigo no solo el problema de que se logre una que sea eficaz y segura para inmunizar a la población, que de paso trae consigo, un riesgo de porcentajes de mortalidad; sino además, que la misma se logre producir en un tiempo mucho menor del habitual para este tipo de proyectos científicos, y que su producción sea en una escala sin precedentes y en tiempo record, capaz de abarcar la población mundial. Una vacuna verdaderamente eficaz, debería ser aquella que cumpla con todas las fases probatorias y sea capaz de proteger e inmunizar a toda la población, sin riesgos de mortalidad.

 

Por ello, parece entonces, que debemos concluir que al menos por ahora, una vacuna no será la solución al problema mundial que hemos tenido que enfrentar en este 2020; ya que, posiblemente, la solución tan esperada sobre una vacuna, no sea la verdadera solución. Por ello, tal vez simplemente debamos aprender a vivir y valorar el presente, y reaprender un nuevo modo de vivir, en donde las medidas diarias de seguridad formen parte de una nueva cultura mundial, sumado a un empoderamiento mental, en el que creamos y nos reafirmemos, que ningún virus puede vencernos, ya que nuestro poder creador mental, nos permitirá manifestar salud en la realidad de nuestras vidas. Al apartar el temor y llenarnos de confianza, minimizando el poder que el virus nos ha querido hacer creer que tiene, podremos crear nuestra propia vacuna mental y aumentar la fortaleza de nuestro sistema inmunitario, y así, no habrá virus que pueda afectarnos. 

 

 

 

Fuentes de información:

bbc.com

ondacero.es

ambito.com

elcomercio.com

lanacion.com.ar

telegraph.ph

 

02/12/2020

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