DISMENORREA, PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

 

Más de la mitad de las mujeres sufren dismenorrea, un dolor sordo que suele centrarse en la parte media inferior del abdomen y que irradia hacia la parte inferior de la espalda o los muslos. Las mujeres que tienen la menstruación experimentan espasmos a cualquier edad.

 

Aunque el dolor es leve en algunos casos, otras mujeres sufren un malestar intenso que a veces interfiere de manera notable en sus actividades diarias durante varios días cada mes.

 

CAUSAS

Existen dos tipos de dismenorrea:

Primaria. Cuando no existe una anomalía específica que la explique.

Secundaria. Cuando el dolor es causado por algún problema ginecológico subyacente como endometriosis, tumores, fibromas, o una infección en la pelvis.

 

La probabilidad de que una mujer tenga espasmos de dolor aumenta si:

- Tiene una historia familiar de ciclos dolorosos.

- Lleva una vida con mucha carga de estrés.

- No realiza suficiente ejercicio.

- Consume cafeína.

- Tiene una enfermedad inflamatoria pélvica.

 

 

SÍNTOMAS

Aparte de los espasmos dolorosos que se describieron al principio y que suelen duran dos o tres días al principio de cada ciclo menstrual, a veces también se presentan náuseas, vómitos, diarrea, irritabilidad, sudoración o vértigo.

Muchas mujeres manifiestan que los períodos dolorosos desaparecen después de haber tenido su primer hijo, probablemente debido a un estiramiento de la abertura del útero o porque el parto mejora el aporte sanguíneo y la actividad muscular del útero, aunque esto no sucede en todos los casos.

 

 

PREVENCIÓN

- Evitar la cafeína, el alcohol y el azúcar antes del inicio de la menstruación.

- En casos muy agudos, tomar antiinflamatorios no esteroideos el día anterior a la menstruación para eliminar los espasmos dolorosos.

 

TRATAMIENTOS

 

Terapia nutricional

Los siguientes cambios dietéticos contribuyen a prevenir o tratar el dolor menstrual:

- Aumento de la ingesta de productos dietéticos como fibra, calcio, alimentos derivados de la soya, frutas y vegetales.

- Disminución del consumo de alimentos que exacerban el síndrome premenstrual, entre los cuales se incluyen la cafeína, la sal y el azúcar.

- Abandonar el consumo de tabaco. Está demostrado que su consumo empeora los espasmos dolorosos.

- Tomar diariamente suplementos multivitamínicos que tengan dosis elevadas de magnesio y vitamina B6 (piridoxina), así como suplementos de semillas de lino (linaza). Muchos estudios avalan que la ingesta de estos nutrientes alivian los espasmos.

 

Fitoterapia

Los fitoterapeutas recomiendan los siguientes remedios herbales:

Dongquai (Angelica sinensis) para las mujeres con dolor menstrual típico.

Regaliz (Glycyrrhiza glabra) para la distención abdominal y los espasmos dolorosos.

Cimicufuga racemosa para aliviar el dolor menstrual y mejorar el estado de ánimo y la depresión asociada al trastorno.

 

Yoga

Existen varias posturas de yoga que se usan como método para mejorar el dolor menstrual.

 

Actividad física

El ejercicio es una excelente manera de reducir el dolor de los espasmos menstruales ya que estimula la secreción de endorfinas, sustancias analgésicas naturales del organismo.

 

Otros tratamientos alternativos

La acupuntura y las plantas chinas son tratamientos alternativos muy recomendados para los espasmos dolorosos. La aromaterapia y los masajes mejoran el dolor en algunas mujeres. En otros casos, encuentran alivio en las visualizaciones, la concentración del dolor en un color particular y la obtención del control de las sensaciones. En algunos casos, tan solo con cambiar la posición del cuerpo mejora la sensación de los espasmos; la técnica más simple es adoptar la posición fetal, con las rodillas dobladas y pegadas al tórax mientras se sostiene una compresa caliente o una almohada contra el abdomen. Además, el orgasmo puede hacer que cese el dolor ya que libera la tensión de los músculos pélvicos.

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