El ORÍGEN DE LA ARTROSIS Y SU TRATAMIENTO

 

 

Dra. Ana María Lajusticia

Licenciada en Ciencias Químicas

ESPAÑA

 

 

 

 

Cuando usted está sentado, el peso de su cabeza y del cuerpo, están gravitando sobre los cartílagos de su columna y también sobre los de las caderas. Cuando se pone de pie, además está aplastando los de las rodillas y los de los pies; durante las labores diarias, está desgastando las articulaciones de los hombros, codos y manos; y precisamente cuando se acuesta, las “rodajas” de cartílago de su columna y los demás de su cuerpo, al dejar de pesar sobre ellos, están en la mejor posición mecánica para regenerarlos. Ahora bien, ello solo es posible, si la sangre les lleva los materiales con los que se fabrica cartílago nuevo, es decir: Proteínas, Magnesio y Vitamina C.

 

 

 

TIEMPO QUE DURA EL TRATAMIENTO

En la artrosis la regeneración del cartílago con el tratamiento adecuado, dura de uno a dos años, según la edad.

 

Una persona con una artrosis notable de menos de treinta y cinco años, si no tiene huesos descolocados, en un año aproximadamente, suelen manifestar que se encuentran bien.

 

Cuando se tiene más edad, la mejoría se aprecia entre los 4 a 10 meses y la regeneración del esqueleto dura unos dos años o dos años y medio en las personas de bastante edad.

 

La lentitud del proceso se debe a que la regeneración del cartílago y los huesos es de unos dos años en el adulto; por ello, no se pueden pedir mejorías rápidas.

 

En ocasiones, cuando la persona tiene una deficiencia severa de magnesio, al ingerir este mineral, en cuestión de semanas le desaparecen los otros síntomas que origina la carencia de este elemento y mejor si además de magnesio se toma lecitina, pues este alimento rico en fósforo es ideal para el sistema nervioso y para la remineralización del esqueleto.

 

En los que tienen una deficiencia severa de magnesio, muchas veces se puede apreciar que hacen mal las digestiones y siempre están con problemas en el sistema nervioso, la lecitina complementa el efecto beneficioso de aquel mineral.

 

Cuando hay escoliosis o hiperlordosis, es decir, la columna se curva lateralmente o “entra” demasiado en la cintura, entonces el desgaste de los discos es desigual al no ser paralelas las superficies de las dos vértebras entre las que se encuentran. El problema, entonces, no alcanza una total solución, pero al crecer algo el cartílago, aumenta siempre la separación de los huesos con lo que disminuyen los riesgos de pinzamientos y, además, la lubricación siempre se mejora.

 

Cuando la artrosis afecta singularmente a la región cervical, las tracciones y una gimnasia que tiende a separar las vértebras y a fortalecer los músculos del cuello son una ayuda muy interesante. También son beneficiosos los masajes bien hechos, que relajan y dan tono a los músculos de la espalda.

 

La artrosis de pies y rodillas debe tratarse, además, con un régimen correcto y la ayuda del magnesio si hay deficiencia del mismo, con baños tibio-calientes de agua, en la que se ha añadido sal marina sin refinar y cloruro de magnesio. Si hay várices, es muy importante que los baños no estén calientes, sino a la temperatura del cuerpo. Es ideal secarse después al calor de una estufa o con un secador de pelo, teniendo muy presente que el agua con sal es conductora de corriente eléctrica, y tomando las precauciones de no enchufar el aparato con los pies desnudos sobre el suelo o las manos mojadas, por si estuviera estropeado e hiciera un mal contacto.

 

La artrosis que afecta a las caderas es la más difícil para aliviar el dolor, y quizá la de más lenta respuesta al tratamiento. Este hecho se debe a que como se puede apreciar en las radiografías, el fémur se encuentra empotrado en el coxal y una zona de hueso tiene aspecto destruido; hemos de tener en cuenta que por este hecho, donde son más necesarios los materiales que lleva la sangre para reconstruir el hueso, el cartílago y fabricar el lubricante, es donde hay menos riego sanguíneo debido precisamente a la degeneración del hueso y que no hay paso en la coyuntura de la articulación. Es aconsejable para estas personas que al año de seguir el tratamiento, empiecen a mover las articulaciones echados boca arriba en la cama y, sin forzar, paulatinamente, vayan consiguiendo un mayor movimiento y separación de las piernas. Luego, es ideal a los dos años darse baños de mar donde las aguas no sean frías y, en con el baño, conseguir una mayor movilidad.

 

Este modo de ayudar al tratamiento, tiene tres ventajas: una, que al estar flotando en el agua, se hacen los movimientos sin aplastar la cabeza del fémur; la segunda resulta de que los baños marinos tibios son muy beneficiosos por el aporte de minerales -entre ellos el magnesio- que tiene el agua de mar, y que se absorben por ósmosis a través de la piel; y la tercera es que los baños de sol son muy buenos para la calcificación de los huesos, porque los rayos ultravioleta permiten al organismo humano formar vitamina D, pero aun siendo tan buenos, deben tomarse con moderación.

 

De hecho, los reumatólogos han llegado a la conclusión de que el mejor tratamiento para la artrosis es la balneoterapia. Debemos puntualizar que estos baños van bien cuando las aguas son ricas en magnesio y, prácticamente, no ayudan nada si no llevan este mineral.

 

Los baños de arena caliente también son beneficiosos para la artrosis y todos los problemas a que se ha estado haciendo referencia.

 

Por otro lado, es extraño comprobar que casi la totalidad de los médicos que tratan la artrosis, no indagan sobre cuál es la alimentación que siguen sus pacientes, y eso es lo principal, pues el magnesio, sea tomado por vía oral o por ósmosis en los baños, no puede resolver el desgaste de los huesos y los cartílagos si la dieta no aporta las proteínas necesarias para la fabricación del colágeno y de las otras proteínas que le acompañan; tampoco se conseguirá la solución del problema si hay una carencia de vitamina C.

 

 

 

NOTA EDITORIAL:

Si desean más información sobre todos los trastornos de la artrosis y su tratamiento, les recomendamos adquirir el libro “La artrosis y su solución” de la Dra. Ana María Lajusticia, en la librería de su preferencia.

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