OTORREA: SUPURACIÓN DE OÍDOS

 

 

 

 

La supuración de los oídos u otorrea, es cuando se produce dentro del conducto auditivo externo un material líquido que puede tener variadas características: mucoso, seroso, hemorrágico, fétido, etc.

Cuando un paciente se presenta a la consulta con secreción de oídos, es muy probable que lo único que podamos ver en un primer momento es el conducto auditivo externo lleno de secreciones y nada más, por lo cual se tendrá que hacer la evaluación pertinente para establecer un diagnóstico.

La supuración que sale del oído es signo de infección, incluso si no se siente dolor. Cuando el pus se acumula en el oído medio, causa dolor y fiebre.

Cuando los niños (que son los que están más expuestos a este tipo de problemas) no reciben tratamiento para la infección, el tímpano puede perforarse y expulsar pus a través del oído; en ese caso sentirá menos dolor porque disminuye la tensión al eliminar el pus.  Si cede la fiebre y otros síntomas, pero no puede oír bien, tal vez tenga el tímpano ya perforado. Esta perforación generalmente se cierra espontáneamente, pero si no sucede así, la supuración del oído persiste y se compromete su capacidad auditiva. En ocasiones, la infección puede extenderse del oído a la mastoides (ubicada detrás de la oreja) o al cerebro, produciendo la temida meningitis.

CAUSAS

Una otitis media aguda se inicia por la acumulación de moco, y cuando éste se contamina, se produce un depósito de material purulento; entonces, por isquemia, el tímpano se rompe, el material sale (supura) al conducto auditivo externo, el tímpano no se repara y el oído generalmente se cura. Estas etapas no son más que los cuatro estadios de las otitis media aguda: congestión, supuración a tímpano cerrado, supuración a tímpano abierto y reparación.

Las mencionadas etapas se pueden observar cuando el niño está resfriado y luego de algunos días comienza la fiebre alta, dolor, diarrea o vómitos, y todo este cuadro mejora con la otorrea (supuración del oído). Pero, si la infección se asienta sobre un tímpano perforado, la historia es completamente distinta, ya que los episodios de otorrea se dan de la manera más caprichosa; se resfría y sale pus por el oído. Esto suele ocurrir de manera más recurrente en el verano cuando mete la cabeza bajo el agua en el mar o en una piscina. También puede darse el caso en donde el niño está de lo mejor y la mamá detecta la otorrea porque ve sucia la almohada, pero el niño no tiene ningún tipo de síntomas.

Se puede clasificar y tratar el problema de oído según el tiempo que esté supurando. Un oído que haya supurado por dos semanas o más, se considera otitis media crónica. Un oído que supura por menos de dos semanas, se considera otitis media aguda.

 

PREVENCIÓN

  • Es importante alimentarse de manera correcta durante el proceso de la infección para evitar complicaciones.
  • No fumar porque hace que el proceso de curación de las heridas sea más lento, debido a que los pequeños vasos sanguíneos se contraen, disminuyendo las cantidades de oxígeno y nutrientes que fluyen hacia la herida.
  • Si la persona es diabética, debe mantener los niveles de glucosa normales.

REMEDIOS CASEROS

  • Cubra la parte exterior del oído con un apósito estéril con la forma del contorno del oído y fíjelo en el lugar con una cinta, pero no muy apretado.
  • No bloquee ninguna supuración que provenga del oído.
  • No trate de limpiar o lavar el interior del conducto auditivo externo.
  • No intente retirar un objeto extraño hurgando con hisopos o cualquier otro instrumento, pues corre el riesgo de introducir el objeto más adentro y dañar el oído medio.
  • No introduzca pinzas en el conducto auditivo externo.

 

COMPLEMENTOS NUTRICIONALES

  • Ingiera una tableta de vitamina C de 1000mg para elevar su sistema inmunitario y protegerlo de infecciones.
  • Colocar en un vaso el contenido de un sachet de cloruro de magnesio con zinc y agregar el jugo de un limón; luego, añadir medio vaso de agua. Tomar una dosis en ayunas y otra al acostarse.

 

29/12/2020

 

 

 

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