PRIMEROS AUXILIOS EN CASOS DE CONVULSIONES

 

 

 

Las convulsiones son contracciones bruscas e involuntarias de los músculos, en particular de los brazos y las piernas.

 

Existen tres tipos de convulsiones:

1. Tónicas. Consisten en contracciones musculares más o menos prolongadas que producen rigidez en todo el cuerpo o en una parte de él.

 

2. Clónicas. Que son provocadas por una serie de sacudidas musculares más o menos frecuentes, rápidas o rítmicas, como consecuencia de la vertiginosa alternancia de contracciones y relajaciones de los músculos afectados.

 

3. Tónico-clónicas. Que tienen caracteres intermedios entre las otras dos anteriores.

 

Primeros auxilios

1. El paciente debe ser acostado inmediatamente en la cama, en posición supina (boca arriba), procurando que la cabeza esté más elevada que el resto del cuerpo.

 

2. Se deben desabrochar las prendas de vestir que puedan oprimirle, con objeto de facilitar al máximo la circulación y la respiración.

 

3. Vigilar constantemente al paciente, controlando todos sus movimientos, para evitar que pueda lastimarse. Es conveniente cogerlo por las muñecas y las piernas, para obstaculizar, pero no impedir totalmente, la convulsión. Se debe evitar, en la medida de lo posible, los métodos de contención de las convulsiones.

 

4. Colocar un pañuelo doblado, un mango de cuchara recubierto de gasa, un lápiz, etc., entre los dientes del enfermo, para procurar que no se muerda la lengua durante la convulsión de los músculos maxilares.

 

5. No se debe administrar ninguna bebida hasta que no haya recuperado el conocimiento para evitar que el líquido provoque atoro al penetrar por la laringe.

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