PROBIÓTICOS MEJORAN EL SISTEMA DIGESTIVO SOLO EN ALGUNOS CASOS

Los probióticos, son conocidos como organismos vivos microscópicos, que cuando ingresan al cuerpo, pueden permanecer vivos en el sistema digestivo, ayudando en algunos casos a mejorar la flora intestinal. Algunos alimentos que tienen presentes estos microorganismos, son el kéfir, el yogurt fresco, el chucrut, y algunos otros productos fermentados de origen lácteo.

Estos probióticos, se han vuelto muy codiciados a nivel mundial, ya que se ha creído que proporcionan ciertos beneficios, encontrándose el de mejorar la salud digestiva como el más popularmente conocido. Pero además, se ha creído que pueden coadyuvar en la pérdida de peso, mejorar el sistema inmunológico, mejorar el aspecto de la piel y hasta mejorar la salud mental, lo que los ha hecho de uso muy común, por millones de personas.

Tan popular se ha vuelto su consumo, que hasta las compañías las han fabricado en forma de pastillas y suplementos dietéticos de muy fácil acceso.

Por tal motivo, la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA por sus siglas en inglés), realizó un exhaustivo estudio sobre los probióticos y su verdadera incidencia en el sistema grastrointestinal del ser humano, basados en la necesidad de orientar a esas millones de personas que los usan, a veces, de manera ignorante.

El estudio de la AGA, arrojó unas pautas clínicas, publicadas en junio de 2020, a través de las cuales señaló en líneas generales, que no hay fundamentos suficientes para que sea indicado el uso de los probióticos en la mayoría de las afecciones gastrointestinales, sino que su uso solo tiene respaldo suficiente para casos muy específicos, como por ejemplo en casos de bebés nacidos prematuramente con bajo peso, en donde los probióticos pueden ayudarlos a ganar más peso; y también para reducir el riesgo de infección de colon producto de una bacteria llamada clostridium difficile, en personas que toman antibióticos. Asimismo, algunos probióticos pueden ayudar a controlar el riesgo de desarrollar pouchitis, que es una inflamación de la bolsa ileal en pacientes sometidos a colectomía tras una colitis ulcerosa.

Pero en cambio, la AGA encontró que, aun y cuando en algunos casos son seguros los probióticos, pues en otros casos los microorganismos que los conforman, pueden causar daños a las bacterias vivas presentes en el organismo, como por ejemplo alterando la estructura de los microbios intestinales propios del organismo, o alterando las bacterias vivas gastrointestinales en aquellos casos de personas con un sistema inmunológico débil. Expresan en su guía, que “pacientes que toman probióticos para la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o el síndrome del intestino irritable (SII), deberían considerar dejar de hacerlo; señalando que tampoco son útiles para niños con diarrea infecciosa”.

Por tal razón, la AGA considera que los probióticos no deben ser recomendados de manera libre e indiscriminada en cualquiera de sus presentaciones; sino que siempre debe existir una consulta médica de por medio, con suficiente sustento científico para su prescripción, ya que sus beneficios o resultados, pueden variar completamente de acuerdo a las circunstancias en que se emplee; a saber, el tipo de probiótico suministrado, la cantidad y el padecimiento en sí que se pretende tratar y hasta incluso variar los resultados de un paciente a otro.

 

 

Fuentes de información:

todo-mail.com

alimente.elconfidencial.com

 

 

17/03/2021

 

 

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