RENUÉVATE EN PRIMAVERA

 

 

 

Dr. Pablo Saz

Doctor en medicina

Médico naturista

ESPAÑA

 

Las sustancias tóxicas para el organismo se encuentran en todo lo que nos rodea: el medio ambiente, los alimentos, el agua, etc. Sin embargo, con los años la capacidad de respuesta y de adaptación del organismo ha mejorado para poder sobrevivir. Muchas personas también han aprendido además a identificar estos tóxicos para no ingerirlos o no exponerse a ellos.

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Pero hoy, la capacidad de reacción del organismo resulta insuficiente ante la avalancha de elementos tóxicos que la industria vierte a diario al medio ambiente. Los alimentos también se ven afectados por las sustancias nocivas -plaguicidas, hormonas- que se emplean en la ganadería y la agricultura.

 

Pero no solo eso. Vivimos en una sociedad de abundancia, donde se compran alimentos muy concentrados, poco frescos, manipulados industrialmente y en gran cantidad; ese abuso sobrecarga el organismo y cuando caemos enfermos no escuchamos la llamada del cuerpo. En vez de darle al organismo lo que pide -descanso y dieta líquida-, la mayoría de personas busca algún fármaco que corte la situación de raíz y permita volver a la acción exponiéndose a un estrés sistémico y metabólico.

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ALIGERAR LA CARGA

Cuando el organismo se encuentra expuesto a agentes agresores externos e internos, se activan sus mecanismos de depuración por cinco vías y órganos principales: el hígado, los riñones, los pulmones, la piel y la linfa.

 

Como ya señalaron hace siglos los médicos chinos, cada una de las vías depurativas predomina en una estación. Así, primavera es la estación del hígado, cuya tarea se ve reforzada por numerosas plantas amargas como el cardo mariano, diente de león, achicoria y hercampuri. En verano, el calor estimula la sudoración y fuerza la función de la piel, por eso la naturaleza ofrece lo agrio. Al final de esta estación y para ayudar al sistema linfático, la fruta dulce aparece en abundancia. En otoño el pulmón ocupa el papel estelar, que se potencia gracias a los sabores fuertes y picantes. Por último, el frío del invierno aumenta la labor de los riñones, que puede facilitarse incrementando el consumo de agua y de comida salada que estimula la sensación de sed.

 

Al realizar una cura depurativa es importante tener en cuenta todos los sistemas de eliminación. Cuando se experimenta una crisis o una dolencia, el cuerpo tiende a elegir un órgano para generar una mayor descarga. También se apoya en las demás vías de eliminación de que dispone y las pone en marcha durante el proceso de la enfermedad con la intención de facilitar la depuración del organismo y ayudar al órgano o sistema que tiene problemas, facilitándole la eliminación de sustancias nocivas que provocan o agudizan la enfermedad.

 

Preparar un plan de depuración es una buena forma de prevenir estas reacciones agudas del organismo. Aunque es preciso señalar que a veces este proceso depurativo puede imitar la reacción aguda de eliminación o la enfermedad y producir diversas molestias pasajeras como dolor de cabeza, cansancio, insomnio, náuseas, diarreas, erupciones en la piel, mal aliento, pérdida significativa de peso y, en algunos casos, incluso estados febriles.

 

LA EFICACIA DEL AYUNO

Realizar una cura de depuración es una forma de prevenir los problemas de salud. Tanto en el ayuno como en las curas depurativas, el principio básico es la preparación mental en cuanto al conocimiento de lo que se va a realizar, pues se trata de un proceso fisiológico natural que tiene como objetivo sembrar salud para recogerla durante los próximos meses.

 

El agua pura y de calidad es una de las principales fuentes de desintoxicación y, en ocasiones, las aguas minerales medicinales como las sulfatadas, magnésicas o las sulfuradas, pueden ser un apoyo magnífico para los tratamientos de desintoxicación.

 

En una cura depurativa, también se pueden ingerir alimentos fermentados probióticos como el miso y el chucrut, los cuales contienen bacterias productoras de ácido láctico no alcohólico que mejoran la digestión y regulan la flora intestinal descompensada. Algunas bebidas como la chicha de maíz jora (bebida fermentada) ayudan a reducir la actividad del cesio radioactivo y combatir la presencia de otras sustancias tóxicas en el organismo.

 

En una propuesta de depuración conviene tener en cuenta al ayuno como técnica principal, que puede ser más o menos estricto, en función de cada persona.

 

La depuración

• Aumenta nuestro nivel de energía.

• Favorece la relajación y se duerme mejor.

• Mejora la agilidad mental y eleva las defensas naturales.

• Renueva la piel, la vuelve tersa y radiante.

 

Ayuno Buchinger: para los principiantes, el ayuno modificado tipo Buchinger, que se prolonga durante tres días, es el más apropiado. Este ayuno consiste en tomar a las 9 de la mañana un zumo de naranja y una infusión (romero, menta o canela) con miel de abeja o panela. A las 12 del mediodía, un caldo de verduras a base de ajo, cebolla, poro, apio, acelga, espinaca, pimiento, laurel, achicoria y alcachofa. Hacia las 7 de la noche, una infusión, y una hora más tarde un poco más de caldo. Estos días de ayuno pueden acompañarse de una dosis de Magnesol con jugo de limón al acostarse, sobre todo si se padece de estreñimiento.

 

Ayuno del doctor Lützner: otro tipo de ayuno similar al anterior consiste en tomar por la mañana una infusión, adecuada a los problemas de cada persona. Entre horas conviene tomar abundante agua mineral y oca-sionalmente chupar rodajas de limón. Al mediodía se puede beber un zumo de vegetales crudos o un caldo de verduras, mientras que a media tarde se recomienda tomar otra infusión. Por la noche basta tomar un caldo caliente de verduras con una rodaja de kion o una infusión.

 

CUIDAR EL HOGAR

Sacar los trastos viejos e inservibles que se acumulan en las casas es un símbolo de renovación. Y es que para realizar una depuración a fondo no solo debemos depurarnos nosotros, sino también aligerar el entorno en que vivimos. Mantener la casa bien ventilada es uno de los hábitos más sencillos y eficaces en este sentido. Basta con ventilar cada habitación durante 15 minutos al día de manera que el aire seco del exterior contraste con el aire húmedo que se concentra en el interior de la casa; de esta forma evitaremos la proliferación de moho, hongos y ácaros.

 

La renovación de los armarios y cajones que trae la primavera es tan práctica como higiénica. Las esencias, los perfumes y los productos químicos de limpieza también pueden sobrecargar el organismo de sustancias tóxicas, por lo que conviene moderar su uso.

 

CURAS DEPURATIVAS

El ayuno es el método más eficaz para depurar el organismo a fondo y por eso deberíamos cultivar esta práctica, pero existen otros métodos de curas depurativas que indudablemente también son eficaces como las de frutas y vegetales enteros, los cuales se consumen como único alimento.

 

Cura de verduras o frutas: es una cura depurativa muy efectiva al inicio de la primavera. Se realiza a base de ensaladas amargas con ingredientes como el diente de león, achicoria y alcachofa. Si la cura se quiere llevar a cabo en los meses de verano, por ejemplo, es preferible optar por una cura de frutas a base de manzana, pera y mandarina.

 

Cura de zumos: las dietas a base de zumos o extractos no contienen prácticamente ningún aporte graso, tienen pocas proteínas y sodio, con lo cual evitan la retención de líquidos y favorecen la diuresis. Para obtener un buen resultado y aporte nutricional, los zumos deben hacerse en casa y con productos orgánicos, vale decir, deben ser de procedencia biológica, especialmente si se van a consumir de frutas y verduras. Algunas combinaciones muy efectivas son: zanahorias, betarragas, apio y hojas de diente de león; manzana, pepino, zanahoria y limón.

 

Monodietas: son curas practicadas con un único alimento. Entre las más comunes cabe señalar la de uva, manzana, arroz integral o naranja. La ventaja de este tipo de dieta es que ayuda a perder peso rápidamente, mejora la digestión y disminuye el apetito. Se trata además de una dieta muy cómoda porque se ahorra tiempo al momento de comprar y prepararlos. La monodieta puede realizarse el viernes y durante el fin de semana.

 

EJERCICIOS DE YOGA, UN BUEN ALIADO

Los ejercicios en general potencian la depuración de nuestro sistema porque mejoran el consumo de oxígeno y la eliminación de sustancias de desecho por parte de los tejidos a través de la piel a la vez que se potencializan las funciones de nuestros órganos. El yoga aporta al mundo una serie de ejercicios que ayudan a movilizar los desechos de nuestro cuerpo.

 

Ejercicios de respiración: el pranayama es una técnica de ejercicio de respiración que ayuda a liberar la mente de tensiones y al cuerpo de desechos. Para realizarla, busca un lugar tranquilo y de preferencia al aire libre frente a un árbol o arbusto de hojas frondosas y vitales. Relaja tu cuello y hombros. Toma conciencia de tu respiración, solo siente cómo el aire ingresa y sale por tus fosas nasales. Si te dejas llevar, sentirás cómo -con cada respiración- te recargas de energía.

 

Saludo al sol: uno de los ejercicios más completos y sencillos es realizar todos los días el saludo al sol. Este consiste en una serie de movimientos que se conoce como yoga dinámico y que se realiza mirando al sol por las mañanas. Los hindúes aseguran que, al practicarlo, el “prana” (energía vital de nuestro cuerpo) puede circular libremente por todo nuestro organismo, previniendo y combatiendo las enfermedades. No obstante, en caso de padecer una enfermedad aguda, tener fiebre, síntomas de astenia o can-sancio, se aconseja no realizar ningún tipo de ejercicio y reposar.

 

Limpieza nasal a fondo: la limpieza nasal es una técnica higiénica y depurativa del yoga. Consiste en limpiar a fondo la nariz y los senos frontales. Para hacerla, se disuelve una cucharadita de sal marina en un litro de agua tibia. Se llena con el agua una tetera pequeña que tenga una boquilla o pico que se pueda ajustar a la fosa de la nariz. Si no tiene esta forma, es preferible elegir una pera de goma para lavativas que se use solo para la limpieza nasal. Se coloca la tetera en una fosa nasal y se inclina la cabeza hacia el lado contrario. Si se trata de una pera, esta debe apretarse muy despacio. Nótese cómo cae el agua por la otra fosa nasal. Finalmente se secan las fosas y los senos nasales, sonándose la nariz en diversas posiciones durante dos minutos. Es aconsejable efectuar la limpieza por la mañana, al levantarse.

 

LAS VIRTUDES DEL BAÑO DE VAPOR

Los baños calientes como el de vapor, el baño turco o el temascal mexicano, entre otros, han sido considerados por mucho tiempo como parte de las ceremonias o ritos religiosos de purificación y renacimiento.

 

El calor que produce sofoco y la oscuridad son algunas de las características de estas prácticas. Pueden producir cierta incomodidad como dificultad para respirar, angustia y temor, cuyo trasfondo son conflictos del cuerpo y del alma que al final tienen su recompensa. Todas estas técnicas deben realizarse con prudencia, especialmente en aquellos que sufren de presión arterial elevada o alguna afección cardiovascular. Nunca debe forzarse el tiempo ni la temperatura.

 

Para llevarlas a cabo correctamente, se requiere no más de unas dos horas con intervalos de descanso (de diez a quince minutos de exposición por otros quince de descanso), luego secarse bien y abrigarse. Es preferible realizarlas tres horas después de haber comido y debe seguirse los siguientes pasos:

 

* Ducharse previamente con agua caliente y frotarse bien con una esponja vegetal para activar la circulación sanguínea.

* Luego de cada exposición tomar una ducha fría o sumergirse en agua fría.

* Tras una sauna no conviene ejercitarse sino reposar, disfrutando de la placentera relajación que esta genera.

 

BAÑOS SALUDABLES

Algunos baños sencillos que se pueden hacer en casa favorecen el estado de la piel y contribuyen a prevenir infecciones.

 

Masaje con sal de mar: se llena la tina con agua caliente, se toma un pu-ñado de sal marina gruesa y, tras humedecerla, se frota enérgicamente la piel. Después del masaje, conviene relajarse en la tina durante 10 minutos. No obstante, este baño no debe tomarse si la piel está agrietada o ulcerada.

 

Con vinagre: se recomienda para cuando hay picor o molestia en la piel como eccemas. Para realizarlo, se vierten 400 mililitros de vinagre de manzana por tina y se permanece en ella durante quince minutos. Dejará limpias la piel y la bañera. Este baño y el de sal se pueden tomar una vez a la semana.

 

Baño de magnesio: bañarse en una tina a la cual se le ha añadido magnesio produce una profunda relajación de todo el organismo, y alivia además los dolores y contracturas musculares. Tomar frecuentemente este tipo de baños en la tina ayuda a prevenir infecciones y resfriados. Se pueden tomar hasta dos baños semanales durante la cura. Para ello, se disuelve un sobre grande de 33 gramos de Magnesol en el agua caliente y se toma un baño durante unos 10 minutos. Luego se recomienda tomar una infusión de salvia o un caldo de vegetales con kion, que añade un valor depurativo adicional que favorecerá la transpiración. A medio secar, conviene abrigarse bien y descansar inmediatamente.

 

PLANTAS MEDICINALES DEPURATIVAS

Ciertas plantas favorecen la depuración del organismo. Su toma puede incluirse en la dieta habitual, ya sea como alimento, en caldo, en ensaladas o en infusión. Es preferible purificarse con plantas de la estación y elegir las más adecuadas, según la necesidad de cada persona.

 

Alcachofa: es idónea para el tratamiento de problemas dispépticos. Además, es una buena ayuda para reducir el nivel de colesterol. Se puede tomar cocida, asada o en caldo. Las hojas tienen propiedades terapéuticas y el corazón aporta un gran valor nutritivo.

 

Apio: se emplea la planta o las raíces de apio para estimular la función renal y purificar la sangre, en caso de reumatismo, gota o cálculos a los riñones. Actúa también como relajante en caso de insomnio y como tonificante cuando existe pérdida de apetito o cansancio. Puede consumirse en en-salada, cocimiento, infusión o como condimento.

 

Raíz de diente de león: resulta eficaz en caso de disquinesia hepato-biliar (estimula las funciones hepáticas y biliares), dispepsia o pérdida del apetito. La raíz y hojas se indican para alteraciones en la secreción biliar, dispepsia, pérdida del apetito o para estimular la diuresis.

 

Bardana (gobo en japón): tradicionalmente se ha utilizado para tratar abscesos y forúnculos; también como tratamiento de fondo en problemas dermatológicos (psoriasis, dermatitis seborreica, acné, eccemas, etc.), hiperuricemia, gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso acompañado de retención de líquidos, inapetencia, dispepsias, disquinesias hepatobiliares y diabetes.

 

Cola de caballo: incrementa la diuresis y ayuda a aliviar dolencias infecciosas o inflamatorias de las vías urinarias. Para ello se recomienda tomarla en cocimiento durante dos semanas, siempre que no se tengan problemas de hipotensión arterial.

 

Cardo mariano: se recomienda en caso de dispepsia. Los preparados que contengan un mínimo del 70 por ciento del principio activo silimarina son idóneos para tratar daños hepáticos de origen tóxico. Asimismo, actúa como coadyuvante en el tratamiento de inflamaciones hepáticas crónicas y cirrosis hepática. Estudios clínicos confirman la eficacia de la silimarina en pacientes con trastornos gastrointestinales, pues reduce el meteorismo y alivia la sensación de tensión y flatulencia en el tubo digestivo.

 

Hinojo: se emplea en el tratamiento de dispepsias, trastornos espásticos del tracto gastrointestinal, flatulencias y empacho, además alivia la congestión de las vías respiratorias superiores. A menudo se utiliza junto a los laxantes, para combatir los espasmos producidos por los mismos. Se toma en infusión o se incluye en ensaladas.

 

Ajo: alivia las náuseas y los vómitos que pueden aparecer durante la depuración. Se consume fresco, rallado, como aderezo, o bien se bebe el caldo de su cocción.

 

 

ZUMOS DEPURATIVOS DE FRUTAS

Limón: hígado, vesícula biliar, alergias, asma, dolencias cardiovasculares y resfriados.

Otros cítricos: dolencias cardiovasculares, obesidad, hemorroides, várices.

Manzana: hígado, intestinos.

Pera: vesícula biliar.

Uvas: colon, anemia.

Papaya: estómago, indigestión, estreñimiento, hemorroides, parasitosis (sus pepas) y colitis.

Piña: alergias, artritis, inflamación, edema, hemorroides y asma.

Sandía: riñón, retención de líquidos.

Cereza: colon, trastornos menstruales, gota.

 

ZUMOS DEPURATIVOS DE VERDURAS

Verduras de hoja verde: dolencias cardiovasculares, eccema cutáneo, trastornos digestivos, obesidad, mal aliento, aftas.

Espinaca: anemia, eccema.

Perejil: riñón, retención de líquido y artritis.

Berros: anemia, refriados, hígado, vesícula biliar.

Germinado de trigo: anemia, hígado, intestinos, mal aliento.

Col: colitis, úlceras.

Zanahoria: afecciones oculares, artritis.

Betarraga: hígado, problemas menstruales, artritis, osteoporosis. Se pueden usar solo las hojas.

Apio: riñón, diabetes, osteoporosis.

Pepino: retención de líquidos, diabetes.

Ajo: alergias, resfriados, hipertensión, dolencias cardiovasculares, diabetes, colesterol, triglicéridos.

Rábanos: hígado, colesterol, triglicéridos, obesidad.

Papa: úlceras, intestinos.

 

EL CONTROL DE LA MENTE

Finalmente, la preparación mental previa a la depuración, así como durante la realización de esta, es una ayuda inestimable para llevarla a cabo satisfactoriamente.

 

Una técnica de control mental muy eficaz es la toma de conciencia, promovida por John Kabat Zinn. Este método terapéutico y de meditación consiste en pararse un momento a lo largo del día para reflexionar sobre: quién soy, cómo respiro, qué postura adopto, qué es importante en mi vida, cómo disfruto de mis labores, de mi entorno. No hay que olvidar que la depuración intensifica las emociones y hace revivir situaciones negativas. Es importante sentirlas, reconocerlas y expresarlas a fin de abrirse a lo nuevo.

 

 

 

ARTÍCULO PUBLICADO EN LA EDICIÓN 11.

 

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