SEXUALIDAD CON RESPONSABILIDAD

 

Nos hacemos una idea de las relaciones sexuales a través de lo que aprendemos en casa, en el colegio o con los amigos, por ejemplo. Pero esta vez, es un ginecólogo reconocido, el doctor Juan Súccar, quien nos dará algunas pautas para llevar una relación más seria y consciente.

 

La mujer al engendrar un niño en una relación, está creando una vida. Pero no es solo eso; el acto sexual cubre las necesidades de pareja, la cual debe estar bien constituida.

 

El verdadero hombre, el macho real, no puede estar buscando más de una mujer, porque bajo mi concepto, el verdadero macho solamente puede “satisfacer” a una sola mujer.

 

El hombre debe ser fiel porque, tiene que pensar que "si yo introduzco mi miembro en otra cavidad vaginal que no es la de mi pareja, esto resulta peor que comer un alimento de otro sitio". Primero, nadie sabe las enfermedades que pueda tener el autodenominado seductor. Y la mujer, que está con aquel tipo, no sabe si la están enfermando. Esto lo vemos a diario, muchas personas no saben que tienen una enfermedad venérea, y son, en muchos casos, infieles, que van de aventura en aventura, hasta que contraen el temible sida. De tal manera, el hombre de hoy tiene que pensarlo tres veces. Pero ¿qué pasa si ella hace lo mismo? Pues, que las consecuencias se multiplican.

 

El sexo no solamente conlleva a la función integradora de la familia, sino también a la reproductora. Ambas son inseparables. Cuando uno las separa, está yendo en contra del deseo natural.

 

Por ello, cuando existen problemas de gestación no deseada por una relación que no era la correcta, ahí viene el otro tema, ¿cómo lo enfrento? Entonces, como no tenemos valores muy desarrollados en nuestra sociedad actual, la solución más sencilla es interrumpir esta gestación. De repente es una niña de 15 años e ingresa a la vida eliminando a un ser humano. Hay que pensarlo muy bien, no podemos resolver nuestro problema suprimiendo la vida de un inocente. Luego, no podemos decir que somos buenos y muy machos cuando no sabemos afrontar una situación. Tenemos que ser conscientes de lo que somos y para qué hemos sido creados.

 

La falta de conciencia

La base de la vida antigua, moderna y de todos los tiempos, siempre se basará en los valores y en la educación. A quien no se le educa, no conoce; y quien no conoce, actúa como un ciego tanteando las cosas.

 

Si uno valora lo que es el acto sexual, podrá saber cómo utilizarlo. Pero si lo usas mal o lo desconoces realmente dirás: qué placentero o qué agradable. ¿A quién no le gusta un acto sexual placentero? Pero cuando tú ya tienes conocimiento de lo que significa realmente, debes tener el valor moral para tener una relación sexual correcta.

 

¿El más macho...es el que tiene más mujeres?

Psicológicamente hablando, un hombre que busca la satisfacción sexual fuera del matrimonio, es porque no está muy seguro de su masculinidad y por eso prueba con otra mujer para reafirmarse a sí mismo que todavía puede. Eso es lo que hay detrás. Se busca en otros lo que no se puede conseguir en uno mismo. Esto es por falta de educación. Antes, los valores eran más estrictos, ahora los han aligerado demasiado, diría yo; pero los principios universales siguen siendo los mismos: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" y "no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti".

 

El hombre tiene que saber renunciar a ciertos deseos. Y es que en la sociedad actual, todo es consumismo. Hay que consumir placer y diversión. Por eso viene la educación en valores, el respeto al prójimo. A mi parecer, un hombre no puede atender más que a una mujer.

 

¿Y si la mujer tiene más de un hombre?

Es igual, solo con la variante propia del sexo. La mujer también tiene un corazón, cerebro, piel. Al igual que el hombre, también tiene valores y debe ser educada. El hombre y la mujer son iguales en todo aspecto, salvo con la diferencia que la mujer ha sido hecha para tener hijos y, como tal, tiene una función de la que carece el hombre, la menstruación.

 

Anatómicamente, sabemos que la mujer tiene un pene muy pequeño (el clítoris), que tiene mamas grandes y el hombre solo tetillas, pero que si es estimulada (ojo, existen casos científicamente comprobados) es capaz de producir leche, porque eso depende de una hormona, la prolactina.

 

En el pasado, ¿habían tantas infecciones como hay ahora?

Eso del antes y después, solo es cuestión de los tiempos, ya que antes no se habían desarrollado técnicas, estadísticas y no existían controles en los hospitales. La tecnología de aquellos tiempos no permitía tener un registro detallado. Por ello, cuando dicen que ahora existen más casos que antes, no es cierto, es solo cuestión de información. O, en todo caso, se diagnostican más porque existen más técnicas, más pruebas de laboratorio.

 

Antes las mujeres se cubrían con una tela, ahora usan productos sintéticos. ¿Esto llama a que la mujer presente hongos?

Es probable. Puede ser alérgica hasta con la tela de la ropa interior o la pretina del pantalón, que ahora les marca todo su sexo. Antes no se usaba pantalón. Ahora existen otros remedios, otra alimentación. La mejor medicina es la preventiva. Esta empieza desde la educación, aprendiendo a comer bien: harinas 50%, grasas 20% y 30% de proteínas, sin dejar de lado el agua y las vitaminas.

 

Fidelidad para ambos ante todo. Y si se la pides a uno, pídesela también al otro. Y eso de que el varón puede hacer lo que le da la gana, ¡pamplinas hombre! Y ustedes señoritas, piensen bien para que no se lamenten después.

 

Infecciones vaginales

El cuerpo humano está colonizado por bacterias, pero estas se encuentran en perfecto equilibrio. Uno de los lugares donde más se alojan es la vagina. Pero cuando bajan las defensas o la invasión de bacterias es abrumadora, se manifiesta la acción del virus. Entonces, al aumentar el líquido vaginal, puede provocar fastidiosos síntomas como picazón; de ahí pueden partir también las infecciones de orina, porque la uretra de la mujer es muy corta. Esto es posible cuando no existe una adecuada limpieza, sobre todo en las niñas, en las cuales pueden efectuarse por propagación.

 

La mujer mayor tiene cambios hormonales (estrógenos y pro-gesterona). Si la proporción de hormonas disminuye, entonces la cubierta de la vagina estimulará el crecimiento de ciertas bacterias.

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