SINDEMIA, EL NUEVO TÉRMINO PARA REFERIRSE AL COVID-19


 

En el mes de septiembre del 2020, Richard Horton, director de la revista de medicina The Lancet, publicó un artículo en el que hace una importante reflexión sobre la estrecha visión que considera que el mundo le ha estado dando al COVID-19, al considerarlo como una pandemia, cuando para esa fecha ya ha alcanzado el millón de muertes alrededor del mundo; asegurando que el COVID-19 ha debido tratarse con una visión más amplia, en la que el enfoque abarque mucho más que simplemente controlar la propagación del patógeno; considerando así, que en realidad ha debido tratarse al coronavirus, como una sindemia.

 

El término de sindemia, creado por la unión de las palabras sinergia y epidemia, fue propuesto por un médico antropólogo estadounidense llamado Merril Singer en el año 1990, para referirse a la concurrencia de dos o más epidemias o grupos de enfermedades biológicas en una población, en donde sus enfoques no pueden ser solo de naturaleza biológica, sino que deben estudiarse las interacciones que arropan también la parte social, para poder desarrollar el pronóstico, el tratamiento y las políticas de salud.

 

Actualmente, podemos encontrar a la sindemia definida como “la suma de dos o más epidemias o brotes de enfermedades concurrentes o secuenciales en una población con interacciones biológicas, que exacerban el pronóstico y carga de la enfermedad”. “Las sindemias se desarrollan bajo disparidad en la salud, causadas por la pobreza, el estrés o la violencia estructural y son estudiadas por epidemiólogos y antropólogos médicos preocupados por la salud pública, la salud comunitaria y los efectos de las condiciones sociales en la salud”.

 

Asimismo, la Real Academia Española (RAE) y la Fundación del español urgente (Fundeu), han definido a la sindemia como “a la coexistencia, durante un período y en un lugar, de epidemias que comparten factores sociales, de modo que se retroalimentan y acaban interactuando y causando secuelas complejas”

 

En su artículo, Horton expresa que en la población mundial no solo se encuentra la infección por el SARS-COV-2, sino que además se encuentran interactuando otras enfermedades como la obesidad, la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, el cáncer, etc., que no son transmisibles (ENT), pero que se están agrupando en la sociedad de acuerdo a ciertos patrones de disparidad socioeconómica, que agravan los efectos de cada enfermedad por separado; por lo que, cree que es necesario prestar más atención a estas enfermedades como requisito esencial para contener el COVID-19.

 

Señala que es necesario tratar al COVID-19 como una sindemia, observando los orígenes sociales del virus, y la vulnerabilidad de las poblaciones menos favorecidas en el ámbito socioeconómico; pues, si no se diseñan programas políticos que permitan revertir las disparidades presentes en esas poblaciones, no habrá vacuna, tratamiento ni medicina que contenga el coronavirus.

 

Merril Singer, junto a Emily Mendenhall y otros colegas, habían escrito para el año 2017, un artículo publicado igualmente en The Lancet, en donde señalaron que “un enfoque sindémico proporciona una orientación muy diferente a la medicina clínica y la salud pública al mostrar cómo un enfoque integrado para comprender y tratar enfermedades puede ser mucho más exitoso que simplemente controlar la enfermedad epidémica o tratar a pacientes individuales".

 

Es así, como Horton invita a que se empiece a tratar al COVID-19 como una sindemia que permita darle un amplio enfoque que abarque “la educación, el empleo, la vivienda, la alimentación y el medio ambiente”, para darle más esperanzas a las sociedades y encontrar una solución a la crisis socioeconómica que está causando; lo que ha hecho que actualmente ya sean muchos los científicos que se están adhiriendo al término, popularizándose así dentro del gremio.

 

 

Fuentes de información:

bbc.com

thelancet.com

efectococuyo.com

es.wikipedia.org

 

09/12/2020

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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