CÓMO TRATAR A MI MASCOTA CUANDO YA ES UN ADULTO MAYOR

 

 

Se puede considerar que nuestra mascota ha alcanzado la etapa senior o de adulto mayor a partir de los 7 años aproximadamente. La forma en la que la vejez afecte la salud de nuestro engreído depende de varios factores como el tamaño, la raza, enfermedades hereditarias o congénitas, la alimentación que han recibido, calidad de vida, actividad física, exposición al medio ambiente, entre otros.

 

La prontitud con la que nuestra mascota alcanza la etapa de adulto mayor depende de la expectativa de vida que tenga la misma. Es conocido que los perros de razas pequeñas como Chihuahuas, Shitzu, Pomerania, Pequinés y diversos cruces de estas razas pueden vivir entre 15 y 18 años, así como los gatos que guardando diferencias pueden vivir entre 16 y 20 años, mientras que los perros de razas grandes como Gran Danés, San Bernardo, Pastor alemán y diversos cruces de gran tamaño viven entre 9 y 10 años. Las diferencias son considerables y según estudios realizados, esto se debe a los procesos metabólicos relacionados con el control y el manejo de radicales libres generados por el gasto de energía, siendo un proceso mucho más intenso y complejo en el organismo de perros de gran tamaño. Cabe recalcar que este estudio aplica específicamente a perros, ya que en el mundo silvestre y en las distintas especies no siempre funciona de la misma manera.

 

Hay ciertos indicadores que podemos tomar en cuenta para saber que nuestra mascota está pasando por algunas afecciones relacionadas con la edad; como por ejemplo puede empezar a tener un aliento muy desagradable debido a inflamaciones en las encías, enfermedades periodontales, acúmulo de sarro debido a una inadecuada limpieza dental a través de los años, también tos crónica que puede estar relacionada a problemas cardíacos, problemas de visión, dificultad para levantarse cuando están mucho tiempo echados, inestabilidad al caminar que se pueden relacionar a problemas articulares o neurológicos que se verán acentuados si hay bajas temperaturas, entre otros.

 

Es importante que a partir de los 7 años realicen visitas periódicas al veterinario por lo menos una vez al año y practicarle exámenes sanguíneos, placas torácicas, ecografías, controles ortopédicos para descartar temas óseos, es decir, todo lo que sea necesario según el criterio de su médico para descartar afecciones propias de una edad avanzada como alteraciones cardíacas, neoplasias, displasia de cadera, fallas hepáticas, etc.

 

Una vez que sepamos bien cuál es el estado de salud de nuestra mascota geriátrica, debemos ofrecerle los cuidados indicados por el veterinario, así como consideraciones generales como una alimentación especial, evitar temperaturas extremas, evitar actividad física intensa que vaya más allá de su capacidad y que puede tener ciertas consecuencias, que por la edad, pueden ser graves.

 

Es en ese momento de sus vidas que debemos cuidar de nuestras mascotas más que nunca y retribuir todo el cariño, paciencia y fidelidad que nos brindaron a lo largo de sus vidas.

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