COVID-19 UNA DESGRACIA PARA LA HUMANIDAD, UN RESPIRO PARA EL PLANETA

El virus que afecta a las vías respiratorias de los seres humanos se convirtió en un gran respiro para nuestro planeta.

La tierra se detuvo, sí, como en la película (El día que la tierra se detuvo), pero esta vez no fue por una llamada de atención de seres de otros mundos; fue por un virus llamado COVID-19, un enemigo tan diminuto que es invisible al ojo humano, pero que está afectando gravemente a la población mundial.

Sin embargo, cuando el ser humano tuvo que “parar”, que “detenerse”, la naturaleza empezó a resplandecer.

En nuestro país, todos hemos sido testigos presenciales o por diferentes medios de comunicación que los mares están más limpios, los animales más libres, hasta se están viendo delfines y tortugas marinas en la Costa Verde. ¿Será posible que el virus de la naturaleza seamos nosotros, los seres humanos?

La gran disminución de los desplazamientos en coche, la paralización de la producción industrial, el inusitado descenso del número y frecuencia de vuelos, la suspensión de grandes concentraciones de gente (eventos deportivos, sociales y culturales) están dándole un respiro al planeta.

A continuación les ofrecemos los datos sobre el impacto del coronavirus sobre el medio ambiente en el mundo, en relación al comportamiento que ha tenido que adoptar la humanidad debido a esta pandemia:

 

• En las tres últimas semanas de febrero, China emitió 150 millones de toneladas métricas menos de CO2 a la atmósfera. Esta cifra equivale a todo el dióxido de carbono que la ciudad de Nueva York emite durante el año.

• También en el mes de febrero de este año (2020), el promedio de días sin contaminación atmosférica en China aumentó en un 21,5% en comparación con las mismas fechas del año anterior.

• En España, la contaminación del aire se ha reducido en un promedio del 64%. Barcelona ha sido la más beneficiada (83%) seguida de Castellón (76%) y Madrid (73%). Son datos de este estudio realizado por la Universitat Politècnica de València.

• El primer día laborable después del decreto de Estado de Alerta, el tráfico en la Almendra Central de Madrid descendió un 38,5%. Y un 57% en las carreteras que se encuentran fuera de la circunvalación de la M-30.

• Los habitantes de Venecia por fin pueden ver el fondo de los canales de la ciudad y en algunos tramos hasta se ha llegado a divisar bancos de peces. 

• Las redes sociales están llenas de videos que nos muestran animales salvajes en vecindarios. Parece que la naturaleza está ocupando el espacio que les quitamos.

• España es el país en el que la población ha reducido más sus desplazamientos para acudir al trabajo y lugares de ocio. Y es el segundo (tras Italia) en acudir a centros comerciales para comprar alimentación. Datos que se han conocido gracias a los Informes de Movilidad Comunitaria COVID-19 que ha hecho públicos Google.

Sin embargo, Greenpeace advierte que el coronavirus no nos traerá un planeta más verde. Los niveles de gases contaminantes como el dióxido de nitrógeno y las emisiones de gases de efecto invernadero se han reducido de forma drástica. Pero advierten que la concentración de CO2 en la atmósfera sigue en aumento.

Todos nos preguntamos qué pasará cuando termine el confinamiento y las consecuencias que tendrá para el medio ambiente. Las medidas que los gobiernos tomen para estimular la economía podrían suponer un efecto rebote, pero también nuestro comportamiento como consumidores. Si luego de estas semanas de confinamiento, seguimos consumiendo o viajando en exceso, todo esto habrá sido en vano.

La reflexión final es que todo está en las manos de los seres humanos.  Cuando se levante el confinamiento por el COVID-19, tomemos conciencia de todo lo que ha sucedido y cambiemos nuestro estilo de vida para que el planeta tierra, nuestro hogar, siga sanando sus heridas.

 

Fuente de información

Ayudaenacción.org

 

08/09/2020

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