EL CAMBIO CLIMÁTICO, PODEROSA AMENAZA

 

 

Desde las bacterias, pasando por los dinosaurios, hasta el hombre de las cavernas, el planeta Tierra ha mantenido una particular relación con las especies que alberga.

 

No se trata únicamente de especies que debían considerar los efectos de sus acciones respecto del ambiente y su bienestar. El espacio mismo debió adaptarse a las actividades que desplegó la evolución a través del tiempo.

 

Si consideramos que gran parte de las especies anteriores a nosotros conocieron la extinción, sea por catástrofes o ciclos evolutivos, entonces estaremos más próximos a enfrentar una seria consideración. Esta última es, desde luego, que la raza humana podría convertirse en la responsable de su propia extinción.

 

Los seres humanos poseemos una conciencia que nos inclina hacia la integridad. Si somos seres pensantes y conscientes, ¿por qué podríamos ser los primeros en extinguirnos a nosotros mismos?

 

En esta pregunta debemos considerar una de las mayores amenazas del presente, que muchos prefieren obviar: el cambio climático.

 

No se trata de una proyección o conjetura, sino de un fenómeno real. Año tras año las circunstancias con que se manifiesta son más perjudiciales para todos los seres vivos, incluidos por supuesto los seres humanos.

 

 

Cómo hemos respondido hasta ahora ante esta amenaza? Con ignorancia, indiferencia e inactividad.

En Bien de Salud nos parece importante que conozcan la naturaleza misma de este fenómeno climático y que entiendan cuán imperativa es nuestra contribución para detenerlo.

 

 

¿Qué es el cambio climático?

Se denomina cambio climático a los fenómenos y modificaciones del clima que se manifiestan a escalas regionales o globales. El cambio que sufren los patrones del clima en determinados períodos de tiempo puede ser estable o volátil. Por sus efectos inestables se le ha considerado también como calentamiento global.

 

 

¿Cuáles son las causas del cambio climático?

Las causas pueden dividirse en dos grupos: naturales y antrópicas.

 

 

Naturales:

- Variaciones de energía emitida por el Sol (tormentas solares)

- Erupciones volcánicas

- Procesos biológicos inestables

- Mala circulación oceánica

 

 

Antrópicas (seres humanos):

- Emisión de CO2 y gases de efecto invernadero

- Emisión de gases que recogen el calor del sol

- Quema de combustibles fósiles

- Tala de bosques y alteraciones en extensas áreas de suelo

 

 

SABÍAS QUE…

Los gases de efecto invernadero más comunes son:

- Vapor de agua

- Metano

- Dióxido de carbono

- Clorofluorocarbonos

- Óxido nitroso

 

 

¿Cómo se produce el cambio climático?

A partir de los cambios que los gases de efecto invernadero han provocado en la composición atmosférica.

 

 

La atmósfera

Está compuesta aproximadamente por un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y el resto (1%) lo componen otros gases como el helio y gases de efecto invernadero (metano, bióxido de carbono, vapor de agua y óxido nitroso).

 

 

Efecto invernadero

Fenómeno atmosférico que, a través del conjunto de sus gases, retiene la energía emitida por el Sol.

 

 

Sol – Tierra

Primero, la Tierra recibe rayos solares. Una gran parte de los rayos del Sol son reflejados por las nubes hacia el espacio. Pero gran parte del flujo solar atraviesa la atmósfera y alcanza nuestra superficie. En este punto es cuando los rayos solares calientan los suelos y océanos terrestres.

 

 

Tierra – Radiación

La superficie terrestre emite gran parte de la energía alcanzada nuevamente hacia la atmósfera. Estas ondas de energía deberían atravesar la capa atmosférica hacia el espacio como ondas térmicas que componen la radiación infrarroja.

 

 

Atmósfera – Tierra

Lo que sucede es que gran parte de la energía que retorna no llega al espacio. Por el contrario, queda retenida en la atmósfera terrestre producto de los gases de efecto invernadero que absorben la energía y la contienen.

 

 

IMPORTANTE

Las siguientes actividades humanas contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero:

- Uso excesivo de solventes (aerosoles de limpieza)

- Consumo de combustibles fósiles y emisiones de metano (energía)

- Explotación de suelos

- Quema de deshechos

 

 

¿Son necesarios los gases de efecto invernadero?

Sin la presencia de estos gases la superficie terrestre no sería capaz de asimilar el calor para producir la vida. El problema no es la existencia de estos gases existan, sino cómo se han incrementado en los últimos años.

 

Desde la Revolución Industrial en adelante, la cantidad de bióxido de carbono se ha elevado con una rapidez alarmante. Se estima que en los últimos trescientos años el nivel de C02 ha crecido de manera exponencial.

 

Es cierto que el clima de la Tierra depende de una distribución equitativa entre la radiación solar y la radiación terrestre. Pero en los últimos años el equilibrio se ha quebrado y las consecuencias son visibles.

 

 

¿Qué provoca este desnivel de radiación en nuestro planeta?

- Lugares y zonas más cálidos: los efectos del aumento del calor en ciertos lugares varían de acuerdo a las necesidades de los mismos. Se estima que el calor terminará por afectar la agricultura y los precios de la comida aumentarán. Además, los niveles de mortalidad sufrirán cambios drásticos debido a las sequías, enfermedades de la piel y la escasa producción agrícola.

 

- El nivel del mar: durante los siguientes años, la superficie oceánica aumentará aún más. El nivel del mar crecerá gradual o exponencialmente de acuerdo a la volatilidad de los cambios del clima.

 

- Destrucción y peligro para los ecosistemas: las especies de animales que viven en áreas polares, trópicos y montañas deberán cambiar sus hábitats. De no encontrar zonas que puedan reemplazar sus ecosistemas, lo más probable es que terminen por extinguirse.

 

- Los ecosistemas marinos: los océanos serán más ácidos e incapaces de albergar especies marinas debido al aumento de CO2. Los corales y arrecifes serán los principales perjudicados.

 

 

¿Qué hacer ante el cambio climático?

Lo más importante es actuar con aquello que nos define pero que hemos dejado de utilizar con frecuencia: la conciencia.

 

Debemos informarnos de manera consciente, adoptar medidas de precaución en nuestros hogares, desde evitar el uso excesivo de aerosoles y reducir el gasto de energía, y difundir este conocimiento vital a nuestras personas más cercanas.

 

Bien de Salud los alienta a proponerse un cambio, aunque sea pequeño. Es indudablemente necesario para preservar nuestra especie y dejar el planeta en buen estado a las generaciones que vienen.

 

La Madre Teresa lo formulaba mejor: “No podemos hacer grandes cosas. Pero sí cosas pequeñas con gran amor”.

 

Demostremos cariño y amor tanto por nuestro planeta como por quienes mañana vivirán y respirarán en él.

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