¡MI CHACHORRO SE COME TODO!

 

Pamela Pallete Herrera

Médico veterinario

C.M.V.P. 9604

PERÚ

 

Esta situación puede parecer una inocente travesura, pero podría llegar a ser muy perjudicial para su salud ya que muchos de estos objetos, incluidos sus juguetes, pueden dañar tanto las encías como otras zonas de la boca. Algunos de los juguetes de las mascotas tienen colorantes nocivos que llegan a generar irritaciones o hasta intoxicaciones severas si el animalito los ingiere; por esta razón, debemos estar muy atentos, y la mejor forma de hacerlo es leer las etiquetas de lo que compramos y observar que no se destiñan o generen una reacción adversa en nuestra mascota. También debemos tomar en cuenta que nunca debemos darles huesos ni para comer ni para jugar porque se pueden atascar en el esófago y causar daños irreversibles.

 

Normalmente los cachorros o gatitos de temprana edad, entre los 3 y 5 meses, son los que tienen esta manía de destrozar y comer todo lo que encuentran a su alcance porque son muy inquietos y cualquier objeto les llama la atención. Sin embargo, hay ciertas mascotas que mantienen esa conducta hasta adultos e incluso durante toda su vida. Hay ciertas razas y cruces que debido a su hiperactividad y a su muy característica “eterna niñez” encajan perfectamente en esta descripción; estas razas son: Labradores, Beagles, Jack Russell, Pitbull, Bulldog Francés, entre otros.

 

Lamentablemente, la “travesura” no siempre termina en una regañada, una mala experiencia o un simple dolor de estómago; esta situación puede complicarse cuando se genera una obstrucción debido al ingreso de un cuerpo extraño en el organismo de la mascota; estos objetos, incluidos algunos alimentos, son: medias, pelotas, corontas de choclo, inclusive los hilos o ligas de pelo pueden quedarse atorados en alguna zona del tracto gastrointestinal que comprende desde el esófago hasta intestino. En el mejor de los casos el perrito vomita el objeto o lo expulsa a través de las heces, pero no se puede esperar demasiado hasta que esto suceda, hay que estar atentos a los síntomas que pueden ser: vómitos, decaimiento, diarrea sanguinolenta, postración, entre otros. En cualquier situación no duden en llevarlo a su veterinario de inmediato ya que podría necesitar una cirugía de emergencia.

 

La mejor forma de evitar en la medida de lo posible estos eventos es preventiva, es decir, estar pendiente de los movimientos de nuestra inquieta mascota. Si en algún momento lo tenemos que dejar solo, no dejar nada a su alcance que se pueda comer, dejar las puertas de los cuartos cerrados y los tachos de basura a buen recaudo.

 

Tomando todas estas precauciones evitaremos daños físicos, un buen susto y, sobre todo, cualquier evento que ponga en peligro la vida de nuestra querida mascota.

 

 

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