PERÚ: TURÍSTICO Y ECOLÓGICO

 

 

REFERENCIAS

Departamento: Cusco.

Ubicación: Zona fluvial del río Urubamba, al norte del Cusco.

Cuándo ir: Todo el año. De preferencia en los meses de abril a octubre.

Atractivos: Arqueológicos, ecológicos y culturales.

Cómo llegar: Por bus y caminando en la ruta del Valle Sagrado de los Incas.

Actividades: Caminata, observación, tracking, camping, rafting y kayaking.

Servicios turísticos: No se ofrecen en el lugar. Se contratan en el Cusco.

 

La provincia de Urubamba está ubicada al norte de la ciudad del Cusco, a orillas del río Vilcanota, en una zona que se conoce como el "Valle Sagrado" debido a su clima templado, tierra fértil y abundantes riachuelos, que hacen de este lugar uno de los sitios más bellos del planeta.

 

Considerada como un paraíso bíblico por el cronista y gran naturalista español del siglo XVIII Antonio de León Pinelo, la ciudad de Urubamba es hoy uno de los lugares más bellos del Valle Sagrado de los Incas.

 

La capital de la provincia de Urubamba lleva el mismo nombre y está situada a 57km al noroeste de la ciudad del Cusco, colindando con las provincias de La Convención, Anta y Calca.

 

Se encuentra situada a 2,875 metros de altitud, sobre una bella planicie en el valle que separa la cadena central de la Cordillera de los Andes, de la cadena oriental, en el margen derecho del río Urubamba. Está atravesada por el río Vilcanota, que al ingresar a esta zona toma el nombre de Urubamba.

 

Los incas, como grandes conocedores de la tierra, eligieron este fértil valle para establecer sus principales poblados. En el pasado, fue uno de los principales centros agrícolas del imperio incaico. Es por esto que la provincia de Urubamba está formada por los distritos donde se encuentran los principales monumentos arquitectónicos del incanato: Urubamba, Ollantaytambo, Chinchero, Huayllabamba, Machu Picchu, Marás y Yucay.

 

Atractivos turísticos

Urubamba fue uno de los principales centros agrícolas del Imperio de los Incas. En la ciudad, aledaños a la monumental iglesia de San Francisco, se encuentran los enormes paramentos de andenes incaicos que aún podemos admirar. También se pueden observar algunos muros prehispánicos, que sirvieron de cimiento y base para las construcciones coloniales.

 

Ha sido denominada "Provincia Arqueológica del Perú”, en mérito a sus fabulosos complejos arquitectónicos. Además, el Valle de Urubamba es uno de los más productivos del país; allí se cosecha el mejor maíz del mundo y, en temporadas de lluvias, abundan las frutas propias del valle, como el aguaymanto o capulí, peras, lúcumas y melocotones de primera calidad.

 

Esta zona tiene un clima inmejorable durante todo el año y presenta un hermoso paisaje, con una vista panorámica de los imponentes nevados de la Cordillera de Vilcanota.

 

Es un lugar fantástico para la práctica de turismo de aventura: caminatas, canotaje, ciclismo de alta montaña, así como emocionantes paseos a caballo.

 

A lo largo de la ribera del río, se pueden encontrar una serie de pueblos fundados por los españoles que parecen detenidos en el tiempo, así como también innumerables ruinas precolombinas de templos, fuertes, sistemas de acueductos y palacios, algunos de fácil acceso ya que solo se necesita una pequeña caminata para llegar a ellos, mientras que otros requieren, debido a la distancia, caminatas de varias horas por senderos que se van dibujando en las montañas.

 

Urubamba es un poblado de origen incaico distante a unos 76 Km (1h y 15m) del Cusco, vía Pisac; y a 57 Km (45m) por Chinchero.

 

En su plaza central se encuentra una bella iglesia colonial y cuenta,

además, con varios hoteles, picanterías y restaurantes campestres.

 

Ubicados en el corazón mismo del valle de Urubamba, se encuentran también pictóricos paisajes, en donde resaltan el nevado Chicón y las campiñas.

 

EL VALLE SAGRADO

Como lo mencionamos antes, el valle se ha convertido en uno de los centros turísticos más importantes del país. Además de contar con una riqueza histórica inigualable, la región del Urubamba ofrece infinitas posibilidades de distracción al turista: caminatas, baños termales, viajes en balsas o kayaks por el río, vuelos en parapente o ala delta, cabalgatas, montañismo, etc. En los últimos años se han desarrollado programas de turismo participativo, por ejemplo, invitando al viajero a trabajar en un andén o a recolectar la sal de una salinera. El Valle Sagrado de los Incas alberga, además, dos de los más importantes mercados artesanales del Perú: Pisac y Chinchero.

 

Pese a que en los últimos años ha crecido significativamente la infraestructura turística en el área (ya que cuenta con una oferta importante de alojamientos y restaurantes) el valle ha sabido conser-var su encantadora paz natural. Su paisaje es único e incomparable. En ambos lados del río Vilcanota (o Urubamba, como se le llama a partir de Pisac) se puede apreciar la impresionante cordillera que se eleva hasta tocar las nubes, exhibiendo sus picos nevados. El matiz del valle entremezcla una gama de colores como los grises de las montañas, los tonos variados de verde, rojo y amarillo de la fértil vegetación, así como el azul intenso de su límpido cielo que, con sus pomposas nubes albas, hacen de este mágico paisaje un lugar perfecto para extasiarse con la belleza de la naturaleza.

 

RUINAS DE PÍSAC

Entre los principales lugares a visitar, tenemos Pisac, pueblo fundado por el virrey Toledo en 1572, donde hábiles artesanos elaboran productos de alta calidad que se exhiben los días domingo en la tradicional Feria de Pisac. Igualmente interesantes son sus ruinas precolombinas ubicadas a la derecha del río Vilcanota; impresionante grupo arqueológico constituido por grandes muros, pasos fortificados y torreones militares.

 

Descendiendo por el curso del Vilcanota, llegamos a la ciudad de Calca (lugar pedregoso), ubicada en una planicie enmarcada por los desafiantes Andes. Su valle es regado por las aguas de los deshielos del nevado Piturisay, a través de una serie de acueductos que se han conservado intactos desde los tiempos de los incas hasta el día de hoy.

 

Preferido por los incas (y posteriormente por los españoles) para su descanso, el Valle de Yucay es, tal vez, el lugar más privilegiado del "Valle Sagrado", pues no solo posee imponentes paisajes, sino también el mejor clima y la más fértil tierra de todo el valle del Urubamba.

 

A sólo 3 km. de Yucay, encontramos la ciudad de Urubamba, capital de la provincia del mismo nombre. Urubamba es conocida como la "Provincia Arqueológica" debido a los innumerables e importantes complejos arqueológicos que allí se encuentran, entre los que se incluyen Ollantaytambo y Machu Picchu.

 

PUEBLO Y FORTALEZA DE OLLANTAYTAMBO

Siguiendo río abajo el serpenteante curso del Vilcanota, y muy cerca a Urubamba, se encuentra Ollantaytambo, una población que ha permanecido casi intacta desde la época precolombina hasta nuestros días. Su planificación urbana es perfecta, tiene 15 manzanas simétricas con calles empedradas en donde se observan canales por donde circula el agua cristalina proveniente de los nevados cordilleranos del Chicón. Aquí también se ubica la Fortaleza de Ollantaytambo, una impresionante construcción inca que habría correspondido a un recinto religioso ligado al culto del sol.

 

Para conocer y experimentar Cusco en su esplendor, no hay mejor lugar que Urubamba. Allí uno puede imbuirse de todo lo que la ancestral cultura inca aún puede ofrecer, desde sus misteriosas ruinas hasta sus imponentes montañas de picos nevados, a un ritmo de vida, que a pesar del paso del tiempo, se ha sabido mantener intacto.

 

ALGUNOS DATOS INTERESANTES…

Actividades turísticas. Entre las actividades turísticas destaca el andinismo, practicado en los nevados, las caminatas o trekking; el canotaje (en los tramos Pisac/Calca/Huarán/Ollataytambo); y las cabalgatas y el ciclismo de montaña. En los pueblos del valle existen numerosos hoteles y restaurantes de comida típica.

 

Clima: Su altitud confiere un clima benigno. Como ocurre en las tierras situadas a esta altura, su clima está marcado por dos estaciones: lluvias y sequía. La temporada húmeda ocurre entre los meses de noviembre a abril, época en la que puede desatarse un aguacero en segundos. Pero la época de lluvias también tiene sus ventajas, pues los cerros se cubren de un verde intenso y las temperaturas suelen ser templadas. El Valle Sagrado es, climáticamente hablando, un lugar ideal; así lo reconocieron los antiguos peruanos que acudían hasta aquí para curarse de algunas enfermedades. A pesar de alcanzar temperaturas altas y de ser una zona llena de vegetación, el valle está libre de mosquitos por la altitud en la que se encuentra. Además, es difícil sofocarse, pues siempre sopla una brisa refrescante.

 

El camino. Siguiendo la ruta llegará a San Cristóbal y, si cuenta con un poco de tiempo, puede hacer un alto en la iglesia y visitar a uno de los santos protectores más populares del Cusco. El camino al Valle Sagrado es el mismo que conduce a Sacsayhuamán, de modo que si lo desea, y el tiempo se lo permite, podrá visitar las ruinas de ese complejo: Quenco, Puca Pucara y Tambomachay.

 

Lo impresionante del camino es que la salida implica ascender por los cerros que dominan el Cusco, lo cual permite gozar de vistas impresionantes de la ciudad, especialmente a la hora del atardecer o en la noche. Si el tiempo y la luz son favorables, se pueden tomar espléndidas fotografías. Desde estos puntos es posible observar con detenimiento la estructura de la ciudad. Cuando los días están despejados, el contraste entre los techos rojos y el cielo azul es espectacular.

 

Por el sendero de los eucaliptos. El camino es agradable, aunque con numerosas curvas. En todo el trayecto, los eucaliptos y las retamas acompañan al viajero. A cuatro minutos de Tambomachay se llega al abra de Corao y también al mirador, desde donde asoma el valle. Todos los martes, jueves y domingos se lleva a cabo aquí una feria artesanal.

 

El mirador de Taray Es el primer punto desde donde se divisa realmente el valle. Su paisaje, como es habitual en el Cusco, sorprende al viajero, pues tras largas curvas y subidas, de pronto los cerros se abren y el valle se muestra en toda su amplitud. Abajo, discurren las aguas del río Vilcanota o Urubamba. Desde aquí se pueden tomar magníficas fotografías. Es frecuente encontrar a niños lugareños que esperan ansiosos la llegada de los turistas para ofrecerles catálogos "que ellos mismos fabrican" y de los que se sienten sumamente orgullosos. El camino continúa y, si se tiene suerte, se podrán divisar los nevados Huancalle y Pitusiray.

 

Los senos de la ñusta El primer lugar que se visita después de bajar los cerros y cruzar Corao y Taray es Pisac. A media cuesta se obtiene una fantástica vista del pueblo. Si dispone de tiempo y de auto particular, le aconsejamos detenerse, pues desde aquí se pueden tomar excelentes fotografías y observar la estructura del pueblo. Al lado izquierdo de Pisac, al pie de las montañas, se divisan los llamados "Senos de la Ñusta", cuatro hileras de andenes que simulan los senos de una mujer. Según dicen, éste pudo haber sido un homenaje a la fertilidad. A pesar de que estos andenes se encuentran tan cerca al pueblo, han permanecido intactos hasta el día de hoy.

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