PUEBLOS INDÍGENAS SERÍAN LOS HÉROES DEL MEDIO AMBIENTE

 

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a pesar de que los pueblos indígenas constituyen solo el 5% de la población mundial, son los grandes guardianes del medioambiente. 

La FAO afirma que “El 28% de la superficie terrestre del planeta, incluidas algunas de las zonas forestales más sanas a nivel ecológico y con mayor biodiversidad, son gestionadas principalmente por pueblos, familias, pequeños campesinos y comunidades locales indígenas. Estos bosques son cruciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para la conservación de la biodiversidad”.

Esta organización indica que los pueblos indígenas y sus medios de subsistencia tienen mucho para enseñarnos sobre la conservación de los recursos naturales, la obtención y la producción de alimentos de manera sostenible y la vida en armonía con la naturaleza. 

“Movilizar los conocimientos especializados que se derivan de este patrimonio y estos legados históricos es importante para hacer frente a los desafíos a los que se enfrentan la alimentación y la agricultura en el momento actual y en el futuro”.     

Estas son las cinco maneras en las que los indígenas están ayudando al mundo a combatir el cambio climático:

1. Sus prácticas agrícolas tradicionales están mejor adaptadas a un clima cambiante. A lo largo de los siglos, los pueblos indígenas han desarrollado y utilizado técnicas agrícolas adaptadas a entornos extremos. Como ejemplo de ello tenemos a las zonas de elevada altitud de los Andes o los pastizales secos de Kenya. Sus técnicas de eficacia probada, como las terrazas para evitar la erosión del suelo o los huertos flotantes para aprovechar los campos inundados, son muy adecuadas para los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y las variaciones de temperatura provocadas por el cambio climático.

2. Conservan y restauran bosques y recursos naturales. Los pueblos indígenas saben y sienten que tienen una conexión con la naturaleza y que son parte fundamental del ambiente en el que viven. Son comunidades que han adaptado su estilo de vida para integrarse y respetar su entorno. En las montañas, los sistemas de gestión del paisaje de los pueblos indígenas preservan el suelo, reducen la erosión, conservan el agua y limitan el riesgo de desastres. En los pastizales, las comunidades indígenas manejan el pastoreo del ganado vacuno y la agricultura de manera sostenible para preservar la biodiversidad. En la Amazonia, la biodiversidad de los ecosistemas mejora cuando son habitados por los pueblos indígenas. 

3. Sus alimentos y tradiciones pueden ayudar a ampliar y diversificar las dietas. En la actualidad, el mundo depende en gran medida de un pequeño conjunto de cultivos básicos. Según la FAO, solo cinco de ellos –arroz, trigo, maíz, mijo y sorgo– proporcionan alrededor del 50% de las necesidades de energía alimentaria de los consumidores. Ricos en cultivos nativos y nutritivos como la quinua y la oca ( un tipo de papa nativa de los andes) los sistemas alimentarios de los pueblos indígenas pueden ayudar al resto de la humanidad a ampliar su limitada base alimentaria para incorporar hierbas, arbustos, cereales y frutas que son desconocidos en muchas partes del mundo. 

4. Sus cultivos autóctonos son más resistentes frente al cambio climático. Debido a que muchos pueblos indígenas viven en ambientes extremos, han elegido cultivos que también se han adaptado a esas condiciones. Estas comunidades suelen cultivar una variedad de especies nativas y variedades que se adaptan mejor a los contextos locales y normalmente son más resistentes a la sequía, la altitud, las inundaciones u otras condiciones extremas. Si se utilizan de forma más extendida en la agricultura, estos cultivos podrían ayudar a mitigar los efectos generados por el clima cambiante. 

5. Custodian una gran parte de la biodiversidad del planeta. Los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22% de la superficie terrestre del planeta, pero albergan el 80% de su biodiversidad. Preservar esta biodiversidad resulta esencial para la seguridad alimentaria y la nutrición. El conjunto genético de las especies vegetales y animales se encuentra en todos los biomas terrestres, así como en ríos, lagos y zonas marinas. Los pueblos indígenas, que viven de forma natural y sostenible, preservan estos espacios, ayudando a mantener la biodiversidad de las plantas y los animales en la naturaleza.

 “Nunca lograremos soluciones a largo plazo para el cambio climático y la seguridad alimentaria y la nutrición sin contar con la ayuda de los pueblos indígenas y sin proteger sus derechos”, concluye la FAO.

 

Como vemos, en muchos países como en el nuestro, contamos con millones de excelentes maestros de nuestras culturas ancestrales; aprendamos de ellos, sigamos su ejemplo, y seamos solidarios apoyándolos para que sigan preservando nuestro planeta.

 

 

 

Información tomada de:

sostenibilidad.semana.com

 

20/09/2020

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