33 REGLAS DE ORO PARA FORTALECER EL ESPÍRITU EN NAVIDAD

 

 

 

1. Involucrar a nuestros hijos y familiares en el proceso de adornar el hogar. La participación de todos crea mayores vínculos y fortalece nuestro compromiso hacia la celebración en familia.

 

 

2. Intentar hacer las paces y resolver conflictos pasados con amigos o familiares. La Navidad es una época de celebración del espíritu donde podemos resolver los malestares pasados y reunirnos para festejar.

 

 

3. Participar en donaciones de juguetes y prendas en la medida de lo posible. En caso de tener hijos es muy importante que se les involucre en esta actividad. La donación es una forma de ayudar al prójimo y, además de darle alegría a alguien más, nos muestra cuán afortunados somos y cómo la Navidad significa mucho más que solo regalos.

 

 

4. Tomar en cuenta que los regalos son una parte esencial si se realiza con cariño genuino. No pensemos en regalar por compromiso. Si en realidad nos importa la persona, podemos regalarle algo pequeño pero que sabemos será de provecho para su vida.

 

 

5. Recordar que la Navidad de otros depende también de nosotros. La Navidad es una fecha que celebra el nacimiento del niño Jesús. Pero más allá de todo, se celebra el inicio de la vida. Celebremos, entonces, la existencia del prójimo con muestras de cariño y consideración.

 

 

6. Participar en eventos navideños de nuestra comunidad. Esto nos vincula más con personas fuera de nuestro núcleo familiar y, asimismo, nos permite incrementar el número de personas allegadas e importantes para nosotros.

 

 

7. Recordemos cantar. Las canciones navideñas son bienvenidas, pero también lo es cualquier tipo de música que nos haga sentir alegres. Todos tenemos esa pieza musical preferida que nos eleva el espíritu y nos llena de disposición para compartir en familia.

 

 

8. Ponerse en contacto con Dios. En cualquier momento del día, el contacto con Dios, con el universo o como quieras llamar a ese poder superior en el que crees, es de enorme provecho para quienes lo consideren necesario.

 

Esto no se limita a persignarse únicamente. Todos tenemos un método personal para contactamos con esa fuerza superior para agradecerle una nueva oportunidad de celebrar la Navidad.

 

 

9. Preparar una cena es una parte de la víspera navideña. Si no contamos con los medios para ofrecer un banquete, no debemos sentirnos mal ni preocupados. Lo que se ofrezca en la mesa es tan solo una pequeña parte de la celebración. La Navidad es para estar en familia y compartir tanto una cena opulenta como un pequeño pastel.

 

 

10. Participar de eventos de voluntariado. Visitar hospitales y compartir un momento alegre con personas enfermas es una de muchas maneras de involucrarnos en Navidades ajenas.

 

 

11. Armar el nacimiento con empeño. Es una demostración de nuestro compromiso con la presentación de nuestro hogar.

 

 

12. Pasear por las calles. Es también una forma de compartir el espíritu alegre de la Navidad.

 

 

13. Iluminar nuestra casa. Si tenemos la posibilidad de llenar nuestro hogar con luces navideñas, entonces hagámoslo con buena disposición.

 

 

14. Compartir. Si contamos con un ingreso estable y hemos sido invitados a una cena navideña, llevemos algo para compartir en la mesa como muestra de agradecimiento y cariño.

 

 

15. Presenciar el panorama. Una vez que han dado las doce de la noche, acudamos a nuestros tejados o asomémonos por nuestras ventanas para presenciar el espectáculo de los fuegos artificiales.

 

 

16. Mantener intacta la imaginación de nuestros hijos. Habrá una edad en la que Papá Noel dejará de visitarlos, pero lo importante es que puedan vivir cada edad en su totalidad creativa.

 

 

17. Realizar maratones de películas navideñas en familia. Una de las mejores películas navideñas es It’s a wonderful life de Frank Capra. En español se titula ¡Qué bello es vivir! Por supuesto también están las entregas de Mi pobre angelito y los clásicos animados como los de Mr. Scrouge.

 

 

18. Tomarse tiempo para adornar el árbol no únicamente con adornos navideños tradicionales. También puede adornarse con pequeñas prendas, juguetes y otros objetos personales en el domicilio familiar.

 

 

19. Ser agradecido con todos. Esto involucra familiares, amigos y conocidos. Todos contribuyen a nuestra Navidad.

 

 

20. Saludemos a cada persona que encontremos por la calle. Un simple “feliz Navidad” puede alegrar a cualquiera.

 

 

21. Apoyemos causas benéficas. De ser posible, promocionemos iniciativas de donación y eventos sociales a través de las redes sociales. Muchas iniciativas no alcanzan vigor ni fuerza por la falta de apoyo. Participemos por lo menos a través de nuestras computadoras.

 

 

22. Realizar nuestros propios adornos. Así como horneamos galletas y pasteles con formas navideñas, también podemos coser cojines con formas de trineos, hombres de nieve y pequeños duendes.

 

 

23. Mantener intacta la tradición de los niños para pedir presentes con anotaciones en medias de colores. Incentivar a los más pequeños a que le dejen galletas y leche a Papá Noel para enseñarles a ser agradecidos con ese ser que les traerá sus pedidos.

 

 

24. Ponernos en contacto con familiares lejanos. Sobre todo a quienes no tenemos la oportunidad de ver con frecuencia. La Navidad es una celebración perfecta para reunir a las personas.

 

 

25. Tomemos fotografías de nuestras familias en la medida de lo posible. Si se nos imposibilita hacerlo, podemos siempre recordar el sentimiento que nos produjo compartir con las personas que más queremos.

 

 

26. Repartir abrazos. Es una excelente forma de fortalecer el espíritu con alegría y afecto.

 

 

27. Observemos todo con atención. Observemos la sonrisa, la alegría y el brillo en los ojos de nuestros seres queridos para recordar siempre por qué esperamos con ansias la Navidad.

 

 

28. Leer libros a los más pequeños. Las aventuras del conocido Grinch, las leyendas de Papá Noel, las aventuras de los renos perdidos, entre otras, son fábulas importantes para la fecha.

 

 

29. Reconocer que la Navidad es una oportunidad para acercarnos a Dios. El nacimiento del niño Jesús es una oportunidad para reparar nuestra relación con Dios y darle un nuevo aire de reconciliación.

 

 

30. Escuchar a los demás. Esta es una época del año donde los demás importan y necesitan ser escuchados.

 

 

31. Aprender de nuestros mejores actos durante la Navidad. Es una forma de reconocer nuestras mejoras y logros. Es sustancial que tomemos lo mejor de lo que somos capaces de hacer y lo apliquemos en cada día de nuestras vidas.

 

 

32. Aprovechar la oportunidad creativa de la Navidad. Gracias a su espíritu festivo, la Navidad es una época que estimula nuestra imaginación para a crear e innovar.

 

 

33. Recordar navidades pasadas. La Navidad es una oportunidad para revivir lo mejor de nuestras épocas más inocentes e infantiles. Para las personas mayores, observar el júbilo y el entusiasmo de los más jóvenes es una dosis de vitalidad que los devuelve a emociones pasadas y les permite valorar las del presente.

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