33 REGLAS DE ORO PARA SANAR HERIDAS EMOCIONALES

 

 

 

 

La vida está marcada por sucesivos episodios emocionales, que constituyen nuestro acervo de experiencias conscientes e inconscientes. Cada una de ellas determina y moldea nuestro comportamiento, carácter y funciones biológicas. Las emociones siempre dejan huellas; dependiendo de su intensidad, algunas vivencias negativas pueden marcarnos significativamente y afectar nuestro comportamiento y equilibrio psicofisiológico. Además, pueden anclarnos en el pasado y resentirse cada vez que algo o alguien nos recuerdan la experiencia, abriendo el camino a todo tipo de patologías. Con el fin de evitarlo, a continuación te ofrecemos las 33 reglas de oro para sanar heridas emocionales.

 

1

Acepta la herida como parte de ti. Tarde o temprano el episodio y los sentimientos que generó nos afectarán, ya sea psicológicamente o somatizando algún tipo de enfermedad. Por eso, es importante comprender qué sucedió y por qué, y aceptarlo como parte de nuestra historia.

 

 

2

Evalúa de qué manera te has apegado a la herida. Muchas veces queremos justificar nuestra tristeza por algo que nos hirió y nos victimizamos de manera constante. Es recomendable abandonar poco a poco esa costumbre.

 

 

3

Asume las experiencias dolorosas como un entrenamiento. Las heridas emocionales son parte de la vida y cada vez que ocurren podemos aprender de ellas.

 

 

4

Cuida de ti mismo. En la medida de lo posible, evita situaciones que puedan exponerte a algún tipo de daño emocional.

 

 

5

Practica algún deporte. Nos genera sensación de bienestar y despeja la mente, lo que puede ayudar a disipar pensamientos negativos.

 

 

6

Analiza el problema. Conviene considerar racionalmente la situación que nos hizo daño, para entenderla desde otra perspectiva y aceptar que teníamos que pasar por esa circunstancia difícil.

 

 

7

Practica meditación o ejercicios de relajación. Te ayudarán a despejar la mente cuando te asedien pensamientos negativos.

 

 

8

Piensa en positivo. Repetir frases motivadoras en voz alta puede ser de gran utilidad para reprogramarnos en sentido positivo.

 

 

9

Escribe. Es una buena forma de desahogo que te ayudará a liberar la carga emocional negativa.

 

 

10

Acude a personas cercanas. Nada mejor que sentir el apoyo de quienes más uno aprecia para superar dolores emocionales.

 

 

 

11

Busca algún referente. Encontrar el testimonio de alguien que logró superar una dificultad similar, brinda mucha motivación y ofrece la sensación de no estar solo en el dolor.

 

 

12

Evita reprimir lo que sientes. Si estás mal, comunícaselo a alguien de confianza. Guardar las emociones negativas durante mucho tiempo puede traernos consecuencias desagradables.

 

 

13

Encuentra tiempo para sentir lo que quizás en otro momento no te permitiste. Algunas veces, la ira puede esconder tristeza o miedo. Por ello, es saludable buscar un momento para identificar cuáles son las verdaderas emociones asociadas a los episodios que has vivido.

 

 

14

Busca hacer algo que te agrade o practica algún pasatiempo artístico. La creación por medio del arte nos ayuda a expresarnos y puede ser muy sanadora.

 

 

15

Escucha música relajante. Puede ayudar a destrabar tus nudos emocionales.

 

 

16

Date un respiro. Rompe con la rutina, organiza un viaje y cárgate de renovadoras energías.

 

 

17

Acude a un grupo de apoyo. Hay grupos que se organizan en torno a una problemática específica. Es de gran ayuda saber que uno no está solo cuando afronta un problema.

 

 

18

Sal a caminar. Nos ayuda a reflexionar y ampliar nuestra visión de las cosas.

 

 

19

Mira la otra cara de la moneda. Tendemos a ver el pasado con un sesgo negativo, pero debemos admitir que no todo fue como pensamos. Recordemos y valoremos los buenos momentos que hemos disfrutado.

 

 

20

Valora a tu familia. Son quienes más te conocen y pueden brindarte un importante soporte cuando te sientas mal.

 

 

21

Practica la aceptación. Admite los sucesos como vengan, no los etiquetes ni los juzgues. Tómalos como algo que tenía que ocurrir para transmitirte una enseñanza y aumentar tu resiliencia.

 

 

22

Disfruta las pequeñas cosas. Cualquier actividad que te produzca bienestar es un gran aporte a tu vida. Nada es poco importante cuando te da alegría, vive cada uno de esos momentos al máximo.

 

 

23

Mira el pasado de otra manera. No lo tomes como determinante. Hay hechos aislados en los que pudiste verte afectado, pero no son la suma de todo en tu vida y más bien sirven para superarte.

 

 

24

Busca nuevas oportunidades. Cada día es una nueva oportunidad para hacer las cosas mejor que ayer.

 

 

25

Brinda nuevas oportunidades. No guardes rencor a quien te lastimó, intenta comprenderlo y entender sus motivos. Acepta que, como todo ser humano, se puede equivocar. Practicar el perdón te beneficiará a ti más que a nadie.

 

 

26

Jamás te presiones, tómate tu tiempo. No hay un límite de tiempo para sanar una herida emocional, camina con calma.

 

 

27

Habla con gente mayor sobre tu dificultad. Tienen más experiencia de vida y pueden aconsejarte sabiamente.

 

 

28

Procura evitar arrepentimientos futuros. Todos cometemos errores, pero trata de minimizarlos para no experimentar sentimientos de culpa excesivos.

 

 

29

Confía en tus recursos. Todos tenemos un poder sanador en nuestro interior, confía en tu capacidad de superar las dificultades.

 

 

30

Engríete. Date gustos, invierte tiempo en ti mismo, diviértete con amigos.

 

 

31

No pierdas la esperanza. Sin ella, las grandes ilusiones no tendrían la energía para hacerse realidad y no podrías entender que todo puede superarse emocionalmente.

 

 

32

Busca ayuda profesional. Los tratamientos de psicoterapia aportan mucho en la sanación de heridas emocionales.

 

 

33

Vive el presente. Deja el pasado en su lugar y procura construir un día a día que valga la pena ser vivido.

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