ACOSO Y DAÑO EMOCIONAL EN LAS REDES SOCIALES

 

 

Una de las etapas más difíciles del desarrollo humano es la adolescencia. El camino suele ser poco claro durante este período. Tanto para las mujeres como para los hombres, presupone cambios hormonales, emocionales y complicadas búsquedas por formular opiniones e ideas sobre los asuntos más personales.

 

Muchas veces, en el intento de encontrar ideas claras, los jóvenes tienden a excluir todo comentario contrario que pueda poner sus nociones iniciales en duda. Muchos adultos entienden esto como una actitud radical o cerrada.

 

Pero esta situación proviene de un lugar genuino e íntimo que anhela encontrar una identidad o, en todo caso, formarla con rapidez para enfrentar lo difícil que puede ser el mundo.

 

En la actualidad, las redes sociales han alborotado y reestructurado los parámetros sociales que conocieron las generaciones pasadas. Las nuevas formas de expresión traen consigo tanto lo bueno como lo malo de las relaciones sociales.

 

El presente artículo tiene como propósito exponer un problema latente en la realidad adolescente: el acoso, maltrato o bullying. El tema no es nuevo, lo novedoso son los métodos con que se comete.

 

Por ello, los padres de familia, profesores y autoridades, tanto escolares como universitarias, necesitan reconocer la novedad del mundo actual, para entender las dificultades emocionales que la realidad virtual puede producir.

 

 

¿Qué es el bullying o acoso?

Se considera acoso escolar o universitario a todo tipo de maltrato psicológico, físico o verbal producido de manera constante durante un periodo determinado.

 

Antes se le consideraba únicamente como acoso escolar. En la actualidad sabemos que este malestar social también está presente en los centros de estudios universitarios. Y no es ajeno a los centros laborales y la vida adulta.

Actualmente, diversas formas de acoso son más frecuentes que antes, no solo en la juventud sino en todas las etapas de la vida.

 

 

¿Cuál es la razón del fenómeno del bullying?

Cuando las herramientas de comunicación se masifican, sumado a la posibilidad de ingresar información a un espacio que no suprime ningún dato y todo lo almacena, se desarrolla un riesgo social.

 

Ahora los abusivos de cualquier tipo pueden acceder a un mayor número de personas para comunicar mensajes desagradables. De este modo, la humillación ya no es íntima, sino pública. Aquello que se comunica tampoco desaparece, siempre quedará almacenado en algún lugar de la web.

 

Esto ha permitido que hackers o invasores de la privacidad accedan a la información de personas famosas. Nadie, por más poder que tenga, está libre del acoso informático. Así como se ha democratizado el acceso a la información, se han democratizado el abuso y el acoso a otras personas.

 

 

¿Cómo se desarrolla esta situación?

En las redes sociales, las personas que deseen comunicar mensajes con contenido íntimo o privado de sus víctimas pueden hacerlo con tan solo escribir en sus muros.

 

Para los estudiantes esto supone una grave falta de respeto a la privacidad. Los maltratos en el espacio escolar, pueden continuar provocando daño psicológico en las realidades virtuales. Esto sucede también con personas adultas en las universidades.

 

Lo más grave, sin embargo, es la situación de los adolescentes y jóvenes en la escuela. La etapa escolar es un momento delicado y frágil en el proceso de fortalecimiento emocional. Que sucedan estas formas de acoso tanto en la escuela como en el medio virtual es inaceptable.

 

¿Qué medidas podemos tomar?

En este punto es importante dirigirse a dos actores: la víctima y sus padres.

 

 

Jóvenes

Para quienes son golpeados a diario, les imponen nombres ridículos que los lastiman o se recluyen en la indiferencia y falta de interés, lo más importante es comunicarlo. Primero a las autoridades del colegio, aunque es posible que los profesores no se ocupen de este problema en su totalidad.

 

Si la ayuda docente no funciona, lo mejor es acudir a sus padres o a la persona adulta en quien más confían.

 

 

Padres de familia

Para los padres, es importante detectar las señales que pueden presentar sus hijos ante cualquier abuso. Se debe generar un fuerte nivel de confianza con los hijos, para que les permitan observar con continuidad lo que sucede en el campo virtual de las redes sociales.

 

Lo más aconsejable para solucionar estos acosos que continuarán, sino en la escuela, en las redes sociales, es retirar a sus hijos de la institución donde encuentren este problema. El inconveniente mayor de la realidad virtual es que todos estamos conectados. Y aunque el acoso se detenga, la posibilidad para sus hijos de reformular amistades y presentarse nuevamente en el mismo espacio es muy reducida.

 

Por ello, es más importante permitir a los jóvenes la posibilidad de experimentar un nuevo ámbito de estudio tranquilo y apacible.

 

 

Para finalizar…

El mundo de hoy conecta a todos. Pero aún hay espacio para aquellos que deseen empezar de nuevo y reformar su presente.

 

Les aconsejamos a los jóvenes borrar sus páginas sociales y empezar una nueva. Esto permitirá otra oportunidad para hacer nuevas amistades y ganar experiencias.

 

Si el pasado fue doloroso, comprendemos profundamente cuán difícil puede ser. Para los padres es igual.

 

Sin embargo, si no conseguimos deshacernos de él emocionalmente, el pasado permanece. Las heridas suelen sanar cuando le damos al presente más importancia que al pasado. Si se mantiene ese balance con actividades, nuevas amistades, concreción de metas y nuevos viajes, entonces el pasado irá desapareciendo.

 

El mundo está más conectado que antes. Les dejamos un dato: cada día nacen un promedio de 367 mil personas en el mundo. Las probabilidades son buenas para ustedes. Después de todo, ¿quién dice que alguien no pueda renacer como persona y sentirse bien con su presente olvidando por completo el pasado?

 

Si este elevado número de personas nace a diario, es muy probable que ustedes logren renacer hacia una vida más feliz y armoniosa.

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