ADICCIONES NO QUÍMICAS

 

 

 

¿Qué es una adicción no química?

En primer lugar, hay que definir lo que es una adicción: se trata de una enfermedad física y emocional. Supone la dependencia o necesidad de una sustancia, actividad o relación, debido a que generan placer y activan el circuito de recompensa en el cerebro.

 

Tradicionalmente, las adicciones fueron relacionadas a sustancias psicoactivas como el alcohol, tabaco, marihuana, cocaína y muchas otras. Sin embargo, como las personas son también proclives a desarrollar adicción a alguna actividad, se puede ser un adicto sin una sustancia de por medio.

 

Para poder hablar de adicción se deben cumplir al menos tres de los siguientes criterios (adaptados a lo no tóxico):

 

1. Deseo intenso por efectuar determinada acción.

 

2. Aparición de tolerancia: cada vez se necesita mayor cantidad de aquello que genera placer.

 

3. Aparición del síndrome de abstinencia (ansiedad, sudoración, inquietud) cada vez que se detiene o disminuye la frecuencia de aquello que genera placer.

 

4. Incapacidad para controlar el inicio de la conducta. Una vez iniciada, resulta muy difícil detenerse.

 

5. Desplazamiento de otras actividades en beneficio de la conducta problemática.

 

6. A pesar de las consecuencias negativas de sus acciones, la persona continúa.

 

 

Como podemos observar, estos puntos concretos nos pueden servir como signos de alerta cuando alguien está desarrollando alguna adicción no química.

 

 

 

¿Por qué se originan?

El origen de estas dificultades puede estar en vacíos afectivos y baja autoestima, que buscan ser cubiertos por una sensación de intenso placer o satisfacción. Además la sociedad actual, basada en lo material por encima de la realización de las personas, de alguna manera empuja a mucha gente a comportamientos asociados a la dependencia. Asimismo, la poca supervisión del uso del tiempo libre, combinada con la ausencia de hábitos adecuados, predispone a los individuos a caer en alguna de las adicciones que se describen a continuación.

 

 

Ludopatía

Los casinos y casas de apuestas son una opción de entretenimiento con muchos adeptos. Mientras para algunos lo atractivo es la incertidumbre de los juegos de azar, otros argumentan que prima la estrategia y sueñan con grandes fortunas.

 

Como podemos observar, un gran número de emociones y reforzamientos van y vienen en ese contexto. Algo que nace como una simple distracción y relajo puede tornarse una actividad sumamente dañina para quien la realiza y su familia.

 

Primero hay un deseo que va aumentando, luego la frecuencia se incrementa y, sin darse cuenta, la persona puede verse inmersa en una adicción al juego o ludopatía.

 

La alteración progresiva de la conducta desemboca en una significativa falta de control del impulso de jugar. Se ignora toda consecuencia negativa y la obsesión por el juego desplazará al empleo, la familia, el dinero y la salud.

 

En ocasiones, el jugador patológico contraerá deudas, circunstancia que lo puede llevar a cometer actos desesperados. Pondrá en venta su casa, automóvil y otras propiedades. Incluso puede llegar a cometer algún acto delictivo, como robar.

 

Entre las consecuencias de la ludopatía podemos señalar:

 

* Aparición de impulsos incontrolables

 

* Conductas repetitivas de juego sin tener en cuenta las consecuencias negativas

 

* Graves pérdidas económicas

 

* Problemas familiares, sociales y laborales

 

 

Adicción a las nuevas tecnologías o ciberadicción

Internet y sus aplicaciones han abierto una nueva gama de posibilidades. Juegos, redes sociales o servicios de chat, son algunas de las herramientas que millones de personas tienen a la mano para entretenerse.

 

El problema surge cuando dejan de ser un hábito y se convierten en algo excesivo. En algunos casos, el uso puede extenderse durante días. Debido a este comportamiento, se van a generar trastornos sociales como el aislamiento, problemas familiares y financieros o bajo rendimiento académico y laboral.

 

Las consecuencias más frecuentes de la ciberadicción son:

 

* Nerviosismo y ansiedad

 

* Aislamiento social

 

* Irritabilidad

 

* Agresividad

 

* Insomnio

 

 

Adicción a las compras

Es una de las adicciones no tóxicas que sigue un evidente patrón. Esto se debe a que, en primer lugar, el sentimiento de satisfacción por las compras es muy grande. Luego, aparecen emociones negativas como la culpa y la vergüenza por haber gastado tanto dinero. Lamentablemente, una vez que desaparece ese estado emocional, las compras compulsivas vuelven a aparecer.

 

 

Características de los compradores compulsivos:

 

* Impulsos incontrolables por comprar en abundancia cosas que, generalmente, no necesitan

 

* Repetición constante de la conducta de compra sin medir las consecuencias económicas

 

* Necesidad urgente e irreprimible de comprar

 

* Fracaso a la hora de intentar controlar los gastos

 

* Considerables pérdidas económicas

 

* Problemas familiares, sociales y laborales

 

 

Adicción al sexo

Se trata de un conjunto de conductas repetitivas y de carácter compulsivo orientadas a mantener relaciones con diferentes parejas, en busca de satisfacer un intenso y constante deseo sexual.

 

Si bien la cantidad de relaciones sexuales recomendadas por semana es relativa, cuando se practican de modo frecuente y el deseo ocupa gran parte del día a día o interfiere de forma significativa en la vida del sujeto, es probable que se trate de un caso de adicción al sexo.

 

La persona adicta al sexo mantiene una actividad erótica excesiva, habitualmente promiscua y descontrolada. Además, suele presentar las siguientes características:

 

* Problemas con el control de impulsos

 

* Búsqueda de satisfacciones inmediatas

 

* Persistencia de la conducta adictiva a pesar de las consecuencias negativas

 

* Pensamientos sexuales permanentes de forma intrusiva

 

* Recurrencia a la masturbación, los encuentros con desconocidos, cibersexo, pornografía y prostitución

 

* El tiempo dedicado al sexo puede generarle aislamiento, además de problemas económicos y familiares

 

* Baja autoestima

 

Finalmente, les sugerimos que si tienen algún problema de adicción, ya sea química o no, o conocen a alguna persona allegada que lo padezca, es muy importante buscar ayuda inmediata con un profesional de la salud especializado. De no hacerlo, estarán comprometiendo no solo su bienestar, sino el de su familia y las personas que los rodean.

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