¿CÓMO CRIAR NIÑOS FELICES?

 

 

La felicidad reside en algo más que el tener o poseer. Se trata de la ilusión y el deseo que el niño emplea para obtener lo que quiere. No siempre tomamos en cuenta este aspecto en la educación de los niños, pero es primordial, ya que un niño feliz tendrá más herramientas para hacer frente y superar las situaciones que la vida le presente.

 

 

A continuación, se detallan los pasos para criar a un niño feliz:


 

1. Aprende a leer sus emociones
Algunas señales son obvias. Un niño feliz sonríe, juega, es curioso, interactúa con otros niños y no necesita estimulación constante. Por otro lado, las señales de un niño desdichado son igualmente claras. Será un niño callado, retraído, que no se involucra voluntariamente con otros niños, no juega, no sonríe y habla poco. El que un niño sea tímido, no significa que sea desdichado. La timidez no es lo mismo que la tristeza, pero será necesario un mayor esfuerzo para descifrar sus señales. Cada niño tiene su forma de manifestar que está pasando por un momento difícil. Lo importante es ir aprendiendo a reconocer lo que cada gesto significa.

 

 

2. Diviértanse juntos

Aunque el entretenimiento constante y los regalos pueden ser el sueño de todo niño, lo que realmente lo hace feliz es la compañía de sus seres queridos, principalmente la de sus padres. El juego entre padres e hijos es la clave para la buena crianza y es también la forma en que el niño desarrolla habilidades esenciales para su futura felicidad.

 

 

3. Ayúdalos a perfeccionar sus talentos

Las personas felices son, generalmente, aquellas que dominan una habilidad. Los niños, como los adultos, necesitan seguir sus propios intereses o no habrá dicha en sus logros. Es importante que los niños descubran que tienen algo de control sobre sus vidas, así persistirán en la tarea hasta alcanzar sus metas.

 

 

4. Cultivarles hábitos sanos

Suficientes horas de sueño, ejercicio y una dieta balanceada son muy importantes para el bienestar de un niño. Ellos hacen ejercicio de manera innata, así que es recomendable dejarlos correr y saltar. Esto ayudará a mantener un buen estado de ánimo. Los niños se adaptan fácilmente al cambio, pero serán más felices con un horario establecido que les permita saber qué va a suceder.

 

 

5. Deja que traten de resolver sus problemas

Criar a un niño feliz no tiene que ver con solucionarle todos los problemas. Por el contrario, se trata de algo más realista. Deben aprender a tolerar la angustia y las frustraciones, luchar para enfrentar sus problemas. Esto no significa que no puedan pedir ayuda, pero lo ideal es ayudarlos a que encuentren una solución ellos mismos.

 

 

6. Permítele estar triste o enojado

Los niños necesitan saber que es normal, a veces, sentirse desdichado. Es parte de la vida, e intentar rescatar a un niño de toda desdicha podría enviar el mensaje equivocado de que está mal sentirse triste. Es recomendable alentar al niño a identificar y darle nombre a sus emociones y expresarlas verbalmente.

 

 

7. Enséñale a compartir y a pensar en los demás

Es importante inculcarles el valor de ayudar a otros. Algunos estudios muestran que las personas que se interesan por su alrededor tienden a sentirse menos deprimidos. Fomentar la caridad es parte importante de la vida familiar y los niños pueden beneficiarse mucho de ello. Incluso las pequeñas tareas del hogar proporcionarán al niño el sentido de ayudar.

 

 

8. Sé un modelo de conducta

Los niños perciben, desde muy pequeños, el humor de sus padres. Un buen modelo de conducta sería expresar alegría y agrado, además de aprecio por las pequeñas cosas de la vida. Esto no significa esconder las emociones negativas, pero sí explicarle al niño que es parte de la vida sentirlas, pero que existen maneras de sobreponerse a ellas.

 

Las siguientes son algunas recomendaciones para los padres que deseen criar un niño feliz:

 

· Establecer una comunicación asertiva (a través del juego, baile, pintura, etc.)

 

· No compararlo con otros niños (amigos, hermanos) ni descalificarlo.

 

· Aceptarlo tal y como es.

 

· Tener una actitud positiva.

 

· Enseñar la importancia de la empatía.

 

· Dejar que experimente aunque se equivoque.

 

· Compartir experiencias con otros padres.

 

No existe una receta única e infalible para criar a un niño feliz. Lo que es apropiado para uno, puede no serlo para otro. Los padres o tutores encargados del buen desarrollo de un niño, tanto físico como emocional, deben estar preparados para enfrentar circunstancias adversas que pondrán a prueba, constantemente, sus habilidades paternas, pero lo más importante es no flaquear y tratar de ser siempre el mejor modelo a seguir.

 

 

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