CÓMO PREPARARSE PARA EL OTOÑO DE LA VIDA

 

 

 

Estilo de vida

Es de suma importancia adquirir hábitos saludables que nos ayuden a envejecer de la mejor manera posible. Se dice que los factores genéticos o hereditarios para desarrollar cierto tipo de enfermedad o trastorno corresponden a solo el 30%, el resto depende de factores del entorno y al estilo de vida.

 

Es recomendable asistir regularmente al médico para realizarse evaluaciones preventivas. Hay que recordar que cualquier dificultad tendrá una mejor respuesta al tratamiento si se detecta de manera temprana.

 

Otro tema a tomar en cuenta es la alimentación. Conforme pasan los años, muchos individuos van restándole importancia a este aspecto, adquiriendo hábitos alimenticios inapropiados. Incorporar frutas y verduras, lácteos y líquidos (tres litros), es tan importante como tomar cinco comidas al día.

 

La importancia de la actividad física

Pasados los 50 años es necesario aumentar la actividad física. Lamentablemente, el temor a caídas o accidentes en general evita que la mayoría de adultos mayores realicen ejercicios. Es evidente que son necesarios ciertos cuidados para evitar algún incidente lamentable, pero esto no debería ser una limitación.

 

Los ejercicios recomendados para los adultos mayores son las caminatas, los paseos en bicicleta, la natación, el yoga y el tai chi. Es preferible evitar los deportes de contacto.

 

Cuidando el sueño

El tiempo de descanso es fundamental para mantener un buen estado de salud, por lo que se recomienda dividirlo en periodos de acuerdo a nuestra rutina. Las siestas entre las dos y cuatro de la tarde son una buena opción. Además, para facilitar la relajación durante las noches es de mucha ayuda tomar un baño caliente, leer un libro antes de acostarse, beber una taza de leche caliente o tomar una infusión de tilo.

 

Entorno

Es de mucha importancia contar con personas que puedan servir de apoyo frente a cualquier dificultad o ante cualquier emergencia. Asimismo, el contacto humano ayuda a reducir posibles sentimientos de soledad. Es por esto que se recomienda cultivar relaciones interpersonales profundas con familiares o amigos. Compartir con otros y recibir su afecto genera una sensación de gran bienestar. Sin embargo, el hecho de tener personas cerca no significa que se tenga que crear una dependencia.

 

Es cierto que a medida que las personas envejecen tienden a depender más de sus cuidadores. Esto no quiere decir que se deje de respetar la autonomía de cada uno. El adulto mayor necesita sentirse útil y esto le hace mucho bien: hay que permitirle realizar diferentes actividades que estén dentro de sus posibilidades.

 

Algo más que puede hacer el entorno por el adulto mayor es alentarlo a que concrete y realice deseos y proyectos pendientes, ayudándolo a que retome intereses que había dejado de lado como pintar, aprender algún idioma, hacer música, etc.

 

 

Conclusión

La vejez es una etapa de mucha reflexión, donde el ser humano suele revisar su vida. Lo ideal es que este repaso sea satisfactorio y es tarea de uno mismo lograr que esto suceda, nadie más es responsable que nosotros mismos.

 

Esta última fase también va a formar parte, eventualmente, de esa recapitulación, por lo tanto, debe ser vivida plenamente. Las pautas aquí señaladas ayudarán a este propósito.

 

José Saramago, escritor portugués y Premio Nobel de Literatura 1998 nos dice: “La vejez empieza cuando se acaba la curiosidad”.

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