¿CONOCES LA TRICOTILOMANÍA?

 

 

 

 

Puede definirse como un trastorno del control de impulsos y está en la misma clasificación que la piromanía, cleptomanía y ludopatía. Se trata de un padecimiento crónico y sumamente difícil de tratar. Aparece mayormente en mujeres y se suele diagnosticar entre los 9 y 13 años. Su desarrollo puede estar conectado con depresión o estrés.

 

 

Síntomas

La tricotilomanía está confinada, generalmente, a uno o dos lugares del cuerpo. En los niños, la tendencia es arrancarse únicamente los pelos de la cabeza. Los síntomas más evidentes son:

 

· Apariencia desigual del cabello

 

· Parches o pérdida del cabello de manera difusa

 

· Obstrucción intestinal si es que se llegara a comer el cabello arrancado

 

· Tirar o retorcer constantemente el cabello

 

· Negar el hecho de halarse el cabello

 

· Otros comportamientos de autoagresión

 

· Sensación de alivio luego de arrancarse el cabello

 

· Timidez o vergüenza ante la condición

 

 

La mayoría de las personas que tienen este trastorno, también tienen problemas con:

 

· Sentimientos de tristeza

 

· Ansiedad

 

· Baja autoestima

 

Es usual que, por miedo al rechazo debido a su apariencia, las personas que tienen este trastorno compren pelucas, se delineen las cejas o usen pestañas postizas para disimular el problema.

 

 

Causas

El ambiente es uno de los factores más influyentes en la tricotilomanía. Las actividades sedentarias, como estar en un lugar relajado, proporcionan mayor oportunidad para el acto. Por ejemplo, acostarse para intentar dormir puede incitar a la persona a retorcer y arrancar su cabello como método de distracción.

 

La ansiedad y la depresión se presentan frecuentemente en pacientes con este trastorno. Por otro lado, se ha encontrado que esta condición tiene una relación estrecha con el estrés post traumático.

 

Es importante puntualizar que normalmente muchas personas que padecen de tricotilomanía también presentan ciertos rasgos obsesivos, numerosas supersticiones y compulsiones mentales. Por ejemplo, en los adolescentes, la tricotilomanía puede venir acompañada de un bajo rendimiento académico y de otro tipo de compulsiones como la onicofagia (hábito de comerse las uñas).

 

 

Tratamiento

La tricotilomanía es una patología que afecta al 3,4 por ciento de la población mundial pero de la cual se conoce muy poco. Tanto es así que la mayoría de las personas ni siquiera busca ayuda. Como resultado, pasan años arrancándose el pelo, sufriendo la ansiedad que esto provoca y cargando con un estigma social que les impulsa a aislarse y sentirse solos y deprimidos.

 

Gran parte de las terapias existentes para tratar la tricotilomanía se focalizan en hacer que la persona enfrente el problema, que muchas veces es minimizado o incluso negado (las personas prefieren visitar el dermatólogo antes que el psicólogo).

 

Normalmente, la psicoterapia logra "eliminar" el trastorno aunque, cuando está muy arraigado, suele utilizarse la ayuda farmacológica. No obstante, se debe aclarar que el curso de la tricotilomanía es muy variable y puede retornar incluso después de años de haber desaparecido.

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