DEPENDENCIA DE DROGAS EN LA GENERACIÓN MODERNA

 

 

 

Por Kevin Niezen

¿A qué se debe esto? ¿Por qué un joven de los Millennials recurre a las drogas y depende de ellas? Las causas, naturalmente, son bastante diversas. A continuación les presentamos algunas de las más relevantes.

 

Hogares destruidos y disfuncionales

Esta causa no explica únicamente por qué los Millennials recurren a las drogas, sino también por qué muchas personas lo han hecho en el pasado.

No es ningún secreto que las drogas promueven un estado mental (y en algunas ocasiones físico) donde la persona se siente aliviada de los malestares que la aquejan. En pocas palabras, las drogas presentan un escape ante escenarios familiares que están descuidados, quebrados y con escasa funcionalidad.

Es ante estos malestares que un joven puede acudir a ciertas amistades o lugares donde se les facilita sustancias que supuestamente van a “aliviarlo”.

Pero, ¿por qué alguien utiliza una medida autodestructiva para escapar de una familia tóxica?

 

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(*) También denominados Generación Y o Generación Peter Pan, los Millennials (Milenio) son las personas nacidas entre 1980 y 2000. Para los antropólogos del parentesco esta generación es la que le sigue a las Generación X y Baby Boomers, aquellas que se criaron entre conflictos bélicos e inestabilidad económica.

 

 

Desesperación y frustración

Si lo pensamos detenidamente, el hecho de que alguien consuma drogas para borrar o desaparecer las malas vivencias en el hogar tiene poco sentido racional. Lo lógico es que, si buscamos solucionar un problema, no lo suplantemos por otro que puede tomar años en resolverse. Pero he aquí la distinción: la mayoría de jóvenes no están buscando solucionar el problema, sino más bien huir de él. La desesperación se ha apoderado de sus mentes y, sumada a los cambios hormonales y emocionales de la adolescencia, se fortalece y conduce a los jóvenes hacia decisiones impulsivas e irracionales.

 

Consumir drogas y hacerse daño a uno mismo también es una forma negativa de llamar la atención y reclamar cariño.

 

Otra causa aún más alarmante es que muchos jóvenes saben que aunque consumir drogas ocasionará detrimento para su salud, prefieren consumir estas sustancias de todos modos con el fin de hacerse notar por sus familiares. Estos hogares en ruinas suelen ignorar las necesidades de los hijos, dejándolos de lado y a su propia suerte.

 

Posturas y nada que perder

Si bien las causas anteriores pueden explicar por qué muchas personas consumen drogas, la mayoría de jóvenes sumergidos en este problema provienen de sectores de bajo nivel socioeconómico. Pero las personas que disfrutan de estados socioeconómicos más privilegiados tampoco escapan al asedio de las drogas; este grupo de jóvenes cuentan con otro tipo de problemas y además de que en sus hogares también puede existir despreocupación y disfuncionalidad, experimentan presiones como mantener una apariencia de acuerdo su estatus social, preservar el dominio del círculo social al que acuden y mostrar una actitud relajada y osada. Por ello, también pueden caer en el consumo furtivo de drogas y, dependiendo del grupo de personas que frecuenten, este consumo se puede convertir, finalmente, en una dependencia.

 

Es interesante notar que muchos jóvenes de alto nivel socioeconómico tampoco están a salvo de los problemas familiares y que una de las causas para su consumo de drogas es la misma que en los escenarios de los niveles socioeconómicamente bajos.

 

Amistades y relaciones durante la adolescencia

La adolescencia es una de las etapas más críticas por las que atraviesa el ser humano, pues durante ella se desarrollan desequilibrios hormonales y, como consecuencia, emocionales. Por este motivo es muy importante que los padres hagan todo lo posible para ser una presencia estable en el hogar y brindar seguridad a sus hijos.

 

Ante la ausencia de una relación paternal, los jóvenes tienden a confiar sus frustraciones y necesidades tanto en amistades de su misma edad como en parejas románticas. Pero, ¿realmente pueden ayudarlos las personas de su misma edad con problemas y demandas que ellos mismos también padecen?

 

Un error común de los Millennials es recurrir a personas de su mismo grupo para satisfacer necesidades que, emocionalmente, requieren de otro tipo de ayuda. Aquí es cuando empieza el ofrecimiento de drogas (alucinógenos, cocaína, heroína, etc.) y, lo que es peor, las personas jóvenes crean una relación inconsciente entre la sensación furtiva de placer que les hace sentir la sustancia y la primera persona que se las entregó; de esta manera, en muchas ocasiones el amor se confunde con dependencia emocional, el placer con satisfacción momentánea, la amistad con la necesidad, y finalmente se crea una vorágine emocional que puede terminar por destruir emocionalmente a una persona joven.

 

¿Cómo se puede controlar esta dependencia?

 

En primer lugar, lo más recomendable sería evitar el consumo de cualquier droga, ya que es imposible determinar qué personas serán más propensas a la adicción que otras.

 

La dependencia en el caso de los jóvenes se produce, como las estadísticas lo demuestran, por vacíos emocionales que ellos intentan llenar desesperadamente.

 

Medidas que los jóvenes pueden tomar para evitar depender de sustancias adictivas:

 

1. Acudir a un terapeuta para externalizar sus problemas y dudas. Pueden incluso buscar ayuda en un profesor de la escuela en quien confían. Lo importante es comunicar el malestar y no permitir que se siga desarrollando.

 

2. Buscar formas de canalizar la ira, el estrés y la angustia por medio del deporte y otras actividades físicas.

 

3. En la medida de lo posible, intentar resolver los problemas familiares. Si no pueden resolverse externamente, es importante fortalecernos emocionalmente para sobrellevarlos. Recuerden que toda etapa por más difícil y agotadora que sea siempre tiene un final.

 

4. Prestar atención a los lugares de donde vienen las personas que ofrecen las drogas y hacerse las siguientes preguntas: ¿sus hogares son disfuncionales? ¿son personas ansiosas y exaltadas? ¿de qué manera se comunican y cuándo y por qué empezaron a consumir drogas?

 

5. Preguntarse: ¿necesito realmente alguna sustancia como la cocaína, la marihuana, el éxtasis o la heroína para sentirme más feliz o eficiente?, ¿por qué no puedo encontrar alguna forma natural y racional para solucionar mis problemas?

 

6. Priorizar la razón por encima de todo (recordemos que en las circunstancias de mayor presión emocional es cuando nos volvemos más insensatos). Por ello, es importante tomarse unos minutos para reflexionar sobre las medidas que estamos tomando para combatir nuestras aflicciones.

 

Medidas que los padres de familia u otra persona cercana pueden tomar para asistir a jóvenes en peligro de desarrollar dependencia hacia las drogas:

 

1. Motivar la comunicación. Mostrar un interés genuino en escuchar y ayudar a los jóvenes.

 

2. Demostrar empatía y entendimiento. Para ayudar, es fundamental evitar criticar a las personas que mantienen un elevado consumo de drogas.

 

3. Paciencia y tolerancia. Cuando estamos fuera de un problema, podemos observar el caso con racionalidad, pero recordemos que los jóvenes que están sumergidos en el problema no pueden hacerlo rápidamente.

 

4. Evitar caer en la frustración. Con la falta de paciencia viene el sentimiento de frustración, el cual paulatinamente se traduce en desesperación y, finalmente, en agresividad.

 

5. Intentar resolver el estado disfuncional en el hogar. Si somos hijos y nuestros padres no son capaces de responder positivamente a nuestras necesidades, entonces debemos tomar el liderazgo para ayudar a nuestro hermano o hermana con problemas de adicción.

 

6. Recordar que la dependencia a las drogas proviene de un vacío emocional y que esto produce una gran soledad. Por este motivo, es importante no abandonar a un amigo o familiar joven que padezca de este problema.

 

7. La generación de los Millennials tiene que lidiar con el estrés de la competitividad. Esto ocurre tanto en el campo académico como laboral, además de las demandas sociales, las presiones de la apariencia en las redes sociales y el estrés que todos padecemos y conocemos en este mundo cambiante. Por eso es importante mantenerse informados para lograr entender las verdaderas causas que han llevado a alguien a caer en la dependencia; y así surgirá la tolerancia y el entendimiento para poder ofrecer y dar ayuda.

 

Generaciones futuras…

Las drogas de cualquier tipo continuarán siendo un “bálsamo” engañoso para las generaciones con hogares maltratados, necesidades emocionales y presiones del entorno. Eso es inevitable.

 

Pero mantenernos informados, promover el entendimiento, celebrar la racionalidad y esparcir campañas e iniciativas para evitar la destrucción de vidas jóvenes, nosotros, quienes observamos los males desde el exterior, no solo podemos contribuir a salvar a algunas personas de la generación de los Millennials, sino también a muchas personas jóvenes de las próximas generaciones.

 

Para que un mal se inicie y se expanda, solo se necesita una víctima y que aquellos que observan no se decidan a actuar. Bien de Salud los invita a participar en la medida que les sea posible en esta cruzada, ya que toda acción cuenta en la lucha contra las drogas.

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