EL HOMBRE MÁS RICO DEL MUNDO SEGÚN BILL GATES

 

La siguiente anécdota está circulando en las redes y queremos compartirla por escrito con ustedes, ya que aunque no hemos comprobado que haya salido de labios de Bill Gates, la historia es realmente aleccionadora y nos servirá para reflexionar…

Nadie lo sabe, pero existe una persona más rica que yo.  Lo conocí cuando todavía no era rico ni famoso.

Estaba un día en el aeropuerto de New York, cuando me acerqué a un vendedor de periódicos para comprar un diario, pero mientras lo sostenía en mis manos, me di cuenta que no tenía dinero suficiente y desistí de la idea.

De pronto, el vendedor me dijo que lo tomara “No hace falta que lo pagues, yo te lo doy gratis”.  Yo ni siquiera le había preguntado, pero él se dio cuenta; y ante su insistencia, acepté agradecidamente por el regalo.

Tres meses más tarde, me encontré con el vendedor en el mismo aeropuerto y de nuevo estaba sin cambio para comprar el periódico.  Él me dijo “Puedes tomarlo, estoy compartiendo esto de mis ganancias, así que no te preocupes, yo no estaré perdiendo nada”; nuevamente tomé el diario y le di las gracias.

19 años después, me hice rico y famoso.  Cierto día, recordé al vendedor y decidí buscarlo.  Luego de un mes de búsqueda, finalmente lo encontré.

Cuando logré reunirme con él, le pregunté “¿Recuerdas que una vez me diste el periódico gratis? Quiero pagar la ayuda que me ofreciste, pídeme lo que quieras, yo te lo cumpliré”…Pero el vendedor se negó y me dio una respuesta que me dejó extrañado:

 “¿Usted cree que podrá igualar mi ayuda? Yo lo ayudé cuando era un pobre vendedor de periódicos.  Usted está ayudándome ahora que es el hombre más rico del mundo ¿Cómo podrá igualar su ayuda a la mía?”

Ese día entendí que aquel hombre era más rico que yo, ya que no esperó tener dinero para ayudarme, solo lo hizo por bondad, cuando probablemente le faltaba dinero para llegar a fin de mes.

 

No es más rico quien más dinero tiene sino el que ayuda a los demás con lo que tiene, aunque lo que tenga sea muy poco.

No deberíamos esperar a ser “millonarios” para practicar la generosidad.

 

Tomado de El vendedor Millonario

 

16/09/2020

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