EL VERDADERO CONOCIMIENTO

 

El verdadero conocimiento es el resultado de la conciencia, no de la inteligencia.

 

El conocimiento del cerebro por sí solo se refiere al lado externo y mecánico de la vida. Es a partir de este conocimiento que el mal puede nacer porque no proviene de Dios. Pero es a través del despertar, la ampliación, la iluminación de su ­conciencia, que el ser humano puede al mismo tiempo desarrollar su intelecto, su corazón, sus pensamientos, sus sentimientos y su voluntad.

 

La obra de lo divino en común

Tan pocas como sean, las personas que dedican amorosamente su vida al servicio de Dios, están en condiciones de mejorar la situación de su país material, social o políticamente. Depende de ellos. Explora la historia de la humanidad y verás que es a­sí.

 

El futuro de un pueblo depende de la actividad de sus hombres y mujeres espiri­tuales.

 

Mientras los romanos sirvieron a su Dios sinceramente y con amor, Roma era un gran imperio. Pero cuando comenzó a exterminar a los ­súbditos cristianos, se alejó del rostro de Dios y desapareció como un estado. Lo mismo será cierto para muchas otras naciones.

 

Beinsa Douno

La dulce voz del Alma

 

12/05/2021

 

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