EN FAMILIA

 

Donde nos conocemos a fondo, y nos queremos como mejor sabemos.

 

Donde la casa es historia, hogar y memoria, y la puerta está abierta.

 

Donde se dicen las cosas más claras. Donde tienes tu raíz y tu entraña, donde te quitas el maquillaje y te pones las zapatillas.

 

Pero también donde nos tenemos sin apresarnos, porque habrá que volar del nido un día.

 

Donde no siempre pensamos igual, creemos de distintos modos, y soñamos sueños diferentes, porque es la misma sangre pero hay varios corazones.

 

Donde a veces hay silencios difíciles, palabras pendientes, donde el amor es asimétrico, porque hay quien da todo y hay quien exige de más y agradece de menos.

 

Nuestra familia, la que nos dio la vida o la que formamos, es el lugar donde tenemos que aprender: a callar, a ayudar, a amar y perdonar, a abrazar, a luchar y seguir, a enojarte y desenojarte, a caerte y levantarte, a consolar y dejarse consolar, a llorar y a secar lágrimas ajenas, a romper y reparar, a rezar y suplicar…

 

Tu familia es sagrada. Aprende a disfrutarla y a valorarla.

 

En familia, en nuestra carne y nuestra vida, tan humana, quiso nacer todo un Dios.

 

José María Rodríguez Olaizola

 

22/09/2020

Compártelo