LA AMISTAD

 

En cierta ocasión, dos grandes amigos decidieron hacer una travesía por el desierto. Uno confiaba en el otro ciegamente y sentían que no habría mejor compañía. Sin embargo, cuando ya estaban cansados tuvieron desacuerdos en sus opiniones.

 

Del desacuerdo pasaron a una discusión y de esta a un debate encendido. La situación llegó a tal extremo, que en un momento dado, uno de los amigos golpeó al otro. Enseguida se dio cuenta de su error y le pidió perdón. Entonces, el que había sido golpeado, escribió en la arena: “Mi mejor amigo me golpeó”.

 

Continuaron el camino y más adelante se encontraron con un extraño oasis. Todavía no habían entrado en él, cuando el suelo comenzó a moverse. El amigo que había sido golpeado comenzó a hundirse. Era una especie de pantano. Como pudo, su amigo se estiró, poniendo en riesgo su vida, y lo rescató.

 

Fue entonces cuando el que primero había sido golpeado y luego rescatado, escribió sobre una piedra: “Mi mejor amigo me salvó la vida”. El otro lo miraba con curiosidad, así que le explicó: “Entre amigos, las ofensas solo se escriben para que se las lleve el viento. En cambio los favores se marcan hondamente, para que no se olviden nunca”.

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