LOGOTERAPIA

 

 

A continuación veremos de qué se trata esta psicoterapia y cómo sus conceptos pueden integrarse en un proceso terapéutico. No dejaremos de lado la figura del iniciador, el doctor Viktor Frankl.

 

Biografía breve

Viktor Emil Frankl fue un médico neuropsiquiatra austríaco, psicólogo individual y doctor en Filosofía. Creador de la Logoterapia y autor de más de treinta libros, que han sido traducidos a numerosos idiomas alrededor del mundo. Nació el 26 de marzo de 1905 en Viena, en el seno de una familia judía de clase media. Fue el segundo de tres hermanos y vivió su infancia en un clima de respeto, deber y afecto.

 

Desde muy joven demostró un gran interés por la filosofía existencial, la comprensión integral y la re-humanización del ser humano. Esto lo llevó a la lectura de autores clásicos del campo como Nietzsche y Kierkegaard, entre otros. Evidenció siempre un gran compromiso social, que lo llevó a ocupar el cargo de secretario nacional de la Juventud Obrera.

 

Por ese tiempo, nacía en Viena la teoría que marcó un antes y un después en la psiquiatría y la psicología a nivel mundial: el psicoanálisis. El contacto con esta teoría durante la escuela secundaria y un precario conocimiento de ella lo alentaron a ser psiquiatra. Nunca llevó una formación específica dentro de este enfoque, pero fue ávido lector y hasta llegó a intercambiar correspondencia con el mismo Sigmund Freud.

 

Si bien posteriormente desarrolló cierta oposición a las ideas del maestro, nunca dejó de reconocer su admiración por este fundamental autor en el desarrollo de la psicoterapia.

 

Otro referente importante en el campo de la psicoterapia fue Alfred Adler, quien fue discípulo de Freud para luego separarse de él y formar su propia teoría, la psicología individual. Frankl estudió con los adlerianos y culminó su formación como psicólogo individual. Pero sería expulsado de dicha sociedad debido a diferencias teóricas, medida que consideró un “duro golpe”.

 

Al terminar sus estudios de medicina completó las especialidades de Psiquiatría y Neurología. Pasó a dedicarse a la práctica neuropisquiátrica en Viena, inicialmente como jefe del Servicio del Pabellón de Mujeres Suicidas y posteriormente director del Hospital Rothschild, en el que llegó a atender un promedio de 3000 pacientes por año.

 

Continuó su labor entre el policlínico de Viena y la práctica privada desde 1937, periodo en el que se dedicó al desarrollo y maduración de sus propias ideas. Durante esa etapa, conoció a Tilly y contrajo matrimonio nueve meses antes de ser deportado a los campos de concentración por el nazismo.

 

En dichos campos fallecieron su esposa, padres y hermano. Permaneció encerrado durante dos años, etapa en la que aplicó en sí mismo muchas de sus ideas referentes a la psicología. Esta experiencia dio origen a su libro: “El hombre en busca del sentido”. Allí se percató de que quienes sobrevivían mejor al campo de concentración eran los que desarrollaban un “sentido” para hacerlo.

 

A su retorno, fue director del Policlínico Neurológico de Viena por los siguientes 25 años. Se dedicó a la práctica clínica, a escribir sus obras, contestar correspondencia y difundir su enfoque en diversos lugares del mundo. Volvió a casarse y pudo conformar nuevamente su propio hogar.

 

Viktor Frankl falleció el 2 de setiembre de 1997 a la edad de 95 años debido a una complicación quirúrgica. Frankl comentó en alguna entrevista que su principal motivación en la vida fue “ser un buen médico, pero sobre todo seguir siendo un buen ser humano”.

 

 

La Logoterapia

Creada por Viktor Frankl, es denominada la “tercera escuela vienesa de psicoterapia” por ser cronológicamente posterior al psicoanálisis y la psicología individual, enfoques surgidos en la misma ciudad.

 

Es necesario reconocer la influencia de estas dos escuelas en el pensamiento frankleano ya que, como se mencionó en su biografía, fue atraído por ambas. Sin embargo, al distanciarse de ellas pudo dar forma a su propio pensamiento. Una crítica importante que dirigió a la psicoterapia fue caer en el “psicologismo”, es decir, pretender explicar las expresiones humanas a partir de concepciones psicológicas. Al respecto menciona:

 

“Es inexacto que la creación artística o la experiencia religiosa obedezcan a contenidos sexuales reprimidos, como lo afirman con frecuencia los psicoanalistas; pero es falso, asimismo, lo que tratan de hacernos creer ciertos autores adscritos al campo de la psicología individual, a saber: que todas estas vivencias y creaciones no representan, en verdad, nada auténtico, nada prístino, sino que son simplemente un medio para la consecución de un fin, para huir de la realidad, para evadirse de la vida o al servicio de otra tendencia negativa”.

 

Los ejemplos citados son formas de caer en psicologismos y según Frankl “representan expresiones de algo distinto”. Argumenta que caer en ellos altera y deforma la imagen del hombre, y como consecuencia, nos aleja de una visión completa de sí mismo.

 

Reconoce que desde diversos desarrollos de la “psicología profunda” se ha estudiado bien, pero abre el interrogante de si es necesario ampliar la visión del ser humano con una “psicología de las alturas”:

 

“…rebasando así, deliberadamente, no sólo el nivel de lo físico, sino también de lo psíquico y englobando, por principio, el campo de lo espiritual”.

 

Se ha llegado a un momento importante de la teoría, ¿a qué se refiere con lo espiritual? El ser humano es la interacción de tres dimensiones: física, psicológica y noética (*).

 

La psicoterapia anterior tomaba en cuenta las dos primeras. Sin embargo, Frankl menciona que la dimensión noética es aquella específicamente humana que no enferma, se mantiene intacta y puede ser autónoma de lo físico y lo psicológico. Esto significa que ante alguna dificultad en alguna de esas dimensiones, la espiritual puede adoptar una actitud, así como mantenerse libre para decidir y confrontar los distintos problemas que puedan surgir. Se puede decir que lo noético tiene la capacidad de confrontarse con lo psicofísico.

 

La labor logoterapéutica se centra justamente en aquella dimensión que posibilita a la persona oponerse a todos los condicionantes. Se trata de revalorizar y fortalecer lo “sano” en la persona. Esto se puede ver reflejado en una célebre frase de su creador: “Lo importante no es lo que nos pasa, sino lo que hacemos frente a lo que nos pasa”. En base a esta premisa, se puede mencionar que se trata de una psicoterapia conativa (enfocada en la voluntad). Al mismo tiempo, aparece otra importante idea: la posibilidad de ir más allá de lo dado, moverse entre lo real y lo posible.

 

La idea original fue que este enfoque sirva de complemento a los ya existentes. Pero los diversos desarrollos posteriores lo han llevado a constituirse como una psicoterapia completa, que no impide que existan instituciones más cercanas a la orientación clásica.

 

Un término muy asociado a la Logoterapia y que vale la pena ampliar es el “sentido”. Durante su experiencia en los campos de concentración, Frankl descubrió la veracidad de la siguiente expresión de Nietzsche: “Quien tiene un qué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”. Se dio cuenta que quienes formulaban un sentido para poder sobrevivir lograban más éxito al hacerlo. A partir de ese momento encontró el suyo: ayudar a los demás a encontrar ese sentido.

 

Cuando se descubre esta verdad conveniente y orientadora, no solo se encuentra el sentido de la vida, sino también qué es lo que la vida espera de él. Por eso Frankl dice: "El sentido no se inventa, se descubre". Y agrega: "El sentido de la vida se descubre en la vida misma". Para finalizar con: "No interesa lo que esperas de la vida, sino lo que la vida espera de ti".

 

De alguna manera, la vida nos plantea interrogantes y las respuestas que damos orientarán nuestras acciones. Desde nuestra dimensión noética (*), algo nos atrae y nos llama a iniciar la búsqueda que nos puede dirigir a una existencia feliz.

 

Si bien quedan muchas cosas por decir, esta pequeña síntesis pretende despertar la curiosidad por el tema y difundir un enfoque que va ganándose un lugar en el ámbito psicoterapéutico nacional.

 

 

La Logoterapia en el Perú

En el Perú la Logoterapia es relativamente nueva. Representa una alternativa interesante dentro de los enfoques considerados “humanistas” y “existenciales”. Poco a poco, hay más profesionales de la salud que toman contacto con la disciplina y la aplican en su práctica profesional. Asimismo, muchas personas que no se desempeñan en este ámbito la incorporan como una poderosa herramienta para su crecimiento personal.

 

Hay institutos encargados de la difusión de la escuela, así como la formación de logoterapeutas. Su ardua labor rinde importantes frutos.

 

(*) La palabra noética proviene del verbo griego noew (infinitivo, noein; sustantivo nous), que significa “ver discerniendo”, de donde se deriva “pensar”. La noética es la rama de la filosofía que estudia el pensamiento, especialmente el objetivo e intangible.

 

 

 

Compártelo