PORQUÉ MEDITAR Y CÓMO HACERLO

 

 

LA MEDITACIÓN COMO VÍA DE SANACIÓN

Muchos médicos y psiquiatras aconsejan a sus pacientes técnicas de relajación y meditación dentro de los tratamientos alternativos.

 

La meditación es una manera segura y simple de equilibrar los estados físicos, emocionales y mentales de las personas. La meditación se ha practicado durante miles de años. Hace cuatro décadas que los estudios científicos se concentraron en los efectos clínicos de la meditación en la salud. En los años 60 llegaron informes al mundo occidental sobre yoguis y maestros de la meditación de la India que podían realizar hazañas extraordinarias de control corporal.

 

Varios estudios han demostrado que mediante la meditación es posible ejercer el control voluntario sobre el sistema nervioso autónomo. Muchos médicos se han sentido insatisfechos por los efectos colaterales de los tratamientos farmacológicos de pacientes con estrés y han adoptado la meditación como herramienta correctiva y preventiva que otorga una invalorable situación de paz y armonía al cuerpo. Algunos psiquiatras japoneses combinan la meditación Zen con la terapia tradicional.

 

La meditación trascendental, por ejemplo, ayuda a curarse del abuso de drogas, siempre y cuando el paciente tenga la voluntad de hacerlo. La meditación ha demostrado ser muy beneficiosa para aumentar la función inmunitaria en casos de cáncer o SIDA, para normalizar la química cerebral en casos de alcoholismo o drogadicción u otra patología adictiva, para trastornos de ansiedad, hipertensión, cardiopatías, manejo del estrés y del dolor.

 

 

 

SUGERENCIAS

 

Escoger el espacio para meditar. Es importante reservar un lugar en el hogar donde la persona se sienta cómoda, y aunque éste sea pequeño, se recomienda instalar un altar para centrarnos en la actividad que vamos a realizar.

 

Posición para meditar. En todas las técnicas de meditación se requiere estar sentado cómodamente y con las 33 vértebras alineadas, es decir, con la columna recta.

 

Cómo empezar. Se sugiere comenzar con la repetición de mantras (sonidos sagrados) para aquietar la mente y establecer contacto con nuestro ser interno.

 

Relajación. Esta es una fase fundamental para lograr una buena concentración y alcanzar un estado de contemplación.

 

Los mejores momentos del día para meditar. Son al amanecer y al atardecer.

 

 

 

BENEFICIOS

 

- Cuando se medita, el aura y los centros de energía de nuestro cuerpo sutil (chakras) se expanden.

 

- La respiración se equilibra, se vuelve suave (diafragmática) y la relajación se torna más profunda.

 

- Cuando meditamos nos liberamos de las impurezas de la mente y nos unimos a la conciencia cósmica.

 

 

La meditación se aprende fácilmente y su práctica debe convertirse en un programa personal diario para el mantenimiento de la salud física y mental.

 

 

 

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