¿TENER O SER?

 

 

Hagamos un ejercicio simple; imaginemos que estamos en una reunión para tratar algún tema en particular, se le pide a cada asistente que se presente ante los demás; el primero en hacerlo dice lo siguiente:

 

“Buenas tardes, yo soy Eduardo Luna, tengo 40 años. Estoy casado y tengo dos hijos, soy contador; llegué aquí por recomendación de mi hermano, él me habló muy bien de estas charlas, así que aquí estoy, dispuesto a aprender mucho.”

 

¿Qué es lo que ha hecho Emilio? ¿En cuál de las esferas del título ha centrado su descripción? ¿Qué tanto tendemos todos a hacer lo mismo?

 

 

Del tener al ser

Analicemos brevemente la respuesta que dio Emilio. Empezó por su nombre, incluso dijo “soy Emilio”, ¿se podría decir que él es su nombre o que tiene uno? El mismo cuestionamiento se puede aplicar para su edad (a pesar de que dijo “tengo…”). Luego, podemos ir encontrando más cosas que TIENE: un hermano, hijos, una profesión y, finalmente, un interés por la temática que será expuesta. No podemos obtener más datos de la fugaz presentación que realizó.

 

Claramente, el centro de su descripción ha sido el TENER. Ya que, como se dijo previamente, todo lo que ha mencionado son cosas que él posee, pero ¿podría decirse que él es eso que tiene? Definitivamente no.

 

Este rasgo que tenemos todos a la hora de definirnos es bastante normal, es lo habitual, todos lo hacemos y no significa -de ninguna manera- que esté mal hacerlo. El problema o dificultad surge cuando uno empieza a creer que sólo es “eso que posee”.

 

Esta es una práctica común, porque de alguna manera nos “estancamos” en esta visión de nosotros mismos, llegando a encontrar personas excesivamente enfocadas en acumular todo lo que puedan a su alrededor. Lógicamente, es riesgoso vivir así porque el contenido de lo que soy se basa en las posesiones, ¿qué pasa si desaparecen todas esas posesiones? Lo más probable es que se pierda el sentido de identidad, el cual estaba basado sólo en eso.

 

Ahora bien, hay que aclarar que por posesiones no solamente se está haciendo alusión a objetos, también se tiene que considerar todo aquello que rodea a la existencia. Esto se ilustra bien en el ejemplo de Eduardo, se habló de su nombre, ocupación, edad, etc.

 

Es importante buscar las razones de esta fijación del TENER. Aparece rápidamente la tendencia de “ir a lo seguro”, es decir, fijarnos en esta esfera es lo más sencillo porque se relaciona directamente con cosas más concretas, que podemos percibir con mayor facilidad. De esta manera nos ahorramos sentirnos sin estructura, y la angustia que esto supone, ya que dejar de sostenernos en las cosas más “seguras” conducirá inevitablemente a la posibilidad de sentirnos “sin piso”.

 

Otra razón probable es la sociedad misma, la cual, sutilmente, envía un mensaje encubierto que dice algo así: “compra más, ten más y así, serás más”. Es decir, nos enseña a poner nuestra valía en las posesiones que adquirimos.

 

Como se ha podido apreciar, no es recomendable quedarnos sólo en esta esfera. Hacerlo nos pone en riesgo de paralizar nuestra expansión en la existencia, de evolucionar como podríamos hacerlo. Surge inmediatamente la pregunta: ¿qué es entonces el SER? La respuesta es compleja pero, en primer lugar, es justamente el poder situarse por encima de todo aquello que tengo y entender la diferencia; en resumen, no creer que “eso” es todo lo que soy. Luego, deberíamos tomar elecciones libremente, más allá de lo que me pueda estar condicionando en determinado momento. A continuación desarrollaremos este concepto.

 

 

Posibilidad, atracción y acción

Previamente, se hizo alusión a la capacidad de elegir libremente, más allá de los distintos condicionamientos a los que pueda estar sujeto cada persona. Esto es posible, ya que más allá de SER, el ser humano también es posibilidad; aquí se entra en el terreno del PODER SER. Las personas pueden ser muchas cosas, siempre están frente a una vasta variedad de posibilidades, dentro de las cuales, siempre tendrá que realizar una elección.

 

Lo interesante de esta potencialidad permanente en la que uno se encuentra, es que pese a que podemos estar “atados” a muchas cosas o circunstancias, también somos capaces dar un giro importante y sorprendernos incluso a nosotros mismos.

 

Hay que resaltar entonces que estamos en permanente cambio, que siempre nos estamos eligiendo, y por este motivo, no es correcto dar por sentado algunos conceptos cuando hablamos de seres humanos.

 

Por otro lado, ya se dijo que se tienen siempre posibilidades, pero es también prudente hablar de la manera en que se deben tomar las decisiones frente a esta multiplicidad de caminos a elegir. Hemos entrado al terreno del DEBER SER. Esta parte es la más complicada ya que incluye realizar la elección, en teoría suena sencillo, pero nada más alejado de la realidad.

 

Elegir implica que de todas las opciones que tengo, debo quedarme con sólo una; lo cual significa que renunciaré a todas las demás. Esto puede ser atemorizante, ya que cabe la posibilidad de la aparición de arrepentimientos futuros debido a un análisis incompleto de las vías de acción que estaban disponibles.

 

Por tal motivo, es necesario aclarar el cómo se hace una elección de este tipo. Para empezar, dentro de todas las opciones, siempre habrá una que tendrá cierto poder de atracción mayor con respecto a las demás. Luego, voy a tener que discernir si es que ésta va de acuerdo con aquello que yo considero valioso en determinado momento (ya que, como dijimos, el ser humano es dinámico, por lo que en otra situación, aquello valioso podría cambiar). Finalmente, al haber evaluado a conciencia estos criterios y luego de hacer la elección, la persona debe hacerse responsable por todo aquello que venga después.

 

 

Resumiendo

La dinámica es la siguiente, en el TENER están todas aquellas cosas que poseemos como objetos, relaciones humanas, ocupación, rasgos, características, etc. El SER es aquel que sabe que tiene todo esto, pero también sabe que esto no lo determina ni lo define; al mismo tiempo, también reconoce que PUEDE SER muchas cosas, que tiene diversas posibilidades, por lo tanto, DEBE SER algo, tiene que elegir, ya que no todas sus opciones pueden ser llevadas a cabo. Una vez que ha escogido, se ve obligado a volver a lo que tiene, ya que sólo con estos recursos podrá llevar a cabo aquello que ha decidido hacer.

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