¿VIDA DESPUÉS DE LA VIDA?

 

 

 

Por Kevin Niezen

 

Algunos de los campos dedicados a las ideas y al conocimiento han tratado durante años de exponer nociones válidas sobre qué existe realmente después del término de la vida; los resultados, sin embargo, son diversos y, en muchos casos, carecen de fundamento.

 

En este artículo les presentamos algunas de las ideas más destacadas con respecto a qué existe más allá de la vida terrenal y al final les ofrecemos la experiencia de una psiquiatra que se dedicó a atender a pacientes terminales y que nos describe el testimonio de algunos de sus pacientes que experimentaron una muerte clínica y volvieron a la vida. Finalmente, será cada uno de ustedes, estimados lectores, quienes decidirán formarse su propia opinión al respecto.

 

TEORÍAS DE ESCRITORES Y PENSADORES CÉLEBRES SOBRE LA VIDA DESPUÉS DE LA VIDA…

Una cortina de cristal que, al removerse, muestra una orilla blanca y un amanecer que jamás termina.

 

En su mundialmente conocida y aclamada obra “El Señor de los Anillos”, J.R.R. Tolkien expresa sus ideas respecto a lo que yace más allá de la vida.

 

A través de varios sueños, visiones y explicaciones, Tolkien expone su visión de un paraíso al que se llega luego de atravesar una delicada cortina de plata. Lentamente, alguna fuerza superior abre la cortina y el mundo se convierte en un cristal de plata que, al romperse, nos emancipa del mundo terrenal y nos introduce a una visión atávica: orillas de un blanco que jamás se ha contemplado en la tierra; una brisa que penetra el alma; un paisaje totalmente verde en el horizonte; y un amanecer que no parece terminar jamás.

 

Para Tolkien (quien era profundamente católico) esta era la visión del paraíso al que llegaremos luego de la muerte física en la Tierra para seguir viviendo en otra forma más elevada de conciencia.

 

Un león, brujas, enanos, faunos y centauros

En “Las crónicas de Narnia”, C.S. Lewis nos presenta un mundo abarrotado de imaginación; la figura divina es un león de proporciones majestuosas; los villanos son brujas de invierno, hombres extraviados por la codicia y la ambición, serpientes y demonios; los más fieles son animales que pueden hablar; y los líderes y gobernantes son hijos de Adán.

 

Si bien Narnia es un mundo paralelo al nuestro, Lewis nos demuestra en el último libro que Aslan (el león divino) es una manifestación de Dios, mientras que Narnia es un paraíso en desarrollo al que, finalmente, sus protagonistas hombres y mujeres acuden después de la muerte.

 

El vacío oscuro y eterno

Si bien esta es la interpretación de muchas personas que se consideran ateas, una las figuras responsables de popularizar esta noción fue el filósofo alemán Friedrich Nietzsche.

 

En sus publicaciones célebres (entre las que destacan “El anticristo” y “Así habló Zaratustra”) Nietzsche repudia abiertamente la idea de que encontraremos un Dios y un paraíso luego de morir. Para el filósofo alemán, no existe nada más allá del velo de la muerte – nada más que un vacío oscuro que representa el final.

 

Para Nietzsche, más valor tiene aceptar que esta vida es todo lo que nos queda y, por esta razón, es primordial defender la carne (la vida terrenal de carne y hueso) y rechazar cualquier noción de alma.

 

La vida de nuevo, aunque de otra manera

Los escritos budistas consideran que el universo posee una amplia y perfecta sabiduría, por lo cual jamás desperdiciaría una vida y, por ello, es imposible considerar que una vez que haya llegado la muerte para algún individuo, este último vaya a desaparecer.

 

Por el contrario, la vida lo invita de nuevo al mundo que ya conoce por medio de la reencarnación. De esta manera, dependiendo de cómo haya vivido su vida anterior, esta nueva vida servirá para enseñarle nuevas lecciones que no pudo asimilar durante su vida pasada.

 

Mente y alma se unen

Una de las nociones más modernas y populares concierne a la unión entre el cuerpo y el alma.

 

No se conoce exactamente dónde se formuló esta propuesta, pero sí podemos afirmar que contiene una infinidad de nociones y temas (catolicismo, trascendentalismo, ciencia, neurología, espíritu, entre otros) para formar una idea total sobre aquello que sucede después de la muerte.

 

En algunos casos a estas ideas se les conoce como “subjetivismo”, aunque no califican como tales en su totalidad. La idea es que, una vez que llega la muerte, la mente se fusiona finalmente con el alma y vamos a aquél lugar que nosotros profundamente creemos que existe después de la muerte.

 

Esta propuesta es interesante, pues no niega ni excluye ningún pensamiento u opinión acerca de aquello que pueda existir más allá de la muerte. Por el contrario, admite todas las nociones y opiniones para respetar el poder de la subjetividad y el pensamiento humano.

 

LA EXPERIENCIA DE LA DRA. ELISABETH KÜBLER ROSS EN BASE A RELATOS DOCUMENTADOS

La Dra. Kübler se graduó de psiquiatra en la Universidad de Colorado en 1963 y recibió 23 doctorados honoríficos. Además fue escritora y una de las mayores expertas mundiales en asistir con cuidados paliativos a las personas a punto de morir. Empezó como residente atendiendo a pacientes desahuciados y luego se dedicó a dar conferencias sobre el tratamiento que se le debe dar a los pacientes terminales.

 

Elisabeth ayudó a muchos familiares a manejar su pérdida y a enfrentarse a la muerte de un ser querido, también les explicaba la manera de apoyar a la persona en agonía, lo que debía hacerse en esos difíciles momentos y lo que debía evitarse. Bajo su tutela se crearon fundaciones y movimientos ciudadanos que reclamaban el derecho a una muerte digna, así comenzó a publicar libros, gracias a los cuales miles de familias recibieron consuelo.

 

Aunque no profesó a ninguna creencia religiosa, apreciaba la labor de los capellanes católicos y protestantes en los hospitales. En su autobiografía se declara religiosa a su manera y apela a un Dios providente y amoroso y al valor enriquecedor del sufrimiento.

 

Luego de dedicarse a atender y acompañar durante más de tres décadas a miles de personas que estuvieron al borde de la muerte, documentó 20.000 casos de personas que fueron declaradas clínicamente muertas y regresaron a la vida. A continuación les ofrecemos un breve resumen de lo que afirma la doctora.

 

“La muerte no es más que un desprendimiento del cuerpo físico, como la mariposa de su capullo. Es una experiencia muy parecida a la de nacer. No es el final, sino el principio de una nueva vida. Morir no debería ser triste”.

 

¿Qué sucede en el momento de morir?

La Dra. Kübler describe las siguientes tres etapas:

 

1. El fallecimiento del cuerpo humano, lo que equivale a salir del capullo para una mariposa.

 

2. Cuando el alma deja el cuerpo, se empieza a percibir todo lo que sucede en el lugar donde se fallece. Se puede escuchar lo que dicen o piensan y ver cómo actúan los que están allí. Uno se siente completamente sano. Las personas ciegas informaron que podía ver, los paralíticos moverse, y los sordos podían escuchar. La mayoría de las personas documentadas en mis estudios afirmaron que fueron recibidos por un ser querido que había fallecido y otros afirmaron que encontraron un guía espiritual.

 

3. Encuentran el cielo que se imaginaron, ya sea cruzando un túnel, flotando o pasando un puente. Luego de cruzar el túnel se encuentran con una luz blanca que los envuelve y siente el amor incondicional más grande e indescriptible que se hayan podido imaginar. Después de ver la luz, nadie quiere regresar, es así que, envuelto por esa luz, toda la vida pasa por la mente recordando cada detalle y revisando las consecuencias de cada uno de los actos, entendiendo que la vida es solo un lugar donde venimos a aprender lecciones y que una vez que se asimilan estaremos listos para regresar a ese paraíso o dimensión.

 

Finalmente, en su lecho de muerte, los amigos y seres queridos de la Dra. Kübler le preguntaron si temía morir, a lo que ella contestó: “No me atemoriza de ninguna manera; diría que me produce alegría. No tenemos nada que temer de la muerte, pues no es el fin sino más bien un radiante comienzo. Nuestra vida en el cuerpo terrenal solo representa una pequeñísima parte de nuestra existencia. Nuestra muerte no es el fin o la aniquilación total, todavía nos esperan alegrías maravillosas”

 

Aquello que ustedes piensan y de lo que pueden continuar informándose…

Las consideraciones sobre qué existe después de la muerte han generado a través de los siglos ansiedad, miedo y desconcierto en el ser humano. Para nosotros, en este breve tránsito, es más importante asimilar la idea como una consideración que requiere tanto de conocimiento e información como de fe.

 

Los invitamos a seguir informándose al respecto; sin embargo, aprovechamos para recordarles que es importante que respeten las opiniones ajenas para continuar moldeando las suyas.

 

Finalmente, también es sustancial no atemorizarnos ni preocuparnos ante la muerte. Recordemos que aunque no existen pruebas tangibles de lo que encontraremos en el “más allá” del final, o mejor dicho del “supuesto final”, lo más aceptable y sano es considerar la muerte como una etapa natural del ciclo vital, que llega como el nacimiento, y que por lo tanto es el inicio de una nueva vida cuyo horizonte es eterno.

 

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