EFECTOS DE LA PANDEMIA EN LA NUTRICIÓN DE LOS ADULTOS MAYORES

La llegada de la pandemia ha ocasionado la aparición de enfermedades que los pacientes desconocían que las tenían. Esta situación se debe a la falta de asistencia médica o por temor a salir de casa y no realizar los chequeos preventivos correspondientes.

Esta falta de asistencia y chequeos médicos a los adultos mayores los puede llevar a complicaciones nutricionales.

Muchas personas de la tercera edad no tienen la dentadura completa. Al no tener chequeos preventivos con los odontólogos para arreglar o mejorar su prótesis dental, los familiares o cuidadores han recurrido a alimentarlos solo con sopitas o purés. Llevar una alimentación líquida no controlada ni monitoreada puede conllevar a diversas complicaciones.

La pérdida de piezas dentales forma parte del desgaste dental propio del envejecimiento. Otro punto a considerar es que los adultos mayores son muy susceptibles a la pérdida de peso. Cuando esto ocurre, sus encías también disminuyen de volumen, ocasionando que las prótesis dentales queden flojas. La falta de piezas dentales y la prótesis mal colocada afectan notablemente a la digestión de alimentos, debido a que los alimentos ingeridos no son correctamente triturados y mezclados con la saliva, formando un inadecuado bolo alimenticio.

Al no haber asistido a sus chequeos odontológicos, los familiares han recurrido a facilitarles los alimentos licuados para una practicidad en la masticación, pero al no ser monitoreada puede ocasionar un riesgo de desnutrición y deficiencias nutricionales como la anemia, sarcopenia y, a largo plazo, fragilidad.

Lo primero que se recomienda es acudir donde un odontólogo o recurrir a un odontólogo a domicilio, para que le pueda realizar un monitoreo, mejorar la dentadura y brindarle las recomendaciones necesarias. Posteriormente se le da una alimentación blanda, más no líquida. Sin dentadura o con pocos dientes pueden masticar pequeños trozos blandos. Si recurrimos a una dieta líquida sumándole que muchas veces no es monitoreada por un nutricionista, lo único que lograremos es que el adulto mayor se debilite, porque disminuirá su capacidad gástrica, no llegará a su requerimiento de nutrientes, disminuirá la masa muscular y aumentará el riesgo de desnutrición; y vamos a necesitar de suplementos para llegar al requerimiento de vitaminas, minerales, proteínas, etc.  Además, uno siempre tiene que luchar por que los músculos masticatorios continúen en funcionamiento. Si a un adulto mayor le damos por varios días una dieta líquida, los músculos masticatorios se van a debilitar y, poco a poco, dejará de hacer el esfuerzo de masticar y tragar. Esto conlleva a que este paciente sea un adulto mayor frágil; y en geriatría esto significa, un adulto mayor con la funcionalidad afectada y con mayor riesgo de morbimortalidad.

Otro punto importante es la pérdida de masa muscular. El tiempo prolongado del confinamiento ha generado que los adultos mayores disminuyan su nivel de actividad física; algunos han presentado inapetencia, depresión, estrés, ansiedad, sueño alterado y falta de exposición a los rayos solares, afectando la absorción de la vitamina D. Todos estos factores ocasionan riesgo de presentar depleción muscular y sarcopenia (disminución de la fuerza y masa muscular). Habría que procurar mantener la actividad física y exposición al sol en horas de baja intensidad para mejorar y mantener una salud muscular adecuada, siempre manteniendo los protocolos de seguridad adecuados para evitar el contagio del COVID-19.

Adicional a lo anterior, el confinamiento ha ocasionado un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad en los adultos mayores. Esto ha generado que la población de la tercera edad recurra a dietas estrictas para bajar de peso. Este tipo de dietas son altamente restrictivas y no cubren los requerimientos de nutrientes necesarios, lo cual ocasiona un riesgo de desnutrición, sarcopenia, anemia y más deficiencias. Además, las dietas restrictivas solo contribuyen a incrementar la ansiedad, frustración y mala relación con los alimentos.

La pérdida de masa muscular, el incremento de la masa grasa y la disminución del agua en nuestro cuerpo son cambios fisiológicos del envejecimiento. No podemos evitar que ocurra, pero podemos lograr que se mantenga en niveles adecuados con una correcta alimentación. Por esta razón, debemos procurar llegar a cubrir el requerimiento de todos los nutrientes y, principalmente, el requerimiento de proteína. Además, para mantener la masa muscular en niveles adecuados se recomienda realizar actividad física frecuentemente y vitamina D, que se adquieren de la exposición a los rayos solares.

Hoy en día los profesionales de la salud están trabajando de manera presencial y a través de consultas virtuales para facilitarles a los pacientes a mantener los cuidados y protocolos.

Mantengamos los cuidados. Yo me cuido para cuidarte

 

 

Lic. Ximena Chávez Alonso

Nutricionista Geriátrica - CNP 5738

Creadora y editora de la web: ximenachavez.com

Contacto: nutricionista@ximenachavez.com

Facebook: Ximena Chávez – Nutrición para el adulto mayor

 

 

08/03/2021

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