LAS DIETAS EXTREMAS PERJUDICAN LA SALUD

 

Es muy probable que este largo confinamiento que gran parte de la población mundial ha tenido que atravesar desde principios del año 2020, le haya descontrolado a muchos, sus hábitos alimenticios así como las rutinas diarias de actividad física, trayendo como consecuencia una elevación del peso corporal.

 

Es bien sabido que el sobrepeso y la obesidad, pueden traer serias consecuencias para la salud, como desajustes hormonales y fisiológicos capaces de desencadenar graves enfermedades como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, trastornos del aparato locomotor, y algunos tipos de cáncer, entre otros.

 

Por ello, ni por causa de la pandemia ni bajo ninguna otra circunstancia, deberíamos permitirnos subir de peso en niveles excesivos que nos coloquen en el riesgo de desarrollar alguna enfermedad.

 

Para reducir esos kilos de más que pudieran afectar la salud, es necesario realizar actividad física y algunos cambios en la alimentación, de manera que se torne balanceada y saludable. 

 

Pero antes de incurrir en la práctica de alguna dieta, es esencial tener en cuenta algunos detalles que harán que los cambios alimenticios sean óptimos, puesto que contrario a lo que se piensa, una dieta extrema y mal ejecutada, puede ser tan perjudicial para la salud, como la misma obesidad.

 

Si bien es cierto que no existe una dieta ideal, (pues cada organismo es diferente y por ende tiene requerimientos nutricionales diferentes), sí existen necesidades alimentarias básicas que todos los individuos necesitan para mejorar y mantener al organismo saludable, por lo que, una dieta equilibrada, debe contener las cantidades suficientes de todos los grupos de alimentos, los cuales deben ser consumidos en proporciones normales, sin incurrir en excesos.

 

Consejos para llevar a cabo un plan dietético saludable

- Aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales preferiblemente integrales.

 

- Consumir suficientes proteínas. Los especialistas de la salud han establecido que los requerimientos proteicos diarios son de 63 gramos para los hombres, y de 52 gramos para las mujeres. 

 

- Consumir carbohidratos complejos, también llamados “saludables”, como los integrales.

 

- Consumir suficientes grasas buenas o mono insaturadas.

 

- Reducir el consumo de las grasas saturadas y de las grasas trans (conocidas como grasas malas), las cuales derivan de aceites hidrogenados. No se deben eliminar totalmente las grasas de la dieta para reducir el peso corporal, puesto que su reducción total traerá perjuicios para la salud, ya que ellas cumplen importantes funciones en el organismo, pues son fuentes de ácidos grasos esenciales que el organismo no produce por sí solo; proporcionan energía y nutrientes como vitamina A, D, E y K; protegen los órganos, y son un componente esencial de las paredes celulares. 

 

- Beber suficiente agua mineral. Lo recomendado son 2 litros de agua diarios.

 

- Reducir el consumo de azúcar.

 

- Reducir el consumo de sal y sodio, siendo una mejor opción el consumo de sal marina.

 

- Reducir o evitar el consumo de bebidas alcohólicas y carbonatadas. 

 

- Evitar el consumo de comidas artificiales como los “alimentos chatarras” (snacks embolsados, etc.).

 

Recuerda que llevar una dieta saludable, combinada con actividad física diaria, no solo ayudará a perder esos kilos de exceso perjudiciales para la salud, sino que además, mejorará la salud integral del organismo, proporcionando grandes beneficios como el de reforzar el sistema inmunitario (tan esencial para enfrentar la época pandémica actual); evitar el desarrollo de graves enfermedades; brindar mayor energía al cuerpo para ser más productivos; y mejorar el estado anímico; entre muchos otros beneficios.



 

Fuentes de información:

fao.org

elartedesabervivir.com

 

03/06/2021

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