NUTRICIÓN EN SITUACIONES DE EMERGENCIAS O DESASTRES

 

 

Debemos tener en cuenta que los desastres naturales ponen en riesgo el bienestar de cada uno de los pobladores y del medio ambiente afectado, debido a que estas situaciones conllevan a un gran impacto sobre los componentes de la cadena alimentaria (que dependerá del tipo, duración y magnitud del desastre) que pondrán en riesgo el estado nutricional de las personas, pues no podrán abastecerse de alimentos en las cantidades suficientes. Por ello, después de un desastre, es importante evacuar y poner en buen recaudo a las personas afectadas, donde se deberá proveer de alimentos que permitan atenuar los estragos sobre la salud en general.

 

Es preciso destacar que las causas de la escasez de alimentos luego de un desastre natural pueden ocurrir por dos razones claves:

 

 

1. Por la destrucción de los depósitos de alimentos en las zonas afectadas, generando que la cantidad de comida disponible se reduzca.

 

2. Por las dificultades en los procesos de distribución que impedirían el acceso a los alimentos.

 

¿Cómo cubrir las necesidades nutricionales de la población?

Las necesidades básicas se deberán cubrir a través de fuentes seguras y que sean las más inocuas, con la finalidad de prevenir el brote de enfermedades infecciosas o gastrointestinales, ya que son las patologías más comunes que se presentan luego de los desastres naturales debido al hacinamiento, la interrupción y contaminación del abastecimiento del agua y de los servicios de saneamiento.

 

En cuanto a las necesidades de los niños, debemos considerar que sus requerimientos son elevados (tanto en macronutrientes como en micronutrientes) y, por lo tanto, necesitan consumir alimentos energéticos principalmente ricos en carbohidratos (arroz, galletas, fideos, azúcar rubia, panela) y grasas (aceites vegetales, frutos secos) para no afectar su crecimiento y desarrollo. En el caso de los lactantes, se espera que las madres puedan seguir brindando lactancia materna exclusiva, ya que es el alimento más inocuo y perfecto para nutrir al menor.

 

Por su parte, el consumo de agua es vital en estas situaciones, sin embargo, debemos considerar una adecuada cloración y tratamiento del agua para que la población pueda consumirla. Se recomienda incrementar los niveles de cloro residual o que presente un nivel mínimo de cloro de 0,7 mg/L.

 

En lo referente al cálculo de la dieta de supervivencia o emergencia, esta debe basarse en una cantidad total de energía entre 1800 a 2100 kcal/día, de los cuales, los macronutrientes deben estar distribuidos entre 10 a 12% de la energía en proteínas, no menos del 17% en grasas, y no mayor al 73% en carbohidratos. Sin embargo, si en los primeros días no se logra cubrir al 100%, no hay problema, ya que lo fundamental es disminuir el hambre y sostener la vida; posteriormente, se ha de reforzar la dieta manteniendo la distribución mencionada anteriormente.

 

Los criterios básicos para seleccionar los alimentos que formarán parte de la canasta de emergencia serán:

 

- Los que estén disponibles en el medio.

 

- Deben ser aceptados culturalmente por la población.

 

- Los que presenten un bajo contenido de humedad (para evitar la proliferación de hongos, moho u otras bacterias).

 

- Deben concentrar la mayor cantidad de nutrientes.

 

- Que sean de fácil transporte, almacenamiento, distribución y consumo.

 

- Los de bajo costo: menestras (frijoles, lentejas, garbanzos), arroz, fideos, galletas, conservas (menestras enlatadas, verduras en conservas), frutos secos (almendras, nueces, pecanas), frutas deshidratadas (pasas, orejones, guindones, dátiles), azúcar rubia o panela, algarrobina, aceite vegetal y agua mineral.

 

Finalmente, recordemos que debemos estar siempre alertas y tener en nuestros hogares una canasta básica preparada para que, de presentarse algún desastre natural, podamos mantener nuestra alimentación con los macronutrientes cubiertos y prevenir que nuestro estado nutricional se deteriore.

 

Referencias bibliográficas:

· Programa Mundial de Alimentos – Perú

· Organización Panamericana de la Salud. Normas de la OPS. La Seguridad Alimentaria y Nutricional en Situaciones de Emergencia. OPS – OMS:2017

 

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