DO IN: CÓMO ABSORBER PRANA MEDIANTE LA RESPIRACIÓN

 

 

 

 

El prana es una palabra sánscrita que significa Energía Absoluta. El Prana (con mayúscula) es la energía vital existente en el Universo. El prana (con minúscula) es la energía vital de nuestro cuerpo. Esta energía ingresa a nuestro organismo por medio del oxígeno, pero no es el oxígeno, ni parte de él.

 

Espiración total (fase yang). La primera fase consiste en vaciar completamente los pulmones, lo que no se produce en la vida cotidiana:

 

  • De pie, los pies alineados con los hombros, las piernas ligeramente dobladas, el cuerpo inclinado hacia delante, las manos apoyadas por encima de las rodillas, espire a fondo; al final de la espiración, abra la caja torácica como si quisiera inspirar, pero sin tomar aire, manténgase un momento así y luego espire una vez más, volviendo a cerrar el tórax; le sorprenderá comprobar que expulsa otra vez casi tanto aire como la vez anterior.

 

  • Repita varias veces la apertura de la caja torácica y deje salir poco a poco todo el aire residual de los pulmones. Al final del vaciamiento, preste atención y no inspire brutalmente; haga descender el vientre, relájese y, solo entonces, inspire.

                        

Tomar aire demasiado rápido podría provocar un ligero mareo. Es mejor respirar con calma, lento y profundo y mucho mejor con el estómago vacío después de una buena caminata o trote (de 10 a 20 minutos), con estiramiento o elongación. Si realiza esta actividad cerca de un árbol o una caída de agua, hay mayor prana.  

 

Este ejercicio procede del siguiente mecanismo: luego de haber expulsado la vez primera el aire que suele salir con facilidad, al expandir la caja torácica, ponemos en circulación en los pulmones el aire residual de las zonas mal ventiladas, donde el aire no se reemplaza como es debido; así, gradualmente, llegará a expulsarlo totalmente.

 

Inspiración total (fase yin). Ahora proceder a la inversa y llenar sus pulmones al máximo. El aire renovado podrá penetrar en todas las zonas y, en particular, en la parte superior de la caja torácica, donde habitualmente se renueva inadecuadamente.

 

  • Inspire totalmente levantando los brazos, baje los brazos sin espirar e inspire de nuevo levantando los brazos. Comprobará que puede inspirar casi tanto como la primera vez. Continúe este movimiento de bombeo de los brazos, inspire al subir, guarde el aire mientras baja los brazos hasta la total dilatación de la caja torácica, y entonces espire lentamente.
  • El proceso es el mismo, pero a la inversa de la espiración total. La primera vez, reciba el aire en las zonas que suelen recibirlo con facilidad; el hecho de bajar los brazos relaja el pecho y obliga a que las costillas intervengan; el aire irrumpe en todas las zonas y usted pude inspirar aún más. Al practicar de este modo, notará que es la parte superior del pecho la que se ensancha bajo el efecto de la presión interna, precisamente la zona que tiene mayor necesidad de ello.

 

Respire siempre solo por la nariz, sin que se muevan las aletas nasales o narinas y con los hombros relajados; al inhalar, notará cómo sube el vientre al igual que cuando dormimos. De ahí nace una pregunta: ¿Por qué se respira bien cuando estamos durmiendo? Porque está bloqueado el ego y el apego. Y ¿por qué se respira mal cuando se está ofuscado, irritado, mal humorado, un estado muy parecido al que está agonizando? Pues, porque se genera una explosión externa cuando se re-niega y una implosión interna cuando se altera la paz y, como consecuencia, la respiración pierde profundidad. ¿Sabe por qué la risa rejuvenece? Porque una carcajada es más contagiosa que la gripe; relaja tanto que un minuto de risa equivale a una hora de yoga en cuanto a la relajación. Uno se vuelve niño. Se va la fatiga porque se generan dinorfinas y beta endorfinas. Oxigena el cerebro y eleva el sistema inmunitario. La sonrisa igual que la flor que se abre es un acto divino. Por ello, siempre se dice “a malos tiempos buena cara”. Sonreír frente al espejo sobre todo ante una dificultad, ayuda a aquietar la mente y adquirir la facultad para resolver la dificultad.

 

Despliegue de las pleuras y función de los pulmones

 

  • Preferentemente de pie o en posición seiza, abra la caja torácica al máximo. Inspire sin permitir en ningún momento que la caja torácica se mueva o vuelva a cerrarse. Involucre solamente el diafragma con el movimiento espontáneo del vientre.

 

En un buen número de personas es habitual que durante la inspiración y la espiración el diafragma intervenga poco y los pulmones sigan simplemente el movimiento espontáneo de la caja torácica, sin moverse libremente en el interior del tórax. Esto ocasiona adherencias, como consecuencia de las cuales la circulación de la sangre y la oxigenación se llevan a cabo cada vez peor por la pérdida de movimiento y elasticidad de los tejidos. Estas zonas son focos de infección propicias para la pleuresía, la bronquitis, etc.

 

Con el ejercicio propuesto llegará a despegar estas adherencias. Comprobará al principio una gran dificultad para realizar estas respiraciones; después, poco a poco, el funcionamiento de los pulmones se realizará más holgadamente en el interior de la caja torácica. Es importante recordar que es el pulmón el que respira, no la caja; cabe la posibilidad de que cuente usted con una caja torácica fenomenal, y en su interior haya unos pulmones escleróticos y endurecidos que no respiran sino es con grandes dificultades.

 

03/02/2021

 

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