FÚTBOL PARA TODO apuntes de la génesis del fanatismo por el fútbol

 

 

Mg. Franz Rivera Mansilla

Psicólogo Deportivo

PERÚ

 

 

“Tengo problemas con mi pareja”, "Soy un incomprendido" me decía alguna vez un cliente en la consulta. El fútbol como "pasión de multitudes" también puede generar ciertas dificultades, conflictos e inconvenientes en la convivencia familiar o de pareja, todo depende de que tan apasionado, fanático e involucrado esté la persona con este deporte.

 

1. En el Perú, el fútbol es socialmente el deporte más popular; aparentemente está, ha estado y siempre estará de “moda”. Los medios de comunicación masivos relacionados con brindar información deportiva aportan en este tema exponiendo a los consumidores aficionados al deporte en general, pero en el caso del fútbol de forma constante y enfática. La información, opinión y polémica que se brinda es predominantemente “futbolera”, basada en razones e interés económicos. Solo basta revisar la información deportiva de los diferentes medios de comunicación y analizar el porcentaje dedicado al deporte Rey.

 

2. El fútbol genera una identidad directa con el género masculino (identificación) que muestra a los varones como factor emblemático: ellos son los actores y protagonistas del espectáculo. Futbolistas varones y por lo común árbitros y dirigentes varones, pareciera ser un mensaje sutil de “un deporte de varones para varones”; "un deporte de machos" (valientes). Recordemos que el fútbol nace en épocas donde el "machismo" era un sistema válido de convivencia social.

 

3. El varón promedio se identifica con la expresión de fuerza y habilidad de una actividad de contacto directo (cuerpo a cuerpo) que representa la característica más resaltante de un juego de fútbol de “machos para machos”. El varón con la testosterona como hormona importante y predominante en su organismo hace que desarrolle y estimule la masa muscular, la fortaleza, resistencia y el perfeccionamiento del movimiento (la mujer posee el estrógeno, que es una hormona diferente). Recordemos que el varón primitivo necesitaba de la fuerza y la habilidad como componente importante para su supervivencia y evolución.

 

4. Si en algún momento de su vida una persona practicó, vio o estuvo involucrado como hincha o simpatizante del fútbol, de seguro generó un espacio mental de libre "opinión especializada" (todos opinan y todos quieren tener la razón, "todos son casi expertos en el tema"). Este espacio crea un ejercicio para el "fortalecimiento de la autoestima", donde en las conversaciones casuales o formales se intenta tener la razón y se argumenta en tal sentido; y si el entorno tolera o acepta la opinión como válida, la persona siente que valió la pena haber experimentado las vivencias junto al fútbol.

 

5. Los padres o adultos significativos en el hogar "heredan" o trasmiten generacionalmente las costumbres que generan fuertes vínculos emocionales con el fútbol. Los padres llevan a sus hijos desde pequeños a los estadios a ver a los equipos de los cuales son hinchas o simpatizantes y luego los hijos terminan identificándose con la institución deportiva o el deporte mismo; en algunos casos, los padres también hacen que sus hijos practiquen fútbol desde pequeños porque es su deporte favorito, y así como estos existen varios ejemplos.

 

6. El fútbol genera emociones al límite. Las emociones son el "condimento de la vida", y a través del fútbol los varones viven experiencias emocionalmente intensas durante los 90 minutos de cada partido ("full adrenalina" que le permite al género masculino llorar, reír, gritar o cambiar de ánimo en menos de un segundo). Cada fin de semana, en un periodo indeterminado de años, se vive intensamente cuando el equipo preferido va perdiendo, luego empata, y al instante siguiente logra ganar faltando unos segundos para el término de un partido.

 

7. Los escenarios deportivos (estadios) son lugares ideales y socialmente aceptados para la catarsis (liberación emocional), sin censura y con la mayor fuerza expresiva que se encuentra contenida. La liberación emocional siempre le vendrá bien a un grupo de hinchas o simpatizantes que viven y sobreviven en un sistema de vida social exigente. Desahogar un grito “atado” en la garganta y frustrado por el esquema social, siempre será satisfactorio, y qué mejor si se mezclan con sentimientos de frustraciones personales, familiares, etc.

 

El género femenino se vincula generalmente al fútbol como espectáculo si han tenido cerca a personas significativas en sus vidas que han influido en esa costumbre; por ejemplo: el padre o la madre, hermanos, amigos muy cercanos, pareja, esposos u otra figura social de relevancia. También hay mujeres que "instintivamente" desde pequeñas gustan por éste deporte, como el niño que ve a un futbolista destacado como ídolo y quiere ser como él.

 

Pero a veces se genera en las mujeres un conflicto interno para lograr comprender por qué el varón se enfoca tanto en el fútbol y por este motivo descuida otras actividades importantes para ellas o para ellos mismos. Prefieren ver fútbol en lugar de jugar con sus hijos o salir en familia, prefieren asistir a un estadio en vez de arreglar algo pendiente en casa, etc. Las frases: “Te olvidas de mí y de tus hijos”,

 

“No te importamos”, “Solo es un partido, no es necesario que llores y grites”, “Madura, pareces un niño”, “Solo veo un grupo de hombres corriendo como estúpidos detrás de una pelota”, “¿el fútbol o tú familia?”; estas frases suelen ser el inicio de interminables conflictos familiares y/o de pareja.

 

Se debe reconocer que el fútbol es un fenómeno que puede ayudar a elevar la autoestima social, la identidad cultural y la oportunidad de masificar estilos de vida saludables. El fútbol, y todo deporte en general, puede ser un instrumento de aporte social, siempre y cuando no solo sea considerado como un instrumento de beneficios privados y simples “negocios”.

 

La fascinación del varón por el fútbol es un tema amplio y particular, es un espacio que debe indagarse a profundidad para llegar a generar un equilibrio en las vidas de los varones "incomprendidos"; pero el punto de partida siempre será lograr un proceso de diálogo que impulse compromisos y fortalezca vínculos significativos entre varones y mujeres.

 

 

 

Mg. Franz Rivera Mansilla

Psicosociología Deportiva Email: franzrivera@hotmail.com Facepage: www.facebook.com/PoderDelDeporte

Fanpage: El Poder Del Deporte AQP

 

 

 

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