MÁS VITALIDAD CON HIDROTERAPIA

 

 

Los baños curativos son sinónimo de vida sana

 

La hidroterapia es el uso del agua, incluyendo en la forma de hielo y vapor, tanto fría como caliente, para mantener y restaurar la salud. Incluyen inmersión total del cuerpo, baños de vapor, saunas, baños de asiento, irrigación colónica y la aplicación de compresas calientes y frías.

 

Es muy eficaz para tratar una extensa variedad de padecimientos y se puede aplicar fácilmente en el hogar. Terapéuticamente, el agua caliente relaja y calma mediante la acción de los reflejos nerviosos. La hidroterapia de agua fría inhibe las inflamaciones por efecto de la vasoconstricción, al volver permeables a los vasos sanguíneos.

 

Algunas hidroterapias como la hipertermia deben ser efectuadas bajo supervisión médica. Esta técnica induce la fiebre y estimula el sistema inmune haciendo que los leucocitos (glóbulos blancos) salgan hacia los tejidos y vasos sanguíneos y limpien el organismo de toxinas.

 

La hidroterapia de contraste alterna agua fría y caliente en el mismo tratamiento. Estimula las glándulas suprarrenales y endocrinas, reduce la congestión, alivia la inflamación y activa la función orgánica. Puede mejorar la circulación en áreas digestivas para ayudar a desintoxicar el hígado.

 

Los baños neutros consisten en una inmersión hasta el cuello con temperaturas de 33 a 36 grados, eficaz para el tratamiento de la artritis, hacer desintoxicaciones, tratar problemas mentales, desórdenes emocionales e insomnio.

 

Fricciones con sales para estimular la circulación

Las fricciones con sal son excelentes para estimular la circulación. Toma un puñado de sales de Epsom o cloruro de magnesio ligeramente humedecida y efectúa un masaje vigoroso sobre la piel mojada hasta que se torne de color rosado pálido. Para todo el cuerpo se necesita aproximadamente un kilo de sal. Las sales de Epsom producen relajación muscular y alivian las articulaciones hinchadas y adoloridas.

 

Después de frotarte la piel toma una ducha tibia, no caliente. Se debe frotar la piel con fuerza mientras enjuagas y secas. Esta terapia te puede hacer sudar, pero luego dormirás tranquilamente toda la noche.

 

Es conveniente realizarla una vez al mes, aunque también puede hacerse cada semana como parte de un programa de desintoxicación.

 

En personas fumadoras, se ha comprobado que las sales de Epsom expulsan la nicotina y el alquitrán a través de la piel, evitando que lleguen al torrente sanguíneo.

 

Esta terapia no es recomendable para personas que presenten lesiones o erupciones en la piel.

 

07/12/2020

 

 

 

 

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