LA DESHIDRATACIÓN EN VERANO

Amigos, en el verano tanto los niños como los ancianos están más expuestos a la deshidratación. Los ancianos tienen dificultad para retener el agua y menor capacidad para sentir sed.

En la deshidratación simple se produce un síntoma normal, que es la sed. Pero en la deshidratación severa, hay síntomas como somnolencia, apatía, delirio y hasta alucinaciones, en donde la piel, los labios y la lengua se tornan secos y la temperatura suele elevarse. Además, se produce taquicardia, hipertensión arterial y el sistema vascular puede colapsar. A nivel sanguíneo se incrementan los niveles de sodio y cloro plasmáticos.

En los bebés de 12 a 18 meses se debe observar el área de la fontanela, la zona blanda en la parte superior de la cabeza también llamada comúnmente mollera, ya que si está hundida, es un signo de deshidratación. Otra manera de determinar la deshidratación es pellizcar la piel del abdomen, con excepción de los niños obesos o gravemente malnutridos. Si hay deshidratación, el pliegue formado por el pellizco en la piel se mantendrá por varios segundos.

La terapia más común para el tratamiento de la deshidratación es la rehidratación oral; sin embargo, más importante es la prevención. Ingieran alimentos ricos en líquidos como las frutas de estación; la sandía y el melón son buenas opciones. Evite el café, té, refrescos y bebidas alcohólicas, ya que son diuréticos, lo que significa que pueden deshidratarle más porque todos extraen agua de su cuerpo.

¿Es suficiente beber agua? Para un caso leve, debería ser suficiente beber líquidos. El agua es la primera opción, pero hay muchas bebidas especiales en el mercado que los ayudarán a reemplazar el agua y los electrolitos perdidos. Incluyan agua con magnesio para remineralizar su cuerpo.

Si no pueden obtener una solución de rehidratación premezclada, no intenten hacerla ustedes mismos. Las sopas de verduras y, en especial, las que contengan apio, son una excelente opción por su contenido en minerales.

26/01/2022