CONOCIENDO EL SÍNDROME DE DESCONEXIÓN EMOCIONAL

desconexión emocional

 

El síndrome de la desconexión emocional es un desorden que implica un comportamiento de desapego y falta de empatía hacia los demás y hacia las propias emociones. Esto se da a largo plazo y puede reflejar una manera de evitar sufrimiento y las desilusiones a través del total autocontrol de los sentimientos y que, a largo plazo, puede acarrear consecuencias muy negativas en las vidas de los individuos que lo sufren y de sus allegados.

 

CAUSAS

La causa de este desorden suele ser la necesidad de control de las situaciones. Esta necesidad puede haberse aprendido a lo largo de una vida en la que han existido ciertas presiones o situaciones complicadas que han acarreado la experimentación de traumas o emociones negativas que las personas no desean volver a sentir.


Una educación en la que se enseña a controlar excesivamente los sentimientos, también puede desembocar en este trastorno, ya que el niño, de adulto, tenderá a autocensurar sus propias emociones siguiendo un patrón imitado o aprendido.

 

  • Aprendizaje de experiencias pasadas. Si una persona ha tenido experiencias traumáticas en sus relaciones con los demás, lo han herido, o ha sufrido por mostrar sus sentimientos o compartirlos con alguien, no ha sido reconocido o no ha sido validado, generalmente aprende a esconder las emociones, para evitar pasar nuevamente por ese trance doloroso. El problema es que, aunque esto se desencadene a raíz de experiencias concretas, y seamos racionalmente conscientes de que no siempre nos van a dañar, de alguna manera tendemos a generalizar, y acabamos desconectándonos ante cualquier situación, sea o no sea potencialmente dañina, e incluso aunque la situación sea positiva para nosotros.
  • Relación de la familia con el mundo emocional. Si los padres o cuidadores principales están desconectados de sus emociones, o si por ejemplo, no han sabido cómo atender las emociones del niño durante la infancia, podría propiciar la desconexión emocional de éstos, ya que así cree que puede asegurarse la supervivencia y evitar el dolor en ese hogar.
  • Creencias. En muchas familias o en el entorno social o cultural, algunas emociones están “permitidas” y otras no tanto. Por ejemplo, generalmente si alguien se muestra sonriente y optimista se valora de forma muy positiva, mientras que si alguien llora, muy frecuentemente habrá una censura o una desvalorización de la emoción. El hecho de que en nuestra casa o en nuestro lugar de crianza ocurra esto, puede generar que nos desconectemos de aquellas emociones no permitidas, para que no seamos enjuiciados o censurados.

 

 

SÍNTOMAS

Encontrar los síntomas que se esconden tras este trastorno es una tarea que puede resultar, en ocasiones, complicada. Esto es debido a que todos, en diferentes momentos de nuestras vidas, podemos sentirnos en alguna medida desconectados con las emociones promovidas por ciertos sucesos, ya sea porque ese día nos encontremos un poco más apagados o por causas muy concretas, que pueden variar en cuestión de horas.

 

Cuando empezamos a observar que somos incapaces de sentir emociones o empatía hacia los demás debido a nuestra necesidad de control, podemos sospechar que estamos padeciendo de este problema.

 

Algunos de los síntomas más claros que aparecen en este trastorno son:

 

  • Sentir incapacidad para experimentar y expresar emociones con normalidad.
  • Sentir incapacidad para sentir empatía por otras personas.
  • Sentirse emocionalmente adormecido y confuso.
  • Mostrar extrema racionalidad ante situaciones con carga emocional.
  • Problemas a la hora de formar relaciones sólidas con los demás.
  • Intentos fallidos por encontrar e identificar las propias emociones.

 

Es bastante común que las personas que sufren de desconexión emocional muestren cierta tendencia a minimizar las emociones, tanto las suyas como las de los demás, considerándolas algo poco apreciable y mostrando una clara aversión ante las muestras públicas de sentimientos o incluso admiración por las capacidades de otros para experimentar emociones intensas.

 

Las personas que viven en este estado de desconexión pueden presentar cierta inclinación al arte o la ficción para tratar de sentir aquello que el vacío del día a día no les permite sentir. También pueden hacer uso de sustancias nocivas para la salud, como drogas o alcohol, para poder dejar a un lado la presión a la que se someten.

 

PROBLEMAS A LARGO PLAZO

A pesar de que a corto plazo la desconexión emocional puede ser beneficiosa al momento de afrontar situaciones muy concretas, este síndrome puede ser muy problemático en la vida de la persona afectada a largo plazo.

Cuando esta falta de empatía o la ausencia de emociones suceden a largo plazo y de forma continua, las personas tienden a vivir aisladas o a caer en el ostracismo social y sufren problemas tanto en su vida diaria con el entorno, como con su salud emocional. Este síndrome puede acarrear problemas en la vida familiar, laboral, y amorosa, ya que impide que la persona pueda vivir una vida plena.  

 

CÓMO RECONECTARNOS CON NUESTRAS EMOCIONES

La terapia psicológica puede ayudarnos a reconectarnos con nosotros mismos, a escuchar cómo nos sentimos y qué necesitamos. Por otro lado, existen varias fases para esta reconexión:

 

  • Aprender a detectar si hay o no emoción. A veces, el grado de desconexión es tan fuerte, que no es que no sepamos identificar las emociones que sentimos, sino que ni siquiera las detectamos, no nos damos cuenta de que está ahí. Para esta situación, el trabajo a través del cuerpo es muy útil, pues nos ayuda a identificar y localizar las sensaciones corporales asociadas a las emociones que pueden esconderse debajo.
  • Identificar y nombrar lo que se siente. Tras registrar que algo nos pasa, y poner atención en ello, esta segunda fase consistiría en identificar y ponerle nombre a aquello que estamos sintiendo. Además, será de gran utilidad compartir estos estados emocionales con alguien de confianza.
  • Aprender a gestionar las emociones. Esto conlleva saber qué hacer cuando nos sentimos de una manera determinada. Muchas veces, equivocadamente la persona escapa de un estado de ánimo que le afecta, bebiendo de más o haciendo algo para no pensar en lo que está sintiendo. Lo ideal es identificar estas conductas y descubrir mejores maneras de ayudarnos a manejar de la mejor manera nuestras emociones.

 

 

TRATAMIENTO

Tratar este desorden lo más pronto posible es importante para que no se siga arraigando y sea más difícil de tratarlo. Cuando este trastorno ocurre durante muchos años, el tratamiento será más costoso debido a que las formas de conducta están muy implantadas en el comportamiento normal de la persona.

El síndrome de la desconexión emocional puede tratarse eficazmente con la ayuda de un profesional de la salud psicológica. A través de la terapia, las personas pueden trabajar para identificar sus propias emociones, enfrentarse a ellas y comprenderlas, así como conseguir desprenderse del autocontrol emocional que les impide vivir una vida llena de emociones y plenitud.

 

 

Fuentes de información

psicologiamadrid.es

psicoactiva.com

living.thebump.com/someone-emotionally-disconnected-13182.l

thoughtsonlifeandlove.com/emotional-detachment-disorder

 

 

21/12/2021

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