¿POR QUÉ EXPECTORAMOS?

Expectoramos por causas naturales (defensivas) ante agentes extraños esporádicos para mantener libres las vías respiratorias y, en otros casos, es un síntoma producto de algunas enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio (faringitis, laringitis, bronquitis, resfriados, gripe, procesos alérgicos, neumonía, tuberculosis, tumores broncopulmonares, etc.; así como también por enfermedades no respiratorias (cardiacas y tumores esofágicos, entre otros).

La expectoración está íntimamente ligada a la tos. En ocasiones existe secreción y no se puede expulsar porque las personas la degluten, como sucede frecuentemente en las mujeres y en los niños, o por la sencilla razón, de que no saben expectorar.

En relación con la expectoración, son de gran importancia los siguientes datos: color, cantidad, olor, sabor y consistencia.

Observar la coloración de la expectoración es de gran ayuda para el diagnóstico. Por ejemplo, cuando se trata de expectoración mucosa, su color es blanquecino; o cuando se trata de un edema (acumulación de líquido) pulmonar agudo, posee un color salmón; cuando es de color verde, indica una severa infección y cuando es de color amarillo, indica una fase de infección en proceso de evolución.

 

19/03/2021

 

Compártelo